El presidente egipcio, Hosni Mubarak, ha anunciado esta noche que ha pedido al Gobierno su dimisión y que nombrará un nuevo Ejecutivo en las próximas horas, después de la jornada de manifestaciones masivas en contra de su régimen que ha obligado a desplegar al Ejército para contener las protestas.
"He pedido al Gobierno que dimita hoy y habrá un nuevo Gobierno mañana", aseguró en su primer mensaje a la nación, televisado, tras el estallido de la revuelta el pasado martes. Mubarak ha lamentado "las víctimas inocentes de ambos bandos" y ha asegurado que las manifestaciones "no deberían haberse producido".
Además, ha afirmado que "la soberanía será devuelta al pueblo" y ha recalcado que las "metas no pueden ser alcanzadas con la violencia" sino con "diálogo nacional". Tras reconocer que está "preocupado" por las movilizaciones de los últimos cuatro días, ha dicho que él "siempre" ha estado "al lado de la gente". "Y seguiré haciéndolo", ha añadido. Mubarak se ha comprometido a reducir el desempleo y a mejorar la educación y el sistema sanitario, además de tomar "todas las medidas para mantener la seguridad y la libertad" en el país.
Violentas protestas
La comparecencia del presidente no ha aplacado la revuelta. Los enfrentamientos entre policías y manifestantes en Egipto tomaron ayer mayor intensidad y se han convertido ya en la mayor de las demostraciones de protesta que se han vivido en los países árabes tras la revolución tunecina.
Las revueltas se suceden en las principales ciudades del país y el Gobierno se vio obligado ayer a decretar el toque de queda entre las seis de la tarde y las siete de la mañana (una hora menos en la España peninsular) en todo el país (inicialmente lo hizo solo en El Cairo, Alejandría y Suez; pero horas después extendió la prohibición a todo el territorio).
El Gobierno ha decidido recurrir al Ejército para ayudar a la policía a controlar la situación. Numerosos países, España entre ellos, han recomendado a sus ciudadanos no viajar a Egipto y EE UU, un aliado fundamental de El Cairo, ha asegurado que revisará en los próximos días las ayudas que le otorga (más de 1.100 millones de euros).
Al menos 29 personas han muerto en las ciudades de El Cairo y Suez por las protestas, según el último recuento. 16 de ellas fallecieron 16 personas en hospitales de El Cairo, donde además se contabilizan un millar de heridos, mientras que en Suez murieron 13 personas y hay 75 heridos.
De poco ha servido la prohibición de permanecer en la calle. Con la llegada de la noche, las cámaras de televisión -Al Yazira está conectando en directo con las calles de El Cairo- siguen mostrando numerosas escaramuzas e incendios en la capital egipcia.
El más significativo, además de la quema de varios edificos gubernamentales, ha sido el de la sede del Partido Nacional Democrático, la formación oficial del régimen. Aunque por el valor de su contenido, preocupa más que las llamas en varios edificios del centro de la ciudad pudieran afectar al Museo Egipcio,que está protegido por agentes para evitar saqueos.
Tampoco ha logrado hasta ahora el efecto deseado la implicación del Ejército. Grupos de personas se subieron por la tarde a los carros de combate desplegados en Suez, mientras los soldados trataban de hacerles retroceder. En esta misma localidad, horas antes del despliegue militar, testigos citados por Reuters vieron a un grupo de personas cargando el cuerpo de un hombre y acusando a la policía de haberlo matado en una manifestación.
En El Cairo, los manifestantes comenzaron la jornada, también después de la plegaria de mediodía (el viernes equivale al domingo en los países occidentales), en las inmediaciones del palacio presidencial para tratar de avanzar desde allí hacia la céntrica plaza de Tahrir, aunque cualquier edificio gubernamental ha sido bueno para que concentrar una multitud frente a él.
Los agentes intentaron desviar a los manifestantes a Garden City, un barrio que fue concebido por los británicos durante la colonización para evitar las protestas, debido a su forma laberíntica. Pese al empeño de la policía en dispersar a la gente, la protesta más bien creía con nuevos grupos. Iban equipados con agua, bebidas carbonatadas y refrescos de cola, que están comenzando a agotarse, porque han aprendido de la protesta de Túnez que estas bebidas son las más eficaces contra los efectos de los gases lacrimógenos.
El régimen egipcio de Hosni Mubarak ha bloqueado el acceso a Internet en todo el país árabe en un intento de hacer fracasar la gran jornada de protestas prevista para este viernes y en la que por vez primera iban a participar los Hermanos Musulmanes, la gran fuerza islamista de Egipto, y Mohamed El Baradei, quien ha sido puesto en arresto domiciliario.
Los jóvenes egipcios y los organizadores de las marchas que desde el martes se llevan a cabo por todo el país han empleado masivamente Facebook y Twitter para coordinarse.
Ahora ya no lo podrán hacer. Además, desde esta mañana tampoco funcionan los teléfonos móviles en El Cairo y posiblemente tampoco en el resto del país, por lo que los participantes en las manifestaciones tampoco están pudiendo enviar mensajes ni hacer llamadas.
El bloqueo de las comunicaciones no está siendo la única medida del régimen. También está la contaminación de las informaciones. En la televisión estatal, se ha reconocido que los manifestantes "han tomado las calles", aunque según una curiosa interpretación lo han hecho "para expresar su apoyo a Mubarak".
