miércoles, 27 de marzo de 2013

En plan triunfal.

La expresidenta Michelle Bachelet regresa a Chile por la puerta grande

La exdirectora de ONU Mujeres parte como favorita para las presidenciales de noviembre

Michelle Bachelet, este miércoles en el aeropuerto de Santiago. / F. TRUEBA (EFE)

La exdirectora de ONU Mujeres, Michelle Bachelet, regresó ayer a Chile, después de 30 meses radicada en Nueva York, para anunciar su nueva candidatura a La Moneda. El retorno de la socialista da inicio a la campaña presidencial con miras a las elecciones de noviembre y la exgobernante inicia la carrera con amplia ventaja: un 54% de los chilenos se confiesa decidido a concederle su voto, de acuerdo a la última encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP).
“Me siento muy comprometida con mi país y por eso he decidido volver. Estoy muy feliz”, declaró Bachelet apenas aterrizó en el aeropuerto internacional de Santiago, arropada por un puñado de alcaldes de la Concertación, la coalición de centroizquierda que gobernó desde el retorno de la democracia en 1990 hasta 2010.
Con su llegada a Chile, Bachelet pasa a protagonizar la política local y acotar el rango de acción del Gobierno de Sebastián Piñera, que finaliza en marzo de 2014 y tiene una tasa de respaldo del 38%, de acuerdo a la encuesta Adimark. El Ejecutivo, sin embargo, en los últimos meses ha tendido a aumentar su popularidad, presume de un crecimiento económico en torno al 5% y un bajo desempleo (5,9%), y su actuación será clave en la disputa contra Bachelet que emprenderán los candidatos del sector: los exministros Laurence Golborne (15%) y Andrés Allamand (7%).
El regreso de la expresidenta también contempla el fin de su estrategia de silencio. Desde que dejó el Gobierno, en marzo de 2010, evitó referirse a temas de coyuntura local y despejar su intención de convertirse en candidata, pese a las presiones del Gobierno y de la oposición que demandaban su pronunciamiento. La expresidenta rompió su discreción en contadas ocasiones, mediante cartas públicas, y la estrategia fue funcional al respaldo ciudadano que ha sido descrito por los analistas como un fenómeno.
Bachelet encuentra al bloque de partidos de la Concertación con una popularidad del 22%, considerablemente inferior a sus niveles de apoyo. Las últimas elecciones municipales, sin embargo, fueron un balón de oxígeno para la coalición de centroizquierda, que recuperó alcaldías importantes de Chile y se quedó con el gobierno de un 48,96% de la población. Desde entonces se instaló una nueva correlación de fuerzas: un 36,11% de los chilenos vive en lugares liderados por dirigentes de la Alianza, el conglomerado de Piñera.
La expresidenta llega a Chile preocupada por los niveles de desprestigio de las instituciones democráticas, como el Poder Judicial y el Congreso, y una de las principales incógnitas que deberá despejar en las próximas horas será la distancia que tomará respecto de las colectividades que la apoyan. De acuerdo a sus asesores, un círculo pequeño que actúa con discreción total, su campaña estará teñida con dirigentes sociales desconocidos y no por las clásicas figuras de la Concertación. Como en su primer Gobierno, pero con mayor fuerza, se repetirán dos conceptos: caras nuevas y paridad.
Bachelet se ha hecho un diagnóstico profundo de Chile desde Nueva York, donde se radicó sin su familia en septiembre de 2010. De acuerdo a su círculo, emprenderá una agenda de reformas profundas que, sin llegar a ser revolucionaria ni izquierdista, se centrará en cinco ítems prioritarios que no se han resuelto en las últimas dos décadas: reforma tributaria, educacional, de salud y laboral y cambios del sistema electoral.
En una columna publicada ayer en el periódico La Tercera, el politólogo Robert Funk, del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, señaló: “Aunque es cierto que una buena parte de la ciudadanía exige cambios profundos, también habrá presión para no implementar medidas que puedan frenar la expansión económica”.
La exdirectora de ONU Mujeres comenzará el lunes con sus actividades de campaña y tiene previsto, en breve, comenzar una gira por Chile para escuchar a organizaciones sociales y líderes políticos. El 13 de abril será proclamada por dos partidos de la Concertación, el socialista y el PPD y, después de ser inscrita como candidata, el 30 de junio se medirá en elecciones primarias con el abanderado democristiano, Claudio Orrego (1%); el presidente del Partido Radical, José Antonio Gómez (1%); y su exhombre de confianza y ministro de Hacienda de su Gobierno, el economista Andrés Velasco (2%).

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