La destitución y expulsión del presidente Manuel Zelaya en junio de 2009 tuvo un doloroso coste para Honduras. Las inversiones se fueron, la economía se contrajo ?un 3% el año pasado?, las ayudas exteriores se congelaron, el éxodo de hondureños hacia el extranjero aumentó y el país centroamericano, el segundo más pobre de América, fue condenado al ostracismo internacional.
Pero a un año de que Porfirio Lobo asumiera el poder tras las elecciones convocadas en noviembre de 2009, su ministro de Exteriores, Mario Canahuati, opina que la tormenta ha pasado. "Tenemos relaciones con el mundo entero menos con ocho países.
Es una señal clara de respaldo", afirma Canahuati en Madrid. "El presidente Lobo está creando las condiciones para que podamos reingresar a la Organización de Estados Americanos (OEA) en la cumbre de San Salvador, el próximo junio", aventura. Tras su reunión la semana pasada con el secretario de Estado de EE UU para América Latina, Arturo Valenzuela, el canciller asegura que Centroamérica ?"particularmente Honduras"? ha entrado en una nueva etapa en su política exterior.
"Honduras ha pasado tres años de crisis, pero esperamos este año revertir la situación"
"La crisis política agudizó la falta de oportunidades y hubo un aumento de la migración hacia Estados Unidos"
Pregunta. ¿Cómo son sus relaciones con otros países?
Respuesta. Buenas. Hace una semana que recuperamos los acuerdos de cooperación con Alemania, lo que ya ha ocurrido con Inglaterra, EE UU, Canadá y Corea del Sur. El presidente Lobo tiene el respeto de la comunidad internacional.
P. Los países de Unasur (Brasil, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Argentina y Uruguay) no han reconocido su Gobierno.
R. Aún no lo han hecho, pero esperamos que lo hagan pronto. Para nosotros es un tema fundamental.
P. La semana pasada se reunió en Washington con el secretario de Estado de EE UU para América Latina, Arturo Valenzuela, ¿qué resultados obtuvo?
R. La intención del viaje era definir agendas y asegurarnos que tenemos la compenetración que debemos tener en la región.
P. ¿Lobo estará presente en la visita que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, realizará a El Salvador en marzo?
R. Todos los presidentes de la región están invitados. Ahí estaremos.
P. ¿Qué medidas se han tomado para la recuperación del país?
R. Honduras ha pasado tres años de crisis, pero esperamos este año revertir la situación. El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que la economía crecerá un 2,4% en 2011. Nuestra meta es convertirnos en uno de los principales focos de inversión de la región.
P. ¿Y para la reconciliación?
R. Instalamos la Comisión de la Verdad, que es independiente. Solo sabemos que entregará su informe para fines de marzo.
P. ¿La democracia hondureña tiene credibilidad?
R. No tengo ninguna duda.
P. Una ONG cifró en 18 mil el número de inmigrantes centroamericanos secuestrados cada año en México (un 6% del total). 30 de los 72 inmigrantes asesinados el año pasado en Tamaulipas (noreste de México) eran hondureños. La semana pasada, Honduras firmó un acuerdo con el Gobierno mexicano para garantizar la seguridad de los inmigrantes, ¿qué parte corresponde a su país?
R. La crisis política agudizó la falta de oportunidades y hubo un aumento de la migración hacia Estados Unidos a través del territorio mexicano. Hemos establecido un mapa de las zonas de riesgo y detectamos que los asesinados en Tamaulipas fueron secuestrados en el tránsito de Arriaga (Chiapas, sureste de México), hacia la frontera.
P. El Salvador denunció que 40 inmigrantes centroamericanos más habían sido secuestrados en Oaxaca en diciembre, ¿han recibido una respuesta adecuada del Gobierno mexicano?
R. Diría que hemos tenido una respuesta favorable, pero lo que hay que ver son los resultados. Confiamos en que hay las mejores intenciones para resolver este problema.
P. Hasta la ONU llamó la atención de las autoridades mexicanas, que inicialmente se negaron a reconocer la desaparición de los inmigrantes.
R. La situación no es fácil. Es un problema fronterizo no solo de México, sino de la región y de América Latina. Más de 75 mil de los (más de 300 mil) inmigrantes que cruzan la frontera cada año son hondureños.
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