La oposición demanda conocer el origen del patrimonio de Enrique Peña Nieto
El presidente de México presentó en enero una declaración de bienes parcial
En el documento figuran seis donaciones de inmuebles
La oposición mexicana se ha unido para exigir al presidente Enrique Peña Nieto
que detalle el origen de su patrimonio. Por solo cinco votos (225
contra 220), la Cámara de Diputados ha aprobado exhortar al Presidente
de la República y a los miembros de su gabinete a “cumplir cabalmente
con su compromiso de hacer públicas sus declaraciones patrimoniales”.
El pasado mes de enero, Peña Nieto y los miembros de su equipo de Gobierno presentaron su declaración de bienes, una exigencia legal de los miembros del Ejecutivo, que además pueden decidir si dan a conocer los datos. El político del Partido Revolucionario Institucional (PRI) hizo público su patrimonio de manera parcial. Según el documento, ingresaba 193.478 pesos (unos 11.400 euros) mensuales por desempeñar su cargo y poseía nueve bienes inmuebles, seis de los cuales eran “donaciones” recibidas entre 1988 y diciembre de 2011 (uno de ellos, un terreno de 52.600 metros cuadrados). El exgobernador del Estado de México se reservaba, no obstante, el origen de estas donaciones, su valor y su ubicación. La declaración también especifica que no aceptó hacer públicos los ingresos netos “por actividad industrial, comercial, financiera y otros”, ni el valor de sus inversiones o el saldo de sus cuentas bancarias y adeudos.
El Partido Acción Nacional (PAN), el Partido de la Revolución Democrática (PRD), y otras pequeñas formaciones se unieron y consiguieron aprobar el martes la petición, que no compromete a Peña Nieto a responder ni a tomar medidas, pero que revive el debate de un tema por el que en su momento fue cuestionado el presidente por diversos analistas: ¿cómo se hizo de esas propiedades? ¿quién se las donó? ¿qué características tienen esos inmuebles? Preguntas que se formularon en la opinión pública sobre todo si se toma en cuenta que salvo alguna herencia, Peña Nieto manifiesta un patrimonio que sería fundamentalmente formado por regalos, algo no solo poco común sino controvertido, más en alguien que solo ha trabajado en la política.
"Estas declaraciones patrimoniales, que deberían ser una especie de árbol genealógico de como ha ido evolucionando el patrimonio del servidor público, son un ejercicio de simulación", denuncia el diputado del PRD Carlos Reyes Gámiz, secretario de la Comisión de Transparencia. "No conozco un caso relevante en el que, por declaración patrimonial, se haya actuado contra un servidor publico", agrega. La declaración de Gámiz no es accesible desde el portal de transparencia Declaranet, pero en conversación telefónica con EL PAÍS ha asegurado que sí la ha hecho pública.
Elizabeth Oswelia Yáñez Robles, del PAN, califica la declaración patrimonial anunciada en enero de “evento mediático” y de “engaño” a la sociedad y ha comentado a EL PAÍS que el gabinete ha hecho una declaración intermedia: eligen hacer públicos los datos, pero no todos. “El ministro de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, por ejemplo, reconoce [casi una veintena de] inversiones, pero no detalla dónde, ni cuánto dinero invirtió”, señala.
La diputada del PAN que presentó la petición, por cierto, no quiso hacer una declaración pública de sus bienes este año, según se puede consultar en Declaranet. Felipe Calderón, especifica, sí hizo declaraciones de patrimonio transparentes. En la misma web se pueden consultar las últimas, que detallan el monto de inversiones –no el destino- y el valor de los tres bienes inmuebles que poseía el expresidente de la República.
Las declaraciones de los miembros del gabinete de Peña Nieto son variadas. Miguel Angel Osorio Chong, secretario de Gobernación, menciona la propiedad de cuatro terrenos y un inmueble de 12 metros cuadrados que no está inscrito en el registro de la propiedad. Nada de coches, arte ni joyas, y dos inversiones (una "bancaria" y otra en un fondo de inversión). El responsable de Trabajo, Jesús Alfonso Navarrete, incluye el registro de la propiedad de sus nueve viviendas y dos terrenos (uno, donado), aunque tampoco menciona precios, y detalla los modelos y las fechas de compra (casi todas al contado) de siete coches, entre los que se cuentan un Jaguar adquirido en 2005 o un Mercedes E500 comprado en 2011. Navarrete es más opaco respecto a sus inversiones, sus deudas y sus obras de arte: ni un solo dato concreto. Luis Videgaray, secretario de Hacienda, posee solo una casa desde octubre de 2012, tres vehículos (Honda y GMC), tres inversiones y, en cuanto a otros bienes, "menaje de casa", joyas y obras de arte comprados al contado.
El Gobierno ya ha puntualizado que no habrá más información. "El presidente de la República la presentó [la declaración de patrimonio] con todo el detalle que la ley le obliga y bajo el formato que existe para tal efecto, es una declaración que se ajustó al formato y que se apegó estrictamente a lo que la ley señala", ha advertido a la agencia de noticias Notimex el subsecretario de Medios de la Secretaría de Gobernación, Eduardo Sánchez Hernández.
"Políticamente, creo que el presidente Peña Nieto cometió un error cuando decidió presentar una declaración parcial”, opina Mauricio Merino, académico del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). “Despierta la curiosidad saber con precisión cuánto ha acumulado en su carrera y comparar con los puestos que ha tenido y los ingresos que puede demostrar. Esta declaración no permite comparar ingresos y patrimonio e impide, por tanto, cumplir el objetivo que él mismo ha ofrecido”, añade. Aunque cabe decir que, en opinión de Merino, la Cámara de Diputados que ha exhortado a Peña Nieto a ser más transparente es “la representación institucional más oscura de México”.
