Tito se pone el chándal
El técnico del Barça, tratado ya del tumor en la glándula parótida, regresa 67 días después para dirigir un entrenamiento ● No viaja a Vigo, pero sí que lo hará a Paris
Jordi Quixano
Barcelona
29 MAR 2013 - 16:03 CET3
Cuando se enteraron de la inquietante noticia, la dirección deportiva
y la cúpula del Barça acordaron que estaba primero la persona antes que
el reto deportivo, por más que se jugaran millones de euros y elogios,
quizá también confiados en un grupo de futbolistas que se intuía responsable ante la falta de orden y mando.
Tito Vilanova, operado el 20 de diciembre de un tumor en la glándula
parótida por segunda vez, aunque presente en el derbi ante el Espanyol
el 6 de enero y frente al Málaga y la Real Sociedad una semana después,
se marchó el 21 de ese mes a Nueva York para seguir un tratamiento
especializado. Desde entonces, el equipo, bajo la voz de Jordi Roura y
la dirección telefónica del propio Tito, ha disputado 15 encuentros, con
un saldo de 10 triunfos, dos empates y tres derrotas (40 goles a favor
por 17 en contra), con el varapalo de la eliminación copera frente al
Madrid y la algarabía por el remonte frente al Milan en los octavos de
la Champions. 67 días después, Tito regresó a la ciudad deportiva azulgrana.
“Vuelve el entrenador, el jefe, y eso es importante para nosotros
porque es una inyección de vitalidad”, confirmó Roura en la rueda de
prensa de este viernes.
Acusado el grupo de cierta flojera competitiva y escaso ritmo físico tras caer contra el Madrid en Copa, además de titilar ante Sevilla, Deportivo y Milan, en la ida europea, asumió como naturales las críticas Roura, técnico en funciones que siempre tuvo claro su cometido, como se lo aclaró a Vilanova la noche en que este le llamó para darle la noticia, tres días antes de medirse al Valladolid. “Si me toca, me toca, pero aquí sigues mandando tú”, le dijo Roura. Y, aunque no fuera presencialmente –más bien a 6.172 kilómetros-, el club creó un dispositivo para que así fuera, con repetidas videoconferencias con el área deportiva no solo para decidir la configuración de la plantilla del curso próximo, sino también para ordenar titularidades, suplencias, relevos –durante el partido la comunicación era telefónica con el preparador Aureli Altimira-, además de ver cada día a través de un circuito de cámaras los entrenamientos. “Tito está más activo que nunca”, señaló Roura. “Trabaja desde la distancia”, confirmó el director deportivo Andoni Zubizarreta. Pero eso se acabó.
Aterrizado en Barcelona el día 26 a primera hora de la mañana y con el respaldo absoluto del Barça –creó un vídeo para darle la bienvenida bajo las palabras de Tu lucha es nuestra fuerza, guiño a la frase que un tiempo antes le expresó el propio técnico a Abidal-, Tito se puso de nuevo el chándal. Queda por ver, en cualquier caso, cuál es el ritmo que se impone, toda vez que desde el club ya avisaron que “su incorporación al trabajo será de manera progresiva”. Apostilló Roura: “Los 10-15 días posteriores al tratamiento son duros, hay efectos secundarios”. Por ello, ya se sabe que no viajará a Vigo, donde juega el Barça mañana a las 18.00 (Canal + L/Gol T). “En principio no irá al partido ante el Celta. No es bueno, todavía. Pero veremos la evolución porque hay muchas probabilidades de que venga a París”, confirmó Roura.
Con las bajas de los lesionados Puyol, Adriano, Pedro, Alba y Xavi –“jugó porque tenían autorización médica. Médica de los médicos de la selección española”, señaló Roura- el Barça presentará un equipo repleto de teóricos suplentes. “Jugarán otros, que por eso están en la plantilla. Totales garantías”, aclaró Roura, que mira al cielo de Vigo porque el césped está encharcado y no parece probable que cesen las precipitaciones. “El verdadero problema se puede originar si el balón no corre”, dijo el segundo entrenador azulgrana. A pocos metros, sin embargo, estaba el primero, preparando la sesión del grupo. “Estamos muy contentos por su vuelta desde un punto de vista profesional y personal”, remató Roura.
Acusado el grupo de cierta flojera competitiva y escaso ritmo físico tras caer contra el Madrid en Copa, además de titilar ante Sevilla, Deportivo y Milan, en la ida europea, asumió como naturales las críticas Roura, técnico en funciones que siempre tuvo claro su cometido, como se lo aclaró a Vilanova la noche en que este le llamó para darle la noticia, tres días antes de medirse al Valladolid. “Si me toca, me toca, pero aquí sigues mandando tú”, le dijo Roura. Y, aunque no fuera presencialmente –más bien a 6.172 kilómetros-, el club creó un dispositivo para que así fuera, con repetidas videoconferencias con el área deportiva no solo para decidir la configuración de la plantilla del curso próximo, sino también para ordenar titularidades, suplencias, relevos –durante el partido la comunicación era telefónica con el preparador Aureli Altimira-, además de ver cada día a través de un circuito de cámaras los entrenamientos. “Tito está más activo que nunca”, señaló Roura. “Trabaja desde la distancia”, confirmó el director deportivo Andoni Zubizarreta. Pero eso se acabó.
Aterrizado en Barcelona el día 26 a primera hora de la mañana y con el respaldo absoluto del Barça –creó un vídeo para darle la bienvenida bajo las palabras de Tu lucha es nuestra fuerza, guiño a la frase que un tiempo antes le expresó el propio técnico a Abidal-, Tito se puso de nuevo el chándal. Queda por ver, en cualquier caso, cuál es el ritmo que se impone, toda vez que desde el club ya avisaron que “su incorporación al trabajo será de manera progresiva”. Apostilló Roura: “Los 10-15 días posteriores al tratamiento son duros, hay efectos secundarios”. Por ello, ya se sabe que no viajará a Vigo, donde juega el Barça mañana a las 18.00 (Canal + L/Gol T). “En principio no irá al partido ante el Celta. No es bueno, todavía. Pero veremos la evolución porque hay muchas probabilidades de que venga a París”, confirmó Roura.
Con las bajas de los lesionados Puyol, Adriano, Pedro, Alba y Xavi –“jugó porque tenían autorización médica. Médica de los médicos de la selección española”, señaló Roura- el Barça presentará un equipo repleto de teóricos suplentes. “Jugarán otros, que por eso están en la plantilla. Totales garantías”, aclaró Roura, que mira al cielo de Vigo porque el césped está encharcado y no parece probable que cesen las precipitaciones. “El verdadero problema se puede originar si el balón no corre”, dijo el segundo entrenador azulgrana. A pocos metros, sin embargo, estaba el primero, preparando la sesión del grupo. “Estamos muy contentos por su vuelta desde un punto de vista profesional y personal”, remató Roura.
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