Bruselas apoya que los depósitos de más de 100.000 euros costeen nuevos rescates
La Comisión aboga por que los depósitos de más de 100.000 ayuden a reflotar bancos
La propuesta está incluida en un borrador para una nueva normativa comunitaria
Agencias
Madrid
/
Bruselas
26 MAR 2013 - 13:29 CET521
La Comisión Europea ha reconocido este martes que su propuesta para
reformar el sistema bancario europeo prevé que los depositantes con más
de 100.000 euros en el banco paguen parte de la factura de futuros
rescates de entidades en apuros. La propuesta está incluida en un
borrador presentado en junio de 2012, según ha admitido este martes la
propia Comisión. No obstante, ante el hecho de que ya se ha aplicado en
el rescate de Chipre, ha vuelto al primer plano de la actualidad ante el
temor de que se acelere su entrada en vigor, prevista para 2008. Pese a
ello, el Ejecutivo comunitario ha insistido en que todavía está en
estudio. Además, se ha esforzado en destacar que los ahorradores con
menos de 100.000 euros no se verían afectados en ningún caso por la
medida.
“En la propuesta de la Comisión, que está en estos momentos en discusión, no se excluye que los depósitos de más de 100.000 euros puedan formar parte de los activos susceptibles de contribuir al rescate” junto a los bonistas, accionistas o acreedores, ha afirmado Chantal Hughes, portavoz oficial del comisario de Mercado Interior, Michael Barnier.
La cuestión es que este mismo lunes el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, abogó por usar la vía chipriota y recurrir a la quita a los grandes ahorradores en los próximos rescates, con lo que se evitaría que sean los contribuyentes los que paguen el reflotamiento de los bancos. Este fue el mismo principio al que aludió la Comisión cuando presentó su propuesta hace unos meses. Sin embargo, el momento elegido por Dijsselbloem para volver a ponerla sobre la mesa no ha sentado nada bien. Sobre todo, porque la ligó al modelo de rescate aplicado en Chipre y defendió el uso de esta vía en próximas crisis bancarias, lo que choca de frente con las reiteradas explicaciones de Bruselas de que el caso chipriota era único. El resultado de todo ello es que se dispara la confusión, lo que ha puso en alerta a los inversores y ha vuelto a hacer sonar las alarmas este martes en los mercados. Además, es una llamada en toda regla para que los grandes ahorradores saquen su dinero de la eurozona, lo que complicará aún más la situación de las entidades financieras.
El revuelo causado por Dijsselbloem obligó al Eurogrupo, que es la institución que agrupa a los ministros de Finanzas del euro, a emitir un comunicado formal desmintiendo a su presidente. "Chipre es un caso específico con un rescate hecho a su medida en el que no se ha usado un modelo o patrón" extensible a otros países con problemas en su sector financiero, afirmaba el texto.
También el vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Competencia, Joaquín Almunia, o el ministro español de Economía, Luis de Guindos, se han visto obligados a salir al paso de las palabras del jefe del Eurogrupo y han negado que el modelo de rescate aplicado a Chipre pueda servir para España. Según han coincidido Almunia y Guindos, la situación del diminuto país mediterráneo es específica y única, por lo que no puede extrapolarse a otros países.
“En la propuesta de la Comisión, que está en estos momentos en discusión, no se excluye que los depósitos de más de 100.000 euros puedan formar parte de los activos susceptibles de contribuir al rescate” junto a los bonistas, accionistas o acreedores, ha afirmado Chantal Hughes, portavoz oficial del comisario de Mercado Interior, Michael Barnier.
La cuestión es que este mismo lunes el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, abogó por usar la vía chipriota y recurrir a la quita a los grandes ahorradores en los próximos rescates, con lo que se evitaría que sean los contribuyentes los que paguen el reflotamiento de los bancos. Este fue el mismo principio al que aludió la Comisión cuando presentó su propuesta hace unos meses. Sin embargo, el momento elegido por Dijsselbloem para volver a ponerla sobre la mesa no ha sentado nada bien. Sobre todo, porque la ligó al modelo de rescate aplicado en Chipre y defendió el uso de esta vía en próximas crisis bancarias, lo que choca de frente con las reiteradas explicaciones de Bruselas de que el caso chipriota era único. El resultado de todo ello es que se dispara la confusión, lo que ha puso en alerta a los inversores y ha vuelto a hacer sonar las alarmas este martes en los mercados. Además, es una llamada en toda regla para que los grandes ahorradores saquen su dinero de la eurozona, lo que complicará aún más la situación de las entidades financieras.
El revuelo causado por Dijsselbloem obligó al Eurogrupo, que es la institución que agrupa a los ministros de Finanzas del euro, a emitir un comunicado formal desmintiendo a su presidente. "Chipre es un caso específico con un rescate hecho a su medida en el que no se ha usado un modelo o patrón" extensible a otros países con problemas en su sector financiero, afirmaba el texto.
También el vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Competencia, Joaquín Almunia, o el ministro español de Economía, Luis de Guindos, se han visto obligados a salir al paso de las palabras del jefe del Eurogrupo y han negado que el modelo de rescate aplicado a Chipre pueda servir para España. Según han coincidido Almunia y Guindos, la situación del diminuto país mediterráneo es específica y única, por lo que no puede extrapolarse a otros países.
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