En México existen grandes territorios, tan extensos como algunos países europeos, en los cuales la presencia del Estado mexicano es nula, a esto se le denomina un "Estado Fallido". Espacios que no se cubren son tomados por otras fuerzas o agentes sociales, irremediablemente.
En México ocurre que las poderosas bandas de narcotraficantes han asumido el control territorial de casi todos los estados (provincias) del norte del país, porque así convienen a su intereses económicos y políticos, ya que esos territorios son claves para el trasiego de drogas, armas y dinero en efectivo entre Estados Unidos y México.
En México, como en otras latitudes, se ha generado la "narcopolítica" como una fuerza importante para controlar las instituciones gubernamentales, el crimen organizado impone candidatos a las presidencias municpales y a las gubernaturas, también. Quizá en un futuro no lejano nos toque observar la imposición de un candidato a la presidencia de la república, que cuide y vigile sus intereses ilícitos.
Ayer se llevaron a cabo las elecciones intermedias en la mayor parte del páis, y es muy posible que muchos de los triunfadores en los comicios, sean miembros o representantes de los grupos de narcotraficantes. Es posible también que las campañas políticas hayan sido financiadas con recursos de origen ilegítimo, y ya que la ley electoral no alcanza a determinar los órigenes de los dineros vertidos en las campañas políticas, ese es un terreno minado para que la autoridad investigue.
El Estado no está cumpliendo con su función esencial que es la de garantizar la seguridad de sus ciudadanos y la de ofrecer garantías de superviviencia para sus clases más desposeídas.
¿Estamos ya ante un Estado fallido?
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