viernes, 29 de marzo de 2013

La Izquierda en AL.

La izquierda se afianza en Sudamérica

La opción política, desde su vertiente moderada a la radical, avanza en ocho de los 10 grandes países de la región y en algunos ni siquiera tiene un rival de peso

De izquierda a derecha, Cristina Fernández, Nicolás Maduro, José Mujica y Evo Morales ante el féretro de Hugo Chávez, el 6 de marzo en Caracas. / AP

Resulta equivocado observar a Latinoamérica como un conjunto homogéneo. Algunos partidos hegemónicos vuelven al poder, como el Revolucionario Institucional (PRI) en México el año pasado o como lo intentará el Colorado en Paraguay el 21 de abril próximo. Otros expresidentes quieren regresar, como la chilena Michelle Bachelet o el uruguayo Tabaré Vázquez, ambos socialistas. Muchos jefes de Estado buscaron su reelección y la lograron, como el fallecido Hugo Chávez en Venezuela en 2012 o Rafael Correa en Ecuador el mes pasado.
Sin embargo, algunos analistas observan tendencias comunes, como la del avance de la izquierda. “Estamos en una etapa excepcional en América Latina: hay gobiernos de más larga duración, con presidentes que terminan su periodo con alta popularidad y no tienen que huir en helicóptero de la casa de Gobierno”, opina el director de la carrera de Relaciones Internacionales de la argentina Universidad de Belgrano, Julio Burdman. El politólogo también señala que “en términos históricos, las izquierdas latinoamericanas —pues no hay una solo, sino que van desde el chavismo hasta la socialdemocracia—, están atravesando un buen momento y tienen perspectivas de continuidad”. Burdman aclara que en este sentido Sudamérica cada vez se parece menos a México y Centroamérica.
Fuente: elaboración propia. / EL PAÍS
“Tras el regreso de la democracia a la región, en los ochenta, había rechazo a las reelecciones y ahora sucede lo contrario”, observa el director para América Latina de la ONG International IDEA, Daniel Zovatto. “Todos los que la buscaron ganaron, salvo Daniel Ortega en Nicaragua en 1990 e Hipólito Mejía en República Dominicana en 2002. Muchos presidentes cambiaron las constituciones para incorporar la reelección. Y han ganado las elecciones, con mucha comodidad, en primera vuelta y con mayoría en el Congreso”, añade Zovatto, que advierte sobre la falta de renovación de liderazgos y sobre el impacto en la política de una eventual desaceleración del alto crecimiento económico de la región, sobre todo de Sudamérica.
La izquierda bolivariana está logrando conservarse en el poder. Después del 54% de Chávez en octubre pasado, este año comenzó con el 57% de sufragios a favor de Correa. El calendario electoral latinoamericano continuará el 14 de abril con la contienda entre el sucesor interino del presidente venezolano, Nicolás Maduro, y el opositor Henrique Capriles. Algunas encuestas indican que Maduro tiene el 48% de la intención de voto, frente al 33% de Capriles, que ha optado por abrazar el centroizquierda inspirado en el expresidente brasileño Lula da Silva.
En diciembre de 2014 se celebrarán comicios presidenciales en Bolivia y se espera que Evo Morales vuelva a presentarse por un tercer mandato. La Constitución boliviana de 2009 prohíbe una segunda reelección, pero los seguidores de Morales argumentan que el presidente había sido elegido por primera vez, en 2006, bajo la anterior Carta Magna. La oposición rechaza este planteamiento, pero será la justicia la que determine su constitucionalidad.
Donde la izquierda socialdemócrata ha perdido un Gobierno es en Paraguay, después de la polémica destitución en 2012 del entonces presidente Fernando Lugo, el exobispo que había acabado en 2008 con 61 años del Partido Colorado en el poder. Para las próximas elecciones las encuestas marcan que los colorados pueden regresar al Gobierno, como lo hizo el PRI en México después de 71 años de hegemonía interrumpidos por otros 12 del conservador Partido Acción Nacional (PAN). El colorado Horacio Cartes cuenta con el 30% de la intención de voto en ciertos sondeos, frente al 22% del liberal Efraín Alegre, correligionario del actual presidente Federico Franco. La izquierda se encuentra dividida entre el periodista televisivo Mario Ferreira, que perdió el apoyo de Lugo, y el candidato del exobispo, Aníbal Carrillo, con el 19% y el 7%, respectivamente. Lugo, a quien la Constitución le prohíbe postularse a presidente, irá por un escaño en el Senado. Las elecciones normalizarán la situación institucional de Paraguay, que el año pasado fue suspendido como miembro de Mercosur y de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) por lo que se consideró un golpe de Estado parlamentario gestado por colorados y liberales.
En Chile, Bachelet, que presidió el país entre 2006 y 2010, acaba de regresar a su país y tiene altas probabilidades de liderar el regreso al poder del centroizquierda, que gobernó durante 20 años hasta que la derecha de Sebastián Piñera la desplazó. Las elecciones se celebrarán el 17 de noviembre. Otro expresidente que vuelve es Vázquez, que gobernó Uruguay entre 2005 y 2010. Vázquez admitió que será candidato en octubre de 2014 si lo apoyan los dos sectores del Frente Amplio, el del presidente uruguayo, José Mujica, y el de su vicepresidente, Danilo Astori, que representan al ala izquierda y a la centrista.
Pero antes, a finales de este año, habrá elecciones legislativas en Argentina. Estos comicios resultan clave para ver si el kirchnerismo, que en la actualidad tiene mayoría en el Congreso, amplía su control a los dos tercios de los legisladores necesarios para reformar la Constitución y abolir la prohibición de que Cristina Fernández busque una segunda reelección en 2015. La jefa de Estado dijo el pasado 1 de marzo que no habrá reforma constitucional, pero ministros y gobernadores de provincia la alientan. Burdman cree en la palabra de Fernández y considera que sus seguidores en realidad buscan que no se anticipe la pelea por la sucesión, sobre todo ante las intenciones explícitas del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, de sucederla siempre y cuando ella no se postule. Burdman considera que en las elecciones el peronismo decidirá si el próximo candidato presidencial será kirchnerista, o sea, más volcado a la izquierda, o algún referente de centro o derecha, como Scioli, que por ahora es fiel a Fernández. El Frente Amplio Progresista (FAP), del socialista Hermes Binner, deberá pelear en estos comicios por mostrarse como principal fuerza de oposición frente a la conservadora Propuesta Republicana (PRO), de Mauricio Macri, y al peronismo antikirchnerista.
En 2014 también habrá elecciones presidenciales en Brasil. En el gigante sudamericano se prevé que el Partido de los Trabajadores (PT) busque la reelección de Dilma Rousseff, frente a un Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) que aún carece de un líder claro.

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