sábado, 21 de mayo de 2011

Hoy, 21 de mayo, es el comienzo del fin del mundo.

Por: Barbara Celis


Imagínese que el sábado 21 de mayo está usted en una manifestación y de repente la gente comienza a evaporarse ante sus ojos dejando atrás sólo la ropa. Si eso ocurre no se asuste: el fin del mundo aún no ha llegado, sólo es el Día del Juicio Final. Unos, los elegidos, subirán al cielo (en términos bíblicos el arrebatamiento o rapto, aunque en inglés, The Rapture, creo suena más fuerte). Otros, los pecadores, se quedarán perplejos viendo como los creyentes se esfuman y sufrirán un tormento de cinco meses en forma de terremotos, tsunamis, incendios y todo tipo de catástrofes hasta que Dios lance sobre ellos su furia definitiva y destruya la tierra el 21 de octubre de este año.



Lo anuncian a bombo y platillo miles de apocalípticos en Estados Unidos y en otras partes del planeta, aunque aquí, como no hay medida –en este país gustan las cosas a lo grande- hacen más ruido. Hay carteles en el metro de Nueva York, en las carreteras que van hacia New Jersey y hasta anuncios en los periódicos. Y por la ciudad circulan furgonetas y seres entrañables anunciando el fin del mundo con una sonrisa e invitando al pecador a convertirse al cristianismo para que el cataclismo mundial, que también anuncian para el sábado, nos pille confesados. Parece que unos 200 millones de personas de todo el mundo tendrán la suerte de evaporarse y subir al cielo. El resto, panda infame de pecadores, lo tenemos muy negro.


Se trata del Apocalipsis según Harold Camping, un radio predicador de 89 años que se ha entregado a las matemáticas, ha hecho sus cálculos y ni corto ni perezoso ha anunciado que el 21 de mayo (parece que hay divergencias con la hora) es el principio del fin. Según sus predicciones el sábado se cumplen 7000 años desde el diluvio universal y eso, en términos bíblicos (y según algunos), significa que Cristo regresa a la Tierra y empieza el Juicio Final.

Claro que en el ‘país de las oportunidades’, donde soñar con dinero nunca fue pecado y sí religión, hasta del fin del mundo se puede hacer negocio y Harold Camping lleva años recaudando fondos a través de su radio para que se corra la voz sobre la segunda llegada de Cristo. Quizás sea una de las razones por las que hoy es multimillonario. En uno de sus programas un oyente escéptico le preguntó si le devolverían el dinero si el mundo no se acababa el día anunciado pero Camping se escaqueó: “Va a ocurrir, millones de personas van a morir. Va a ser espantoso”.

La pregunta no era inocente: este hombre ya anunció el fin del mundo en 1994… y aquí seguimos. Tras aquel fiasco dijo que no había “terminado bien su producto” pero que por fin Dios le había dado pruebas hace tres años de que esta vez no se equivocaba. Camping es un "sirviente de Dios" que hasta 1988 pertenecía a la Iglesia Cristiana Reformista y desde entonces va por libre pero tiene millones de seguidores a través de su emisora, Family Radio.

Allí dicen que entre las señales indiscutibles de que el fin del mundo está a la vuelta de la esquina hay una clarísima: el matrimonio homosexual y el día del orgullo gay, premonitorios de que el mundo va por mal camino. Esta idea la comparten la gran mayoría de los 'born again christians', una rama del protestantismo a la que se adhieren al menos un 43% de estadounidenses, según una encuesta de 2003. (Aquí un reportaje sobre una experiencia sobrenatural que viví con ellos hace unos años).

Claro que lo que más sorprende es que aprovechando la coyuntura apocalíptica, el Centro de Control de las Enfermedades (CDC), el organismo federal que en Estados Unidos está encargado de velar por la salud pública y es clave para situaciones de emergencia, ha lanzado una campaña via blog titulada Preparedness 101: Zombie Apocalypsis.

"Manual de preparación para el apocalipsis zombie. Firmado por Ali S. Khan, asistente del Cirujano Jefe de Estados Unidos, el post (el más leido en la historia del CDC) hace un recorrido por la historia de los zombies y después ofrece toda una serie de consejos prácticos ante una posible... ¡epidemia zombie! Sí, están de broma, pero el post está publicado junto a todos sus otros post 'serios' y sus responsables subrayan que así la gente se ha leido qué hacer y cómo enfrentarse a una emergencia nacional. Han puesto un zombie incluso en su publicidad sobre emergencias:


Zombies, meteóritos, dioses enfurecidos... Camping no es el primero ni será el último en anunciar el fin del mundo. En 1843, un tal William Miller, pastor baptista de Massachussets, dijo que ese año llegaría el fin del mundo y convenció a 50.000 personas para que lo esperaran a diario. Cuando se cumplió el año y no pasó nada lloraron con desconsuelo. Parece que quedarse a vivir en la Tierra no les acababa de convencer. Los ejemplos en Estados Unidos, donde las sectas siempre han prendido bien –no hay que olvidar que aquí llegaron expulsados de Europa todos los grupos religiosos minoritarios que por razones políticas o económicas no gustaban en el viejo continente- son múltiples y los creyentes son legión. Y a escala mundial ya se sabe, hay toda una corriente que anuncia que el fin del mundo lo predijeron los mayas y será el 21 de diciembre de 2012.

En el caso de mañana están los que se lo han creído y lo han dejado todo para tratar de salvar un puñado de almas antes de que sea demasiado tarde y luego están los que lo han visto claro y se están forrando, vendiendo entre otras cosas camisetas con variaciones sobre The Rapture. Veremos qué pasa el sábado. Los no creyentes confiamos en que la que anuncia el After Rapture Party se convierta en un hit a partir del domingo.

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