viernes, 2 de noviembre de 2012

Ultimo adiós a las tres fallecidas

Último adiós a las tres fallecidas

Una joven sigue en estado muy crítico y otra muy grave, aunque no se teme por su vida

Llegada del cadáver de Cristina Arce de la Fuente al crematorio del cementerio de La Almudena. / ÁLVARO GARCÍA

Mientras la investigación policial trata de dilucidar lo ocurrido en la fiesta de Halloween celebrada en el recinto deportivo Madrid Arena de la Casa de Campo, familiares y amigos despiden a las tres víctimas. El cuerpo de una de las jóvenes se ha incinerado ya, el otro lo será esta tarde y a la tercera víctima, la que murió en el hospital, se le practicará la autopsia. Las otras dos jóvenes que también fueron aplastadas en el tumulto continúan ingresadas, aunque ya no se teme por la vida de una de ellas. La otra, en cambio, está "muy crítica". Madrid vive hoy un día de luto oficial en solidaridad con las víctimas.
A las 13.10, el cadáver de la joven Cristina Arce de la Fuente, de 18 años, ha llegado al crematorio del cementerio de La Almudena para ser incinerado, después de que familia y amigos la velaran toda la noche en el tanatorio de la M-30. A la ceremonia ha acudido más de un centenar de familiares y amigos.
Ya ayer, decenas de amigos, conocidos y algún que otro profesor de Cristina se congregaron  a las siete de la tarde a la salida del metro de Alameda de Osuna (en el distrito de Barajas), para rendir un emotivo homenaje a su compañera. Esta madrileña estudiaba segundo de Bachillerato de la rama de Ciencias en el Instituto Alameda de Osuna. Los jóvenes colocaron una hilera de velas a la salida del metro y guardaron varios minutos de silencio por las víctimas. “Hemos amanecido con el corazón encogido”, se podía leer en una de las notas escritas por los chicos.
Sobre las cinco de la tarde saldrá del tanatorio de la localidad madrileña de Daganzo el cortejo fúnebre con los restos de Katia Esteban Casielles, que había cumplido la mayoría de edad el pasado 4 de octubre. El cuerpo de Katia, cuya madre falleció hace dos años de un cáncer, será incinerado sobre las seis en el cementerio de La Paz de Tres Cantos (Madrid), han informado fuentes de este camposanto. El alcalde de Daganzo, Serbio Berzal, ha decretado dos días de luto.
Amigos de Katia Esteban, en el cementerio Daganzo. / CLAUDIO ÁLVAREZ
Por otra parte, hoy está previsto que se le practique la autopsia al cadáver de Rocío Oña, de 18 años, que llegó ayer por la tarde al Instituto Anatómico Forense procedente del hospital Clínico, donde murió nada más ingresar. La muerte de Cristina y de Kaia se certificó en el propio el botiquín del Madrid Arena, donde las atendió en un primer lugar el servicio médico contratado por la empresa organizadores de la fiesta y, posteriormente, Emergencias Madrid. La causa de los tres fallecimientos, que deberá esclarecer la autopsia, era de “origen traumático por aplastamiento, posiblemente al ser las jóvenes arrolladas y pisoteadas”.
Rocío, que será incinerada en el tanatorio La Paz de Alcobendas, acudió a la macrofiesta de Halloween junto a su novio y un grupo de amigos, entre los que se encontraba Cristina Arce. La foto que Miguel, su novio, colocó ayer por la tarde en su perfil de Twitter es la última que se hicieron juntos tras casi un año de relación. Se estaba sacando el carné de conducir y el pasado junio había terminado el Bachillerato en el instituto del barrio. Obtuvo muy buena nota en Selectividad y estudiaba en la Universidad. “Era muy buena estudiante y muy responsable”, según recordaba ayer entre sollozos Laura, una de sus mejores amigas, que se quedó sin ir a la fiesta porque sus padres la habían castigado.
Además, una herida heridas fue conducida al 12 de Octubre y la otra a la Fundación Jiménez Díaz. “Se les logró revertir la parada y que recuperaran el pulso, pero están muy mal”, se lamentaba ayer el portavoz de Emergencias. Ambas continúan ingresadas con severos problemas derivados del aplastamiento. No han presentado mejorías en las últimas horas mejoría en su evolución clínica y se encuentran estables dentro de la máxima gravedad
Belén Langdon Real, de 17 años, se halla en situación “muy crítica” y asistida por respiración artificial en el 12 de Octubre. Tiene el cerebro inflamado y el pecho torsionado. Sus padres estaban de puente en Brasil y fue uno de sus hermanos quien confirmó su filiación en el hospital. En un principio, la chica fue identificada erróneamente porque su huella dactilar no coincidía con el DNI que llevaba. Solo los mayores de edad podían entrar en la fiesta. Sus padres han regresado ya para estar junto a la menor.
Belén reside en una casa unifamiliar en la parte alta de Cobeña, en el noreste de la Comunidad de Madrid. Un chalé que ayer permanecía cerrado y con las luces apagadas. La joven es muy aficionada al deporte, en especial a las carreras de campo a través y estudia en el colegio Aldeafuente, de la empresa Fomento, en la urbanización La Moraleja de Alcobendas.
La otra joven hospitalizada, María Teresa Alonso Vinater, de 20 años, tiene un pronóstico mejor y los facultativos no temen por su vida. Sufre aplastamiento torácico y a su cerebro le faltó oxígeno (anoxia), por lo que posiblemente tendrá importantes secuelas. María Teresa, que reside en el distrito de Chamartín de la capital, junto a la parada de metro de Bambú, está cursando estudios de Farmacia. Según testimonios recabados entre los vecinos de su barrio, es una joven reservada que no tenía amigas en el residencial donde vivía.
De momento, se ha abierto una investigación judicial y policial y Gobierno ha anunciado que "cambiará lo que hya que cambiar" para evitar otro Madrid Arena.

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