Coherentemente con esas informaciones, los reporteros de la televisión estatal han señalado que "no se ha producido ningún enfrentamiento" ni ningún "acto de violencia por parte de las fuerzas de seguridad", aunque han reconocido "algunas interrupciones" en los servicios de teléfono móvil. Todas estás informaciones están siendo recogidas y difundidas en Twitter por Sultan Al Qassemi , un reconocido periodista de Emiratos Árabes Unidos.
Los islamistas se unen a la protesta
Y es que numerosas miradas en el mundo árabe están siguiendo todo lo que pasa el Egipto, que vive las protestas más multitudinarias vistas en los últimos 30 años. El pistoletazo de salida se ha dado después de la oración (el viernes equivale al domingo occidental).
Hoy era el día de la gran revuelta, con mayor participación prevista que en los días previos según los organizadores de la protesta contra el Gobierno del presidente Hosni Mubarak, mayoritariamente jóvenes que se han servido de las redes sociales. Ningún partido, ningún líder político se había destacado como guía. Al menos hasta ayer.
"Si la gente, en particular los jóvenes, si ellos quieren que lidere la transición no voy a defraudarlos". Mohamed el Baradei aterrizó el jueves en el aeropuerto de El Cairo con la intención de unirse hoy a las protestas que desde el martes se llevan a cabo por las calles de todo el país. Ayer por la noche el principal partido opositor, los Hermanos Musulmanes, anunció que también estará presente en las calles.
"Los Hermanos Musulmanes participaremos en las manifestaciones del viernes del cólera... con todas las fuerzas nacionales y el pueblo egipcio", afirma en un comunicado uno de los dirigentes del partido, Saad Katatni. El grupo asegura que no quieren protagonizar las protestas, pero que finalmente han decidido asistir y que están "dispuestos a mantener una firme presencia en las calles" si la situación lo requiere, según las palabras del portavoz Mohamed Morsi recogidas en la web del partido.
En un día que ya se prevía intenso, la tensión no tardó mucho en estallar. En la noche del jueves, pocas horas después del comunicado de los Hermanos Musulmanes, las fuerzas de seguridad del país detuvieron a ocho de sus dirigentes más destacados y a otras personas de la organización.
Según algunas fuentes, serían hasta 20 personas las arrestadas. "La policía ha detenido a Essam El-Erian y Mohamed Mursi [dos destacadas figuras de la fuerza islamista], y hay otros detenidos. Mucha gente; es difícil conocer el número exacto", confirmó a la agencia Reuters el abogado Abdel-Moniem Abdel-Maksoud. "La razón es conocida: es por lo que se espera que pase mañana [por hoy]".
A pesar de que la formación de los Hermanos Musulmanes no está originalmente detrás de las protestas de los últimos días, pide la disolución del Parlamento así como también la liberación de las personas que han sido detenidas desde que éstas empezaran. Más de un centenar de miembros del partido, ilegal pero tolerado por el régimen, ya fue detenido poco antes de las elecciones del pasado noviembre, de las que acabaron por retirarse al considerarlas fraudulentas.
Las demandas de Los Hermanos Musulmanes
Los Hermanos Musulmanes advirtieron al Gobierno de Mubarak a través de un comunicado colgado en su web el pasado 19 enero (seís días antes del martes de la ira) de que la paz no durará mucho si no se acometen una serie de reformas urgentes. Los islamistas fijaron cinco objetivos principales:
1) Abolición del estado de emergencia, vigente desde 1981, y que en mayo de 2010 se renovó. Amparándose en este estado la policía reprime sistemáticamente a los hermanos, que aunque están ilegalizados como partido son semitolerados por el régimen y se les permite presentarse a las elecciones como independientes
2) Disolución del Parlamento y celebración de elecciones libres y justas. En diciembre Egipto celebró unos comicios parlamentarios marcados por el pucherazo y en los que el gobernante Partido Nacional Democrtático de Mubarak barrió a la oposición.
3) La enmienda de los artículos 76, 77 y 78 de la Constitucion, relacionados con el sistema electoral
4) Unas elecciones presidenciales en base a esas enmiendas
5) La desestimación del actual Gobierno y la formación de uno nuevo que responda a las demandas del pueblo egipcio
Exteriores recomienda no viajar a Egipto
El Ministerio español de Asuntos Exteriores "desaconseja todo viaje no esencial a Egipto". Según el aviso publicado por el Ministerio en su web, que recuerda que las comunicaciones de móvil e Internet se han suspendido en el país, las personas que se encuentren en Egipto deberían "extremar la precaución y mantenerse alejados de las manifestaciones que ahora han adquirido un componente violento". Por ello, se recomienda respetar el toque de queda (de seis de la tarde a siete de la mañana) y, "permanecer en los hoteles" si se está en una zona urbana.
No ha sido España el único país en realizar un aviso similar. EE UU ha pedido a sus ciudadanos que se abstengan de viajar a Egipto hasta que se estabilice la situación. Francia pide evitar los viajes, salvo los "estrictamente necesarios" y Reino Unido no ha emitido recomendación de no viajar pero sí de alejarse de las protestas.
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