El descenso de la natalidad registrado por primera vez en 2009, tras una década de aumento constante, continúa la misma tendencia en el primer semestre del pasado año, cuando se registraron un total de 235.373 nacimientos, un 3,2 por ciento menos que en el mismo periodo del año anterior.
Este descenso es resultado del efecto combinado de una menor fecundidad y de una reducción progresiva del número de mujeres en edad fértil.
Así, el número medio de hijos por mujer ha descendido y se ha situado en 1,38, según los datos de la encuesta Movimiento Natural de la Población difundidos hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Los nacimientos de madre de nacionalidad extranjera fueron 47.305, lo que supone un 20,1% del total, un dato prácticamente idéntico al mismo periodo de 2009 (20,2% del total).
Durante los seis primeros meses de 2010, el descenso de la natalidad produjo una reducción del saldo vegetativo (diferencia entre el número de nacimientos y defunciones), que fue de 35.734 personas frente a las 44.184 del mismo periodo.
Según los datos del INE, la esperanza de vida al nacimiento mantiene la tendencia al alza de 2009 y se sitúa en 78,66 años en los hombres y 84,65 en las mujeres.
En el primer semestre del pasado año la cifra de fallecimientos se mantuvo en los mismos niveles que en 2009 y alcanzó los 199.639, con lo que la tasa bruta de mortalidad se sitúa en 8,35 fallecidos por cada mil habitantes.
Los fallecidos extranjeros representaron el 2,3% del total, pese a que este colectivo representa más del 12% de la población residente.
Ocho de cada diez de estos fallecimientos correspondieron a ciudadanos de la Unión Europea, que son los extranjeros residentes en España con edades medias más avanzadas, especialmente los del Reino Unido y Alemania, que representaron el 27,2 y el 16% del total, respectivamente.
El número de matrimonios celebrados en los seis primeros meses del año ascendieron a 75.708, un 3,8% menos que en el mismo periodo de 2009, lo que redujo la tasa bruta de nupcialidad hasta 3,75 por cada mil habitantes.
En el 24,4% de los matrimonios, al menos uno de los cónyuges era extranjero.
Los matrimonios entre personas del mismo sexo representaron el 2,5%. En el 62,9% ambos contrayentes eran hombres y en el 37,1%, mujeres.
Por comunidades autónomas, el INE señala que la tasa de natalidad se redujo en todas, salvo en Canarias, Castilla y León y Cantabria, además de en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
Las comunidades con menores tasas de natalidad fueron Asturias (7,48 nacidos por cada mil habitantes), Galicia (8,09) y Castilla y León (8,13).
Por el contrario, las que registraron las mayores tasas de natalidad fueron Murcia (12,62), Madrid (11,63), Cataluña (11,54), y Ceuta (18,30) y Melilla (16,07).
Las tasas de mortalidad más elevadas se dieron en Asturias (12,16 defunciones por cada mil habitantes), Galicia (11,10) y Castilla y León (10,87).
La tendencia a la reducción del número de matrimonios, en términos relativos, también fue un fenómeno común en la mayoría de las regiones.
De hecho, la tasa de nupcialidad solo se incrementó en Canarias, Cantabria, Comunidad Valenciana y Murcia.
El siguiente cuadro recoge, por comunidades autónomas, la tasa bruta de nupcialidad, natalidad y mortalidad.
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