1. Dejar de comer garnachas en el desayuno, la comida y la cena. Huir de la vitamina T (tortas, tacos, tlacoyos...) y procurar pedir atole light con la guajolota.
2. No mentarle la madre al policía aunque esté empeorando el tráfico, recordar siempre y respetar a la autoridad que hace lo que está dentro de sus capacidades (que a veces no son muchas, ¡no hay que ser!). Nunca, nunca olvidar que aquello de "haga patria, mate un tamarindo" fue sólo una #BromaPesada.
3. No saltar banquetas aunque traiga troca, no meterme al Periférico por encima del sardinel aunque el tráfico esté parado y queden sólo dos metros para la entrada ¡qué más da! No quedarme en la mitad de las calles sólo porque me quise ganar el semáforo amarillo, no aventarle lata al prójimo, no cometer imprudencias y luego mentarle la madre a la víctima y como dice en la Condesa: De preferencia el peatón primero.
4. No asesinar mentalmente a: taxistas, microbuseros, metrobuseros, limpiavidrios, burócratas, políticos, curas pederastas, corruptos y el de la tiendita de la esquina con su letrerito de "no fío a nadie".
5. Echarle más ganas al trabajo, no utilizar frases como: es que eso no me toca a mí, es que eso no depende de mí, es que yo sólo cumplo órdenes, es que el tráfico no me dejó llegar a tiempo, es que mi perro se comió el reporte, ¡es que me explotan! Dejar de repetir "ya voy a renunciar", a menos que sí lo vaya a hacer.
6. Hacer ejercicio, quemar celulitis, reducir estrías, bajar la panza (y no a las rodillas), ponerme botox, inyectarme la boca, implantarme pelo, usar cremas antiarrugas, depilarme con láser la línea del bikini, hacerme pedicure.
7. No chingar al prójimo, no mandar al prójimo a chingar a su ma..., no bajarle la novia al prójimo, no dejar que el prójimo me chingue, y en caso de que me chingue, chingarme al prójimo...
8. Caminar por la línea peatonal, respetar el semáforo peatonal, recordar que no soy de hule y no driblar coches en Revolución como payaso del rodeo. No correr, no empujar, no gritar en el Metro, no tortear a las mujeres, ni arrimar el camarón a los hombres. Utilizar desodorante todos los días para así agarrarme del tubo sin matar a mi vecina de transporte.
9. Bajarle al alcohol, dejar las drogas y bajarle al sexo. A partir del 1 de enero no vuelvo a chupar, ni a fumar, ni a... (eso está por verse). Conseguirme un novio, casarme y tener chingo de hijitos. Dejar a mi marido, conseguirme un amante, comprarme un vibrador.
10. Escribir un libro, plantar un árbol, tener un hijo...
Ahora sí, queridos lectores, por más excéntricos que sean sus propósitos, procuren cumplirlos, a ver si dejamos de repetir la lista...
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