Los senadores franceses debaten hoy el derecho a morir. La proposición de ley que regula la eutanasia, que este martes se votará en el Senado, presentada por tres senadores, uno socialista, otro comunista y otro de la Unión para un Movimiento Popular (UMP), el partido de centro-derecha de Nicolas Sarkozy, arranca así: "Toda persona, en fase avanzada o terminal de una enfermedad grave e incurable que le cause un sufrimiento físico o psíquico que le sea insoportable, puede pedir asistencia médica a fin de procurarse una muerte rápida y sin dolor".
Esta misma proposición fue adoptada ya la semana pasada por la Comisión de Asuntos Sociales.
No es la primera vez que el Parlamento francés intenta regular este asunto. Según varios sondeos, los franceses son favorables a una ley así. Una encuesta llevada a cabo en octubre aseguraba que el 94% de la población es partidaria de regular la eutanasia. En 2009, sin ir más lejos, el Parlamento galo rechazó una proposición similar y el periódico Libération recuerda hoy que cada año, desde hace 10, un grupo de parlamentarios, ya sean de derechas o de izquierdas, presenta una proposición de ley parecida.
Pero el texto de hoy ya ha pasado el primer filtro (la Comisión de Asuntos Sociales) y eso constituye una novedad y un paso adelante para sus defensores. De cualquier forma, será difícil que la ley pase el escollo del Senado. A pesar de que es una cuestión que sobrepasa las divisiones ideológicas, buena parte de los senadores de la derecha, mayoría en el Senado, votarán en contra.
La UMP no ha dado consigna de voto. Pero para recordarles su postura, el primer ministro, François Fillon, mediante una tribuna publicada hoy en el periódico Le Monde, mantiene su oposición a la proposición: "La cuestión consiste en saber si la sociedad está en condiciones de legislar la muerte. Creo que ese límite no debe sobrepasarse.
Por otra parte, sé que en este debate ninguna convicción carece de sentido". Y añade: "Nuestra estrategia es clara: desarrollar los cuidados paliativos y evitar un encarnizamiento terapéutico". El primer ministro agrega que el texto le parece precipitado, improvisado, que no ofrece garantías y especifica: "Sobre estas cuestiones tan profundas, con resonancias éticas tan profundas, no nos deben guiar ni los sondeos ni el humor del instante".
En el otro polo político, tampoco todo el mundo lo tiene claro. Ségolène Royal, ex candidata presidencial por el partido Socialista francés (PS), ha manifestado ya sus "grandes reservas" a la proposición de ley. Martine Aubry, primera secretaria del PS, se muestra más favorable.
Si la proposición de ley es aprobada hoy, deberá ser votada (y aprobada) posteriormente en la Asamblea Nacional. Actualmente, el cuidado de enfermos terminales en Francia se regula por la denominada Ley Leonetti, aprobada en 2005, que prohíbe el "encarnizamiento terapéutico", autoriza que se detenga el tratamiento cuando lo pida el paciente y autoriza la receta de sedantes para paliar el dolor aunque estos puedan acarrear la muerte.
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