viernes, 28 de enero de 2011

Barcelona prohibe andar desnudos por las calles.

El grupo municipal del PSC ha hecho hoy caso omiso a su socio de gobierno en el ayuntamiento, ICV-EUiA, y ha aprobado en la comisión de gobierno la modificación de la ordenanza cívica para prohibir el nudismo y el seminudismo en Barcelona.

La intención del grupo del PSC, que cuenta con el apoyo en esta cuestión de CiU, en la oposición, es que pasear desnudo o en bañador por Barcelona, excepto en las piscinas, playas y calles adyacentes, quede prohibido antes del verano.

La modificación, que deberá pasar un período de exposición pública y ser aprobada en el pleno, indica que las personas que vayan desnudas o en bañador en espacios públicos no autorizados serán sancionadas con multas de entre 120 y 500 euros si no hacen caso al requerimiento de la Guardia Urbana para que se vistan.

"Es un grave error político que el PSC no haya atendido nuestra petición de retirar este punto del orden del día de la comisión de gobierno", ha lamentado el presidente del grupo municipal de ICV-EUiA, Ricard Gomà.

El segundo teniente de alcalde ha exigido a los socialistas que "abandonen la deriva hacia posiciones de populismo punitivo y no se deje arrastrar hacia la agenda que, de manera interesada y demagógica, marcan CiU y PP".

Gomà considera "incomprensible que el PSC quiera aprobar en las postrimerías del mandato" una regulación que "responde a una mirada conservadora e intransigente" sobre la ciudad.

"El vestir es un instrumento de expresión de la identidad que responde a la libertad individual de cada persona", ha asegurado Gomà, que ha recordado que "el nudismo y el seminudismo no han provocado en Barcelona ningún conflicto de convivencia".

Ricard Gomà ha apuntado que "estamos ante un episodio de legislación simbólica" y ha dicho que "es del todo innecesario" normativizar estas conductas en el espacio público.

"La convivencia en las ciudades -sostiene el concejal ecosocialista- se construye desde el respeto a la diferencia, y no estableciendo líneas divisorias absolutamente subjetivas entre aquello que supuestamente es decente y lo que no lo es".

El alcaldable de ICV-EUiA también ha argumentado que la nueva norma tendrá "difícil aplicabilidad" porque se sustenta en criterios "poco objetivables" y que, además, "supondrá una sobrecarga absurda al cuerpo de agentes de la Guardia Urbana".

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