martes, 24 de mayo de 2011

El Perricida /cuento corto.

Por Juan José Lara.

El perricida

Yo le tengo miedo a los perros, talvéz desde la otra vida. En mi niñez al escuchar ladrar sentía mojada la entrepierna y, en medio de temblores de fiebres, experimentaba incontenibles deseos de llorar. Crecí con ese temor, atormentándome el alma; creo la razón que motivó a mi madre, a abandonarme como a los diez años. Me dejó frente a un orfanatorio regentado por sacerdotes, diciéndome para que me resignara: “aquí no hay perros que te aflijan.” Mentira de mi progenitora, porque el director del hogar tenia un enorme pastor alemán. Siendo allí donde urdí mis planes perversos, para librarme de cada uno de los cánidos que se cruzaran en mí camino.


Comencé con el detestable animal, que seguía siempre a su amo mientras yo, disimulando mi miedo, lo evitaba imaginando su final.
Un día rompí un vaso fingiendo un accidente, molí sus restos con una piedra; los puse después en un pan y, en un descuido del religioso mientras hacía su siesta, se lo di a comer a la fiera luchando a brazo partido para vencer mi terror. El perro murió en medio de dolorosos aullidos, en tanto el cura abatido no se explicaba qué había comido su mascota.


No pensé con la euforia del “perricidio” que también aparecería un delator, por lo cual como es imaginable fui expulsado del hogar.

Me reconfortaba pensar que era el primer ensayo de mi cacería. Fue desde entonces que me acostumbré a llevar armas para batirme, con esos animales infernales.
Experimenté con estricnina, pero aparte de la ventaja de ser silenciosa, tenia la dificultad de que solo la conseguía con los trabajadores de sanidad; me gustaban más unos dardos y, sobre todo, un verduguillo.

Una vez en un callejón aniquilé a un tremendo pitbull; lo malo fue que se enteró su propietario y me dio con un bate tumbándome. Me incorporé aturdido y lo maté con mis armas para perros.

Llegaron los vecinos y pude abatir unos cuantos, pensé que la cárcel era el único lugar donde no habría perros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario