El vestuario del Barcelona vive tiempos de bonanza. Títulos, premios, reconocimientos en todo el mundo y un fútbol admirado por seguidores y contrincantes. Y gestionando el éxito, Guardiola, que vela por que nada ni nadie pueda distorsionar este momento de gloria.
Por eso es motivo de preocupación para el míster que cuatro coches de paparazzi persigan día y noche a uno de los integrantes de su vestuario. El objetivo es Gerard Piqué, convertido en la nueva pareja de baile de Shakira.
"Ella lo irá contando todo poco a poco", asegura una persona de su entorno
Hace menos de un mes que la cantante colombiana anunció su ruptura con Antonio de la Rúa, quien fue su novio durante una década.
Fue una noticia esperada porque desde agosto pasado se sabía que Shakira meditaba poner patas arriba su vida personal. Había conocido a alguien tan importante para ella que estaba dispuesta a acabar con sus planes de casarse y tener hijos con De la Rúa, hijo del ex presidente argentino Fernando de la Rúa. Y es que en vísperas del Mundial de Sudáfrica y mientras medio mundo bailaba el Waka-waka, ella conocía a Piqué, una de las estrellas que participó en el vídeo de la canción que se convirtió en el himno de la competición futbolística.
Pero no fue hasta el verano cuando la pareja comenzó a verse con discreción.
Con la coartada de que en Barcelona vive una de las hermanas de Shakira, esta viajaba a la ciudad con asiduidad. Y con la coartada de que ella era amiga suya, Piqué la visitaba. Los paparazzi que siguen a la cantante no paran de contar: casas rurales alquiladas en el Ampurdán, hoteles junto al mar de pocas habitaciones, paseos por la playa, aviones privados...
Lo que no encajaba en la historia era la presencia de Antonio de la Rúa en la foto oficial. Pero quienes conocían bien la relación de Shakira y su entonces novio, hablan de que estaban juntos no por amor y sí por cariño. Una relación que al parecer están dispuestos a mantener, entre otras cosas, porque De la Rúa trabaja para la empresa que representa a Shakira.
Para el vestuario del Barça no es un secreto que Piqué baila el Waka-waka desde hace tiempo. Y en la selección ya no se bromea con el beso de Iker Casillas a Sara Carbonero, sino con Piqué y Shakira.
Él solo admite "amistad". Por eso la indiscreción del periodista Javier Sardá que relató cómo vio a la pareja besarse apasionadamente en un restaurante, les dejó en evidencia. La presión es tal que Guardiola ha hablado con el jugador para que intente manejar la situación sin que esta altere su juego.
El entorno de la pareja les aconseja que no se escondan más, que aparezcan en público. "Ella lo irá contando todo poco a poco", ha explicado alguien muy cercano a Shakira.
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