El pasado mes de enero, Peña Nieto y los miembros de su equipo de Gobierno presentaron su declaración de bienes, una exigencia legal de los miembros del Ejecutivo, que además pueden decidir si dan a conocer los datos. El político del Partido Revolucionario Institucional (PRI) hizo público su patrimonio de manera parcial. Según el documento, ingresaba 193.478 pesos (unos 11.400 euros) mensuales por desempeñar su cargo y poseía nueve bienes inmuebles, seis de los cuales eran “donaciones” recibidas entre 1988 y diciembre de 2011 (uno de ellos, un terreno de 52.600 metros cuadrados). El exgobernador del Estado de México se reservaba, no obstante, el origen de estas donaciones, su valor y su ubicación. La declaración también especifica que no aceptó hacer públicos los ingresos netos “por actividad industrial, comercial, financiera y otros”, ni el valor de sus inversiones o el saldo de sus cuentas bancarias y adeudos.
El Partido Acción Nacional (PAN), el Partido de la Revolución Democrática (PRD), y otras pequeñas formaciones se unieron y consiguieron aprobar el martes la petición, que no compromete a Peña Nieto a responder ni a tomar medidas, pero que revive el debate de un tema por el que en su momento fue cuestionado el presidente por diversos analistas: ¿cómo se hizo de esas propiedades? ¿quién se las donó? ¿qué características tienen esos inmuebles? Preguntas que se formularon en la opinión pública sobre todo si se toma en cuenta que salvo alguna herencia, Peña Nieto manifiesta un patrimonio que sería fundamentalmente formado por regalos, algo no solo poco común sino controvertido, más en alguien que solo ha trabajado en la política.
"Estas declaraciones patrimoniales, que deberían ser una especie de árbol genealógico de como ha ido evolucionando el patrimonio del servidor público, son un ejercicio de simulación", denuncia el diputado del PRD Carlos Reyes Gámiz, secretario de la Comisión de Transparencia. "No conozco un caso relevante en el que, por declaración patrimonial, se haya actuado contra un servidor publico", agrega. La declaración de Gámiz no es accesible desde el portal de transparencia Declaranet, pero en conversación telefónica con EL PAÍS ha asegurado que sí la ha hecho pública.
Elizabeth Oswelia Yáñez Robles, del PAN, califica la declaración patrimonial anunciada en enero de “evento mediático” y de “engaño” a la sociedad y ha comentado a EL PAÍS que el gabinete ha hecho una declaración intermedia: eligen hacer públicos los datos, pero no todos. “El ministro de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, por ejemplo, reconoce [casi una veintena de] inversiones, pero no detalla dónde, ni cuánto dinero invirtió”, señala.
La diputada del PAN que presentó la petición, por cierto, no quiso hacer una declaración pública de sus bienes este año, según se puede consultar en Declaranet. Felipe Calderón, especifica, sí hizo declaraciones de patrimonio transparentes. En la misma web se pueden consultar las últimas, que detallan el monto de inversiones –no el destino- y el valor de los tres bienes inmuebles que poseía el expresidente de la República.
Las declaraciones de los miembros del gabinete de Peña Nieto son variadas. Miguel Angel Osorio Chong, secretario de Gobernación, menciona la propiedad de cuatro terrenos y un inmueble de 12 metros cuadrados que no está inscrito en el registro de la propiedad. Nada de coches, arte ni joyas, y dos inversiones (una "bancaria" y otra en un fondo de inversión). El responsable de Trabajo, Jesús Alfonso Navarrete, incluye el registro de la propiedad de sus nueve viviendas y dos terrenos (uno, donado), aunque tampoco menciona precios, y detalla los modelos y las fechas de compra (casi todas al contado) de siete coches, entre los que se cuentan un Jaguar adquirido en 2005 o un Mercedes E500 comprado en 2011. Navarrete es más opaco respecto a sus inversiones, sus deudas y sus obras de arte: ni un solo dato concreto. Luis Videgaray, secretario de Hacienda, posee solo una casa desde octubre de 2012, tres vehículos (Honda y GMC), tres inversiones y, en cuanto a otros bienes, "menaje de casa", joyas y obras de arte comprados al contado.
El Gobierno ya ha puntualizado que no habrá más información. "El presidente de la República la presentó [la declaración de patrimonio] con todo el detalle que la ley le obliga y bajo el formato que existe para tal efecto, es una declaración que se ajustó al formato y que se apegó estrictamente a lo que la ley señala", ha advertido a la agencia de noticias Notimex el subsecretario de Medios de la Secretaría de Gobernación, Eduardo Sánchez Hernández.
"Políticamente, creo que el presidente Peña Nieto cometió un error cuando decidió presentar una declaración parcial”, opina Mauricio Merino, académico del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). “Despierta la curiosidad saber con precisión cuánto ha acumulado en su carrera y comparar con los puestos que ha tenido y los ingresos que puede demostrar. Esta declaración no permite comparar ingresos y patrimonio e impide, por tanto, cumplir el objetivo que él mismo ha ofrecido”, añade. Aunque cabe decir que, en opinión de Merino, la Cámara de Diputados que ha exhortado a Peña Nieto a ser más transparente es “la representación institucional más oscura de México”.
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