La oposición venezolana busca un nuevo candidato que se enfrente a Maduro
Henrique Capriles sigue siendo la primera opción para ser el aspirante, a pesar del desgaste
Chávez "no está totalmente recuperado, pero ejerce su cargo”, dice Diosdado Cabello
Alfredo Meza
Caracas
27 FEB 2013 - 00:30 CET4
La carrera por la presidencia de Venezuela ha quedado abierta de facto, pese a que las declaraciones del Gobierno y la oposición aún sugieren esperar lo inevitable. El ex candidato presidencial y gobernador del Estado de Miranda, Henrique Capriles Radonski,
dijo el martes por la mañana en un acto con los bomberos del Estado que
hará “lo que el pueblo quiera”, en referencia a la posibilidad de que
vuelva a correr como el aspirante único de la oposición venezolana.
La respuesta se produce después de que el pasado domingo la Mesa de la Unidad (MUD), la coalición de partidos opositora al Gobierno, se reuniera para discutir la estrategia electoral que seguirá en las inminentes elecciones presidenciales. Como ha dicho el propio Capriles, los comicios aún no han sido convocados, pero en este país casi nadie duda de que se celebren en el corto plazo, dado el prolongado silencio que rodea el padecimiento del presidente Hugo Chávez.
Hay un documento que sirve de base para el debate dentro de la plataforma opositora. A principios de enero, la Comisión de Estrategia entregó a la cúpula de la MUD un duro mea culpa que enumeró las razones que ocasionaron la derrota en las presidenciales del pasado 7 de octubre: la ausencia de un marco ideológico y un proyecto de gestión para enfrentar al chavismo, el pobre desempeño de sus diputados en la Asamblea Nacional, la inacción para combatir el clima de opinión construido durante la era Chávez, que reniega del pasado republicano de Venezuela, y el sectarismo con el que fue conducida la pasada campaña presidencial por el entorno de Henrique Capriles.
Los partidos opositores de la socialdemocracia (AD, Un Nuevo Tiempo) y el socialcristianismo (Copei), así como algunas individualidades como el ex embajador de Venezuela ante la ONU, Diego Arria, han reclamado mayor protagonismo en la campaña. Los asistentes a la reunión comentaron en la prensa local que aún no se ha hablado de la selección del aspirante, aunque todo sugiere que Capriles podría volver a repetir.
La decisión, como han adelantado algunos analistas, no depende tanto
de la preferencia de la mayoría opositora como del hecho de exponerse a
una posible derrota, tomando en cuenta que el vicepresidente Nicolás
Maduro se presentará en estas elecciones como el ungido por Chávez para completar su inconclusa obra.
A esa sazón electoral también se agrega el condimento de los encuestadores, relegados a un segundo plano desde las elecciones regionales del pasado mes de diciembre, pero que han reaparecido esta semana en un intento por explicar lo que viene. En su cuenta de Twitter, el presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, afirmó que en los resultados de las encuestas de su firma la diferencia entre Capriles y otros aspirantes opositores “es simplemente brutal” y que “ni siquiera permiten identificar la segunda opción”.
Mientras la oposición se toma su tiempo para decidir cuándo anunciará
a su representante, el vicepresidente Nicolás Maduro hace calistenia
imitando el estilo pendenciero y polarizador del comandante-presidente,
jurando inquina eterna a la burguesía tradicional y denostando a
Washington. Todos esperan el regreso de Chávez, pero cada vez más son
conscientes de sus limitaciones. “Los que queremos verlo plenamente
recuperado tenemos la paciencia para esperarlo y acompañarlo en la
batalla por la vida que está dando”, dijo el canciller Elías Jaua. “Él
no está totalmente recuperado, pero ejerce su cargo”, afirmó Diosdado
Cabello en la rueda de prensa del Partido Socialista Unido de Venezuela,
como quien sigue aferrado al milagro de una recuperación improbable.
Así parecen haberlo entendido el ex vicepresidente, el periodista José Vicente Rangel, y el diario oficialista Correo del Orinoco. La semana pasada ambos dieron a conocer de forma muy destacada los resultados de una reciente medición de la firma Hinterlaces, que colocaba a Maduro con un 14% de ventaja sobre Capriles. Óscar Schemel, presidente de la firma, aprovechó el martes el contexto de la presentación de ese estudio para denunciar que el gobernador de Miranda era el artífice de una campaña de difamación en su contra porque sus estudios no le favorecían. Claros indicios de una campaña que poco a poco comienza a hacer ebullición.
La respuesta se produce después de que el pasado domingo la Mesa de la Unidad (MUD), la coalición de partidos opositora al Gobierno, se reuniera para discutir la estrategia electoral que seguirá en las inminentes elecciones presidenciales. Como ha dicho el propio Capriles, los comicios aún no han sido convocados, pero en este país casi nadie duda de que se celebren en el corto plazo, dado el prolongado silencio que rodea el padecimiento del presidente Hugo Chávez.
Hay un documento que sirve de base para el debate dentro de la plataforma opositora. A principios de enero, la Comisión de Estrategia entregó a la cúpula de la MUD un duro mea culpa que enumeró las razones que ocasionaron la derrota en las presidenciales del pasado 7 de octubre: la ausencia de un marco ideológico y un proyecto de gestión para enfrentar al chavismo, el pobre desempeño de sus diputados en la Asamblea Nacional, la inacción para combatir el clima de opinión construido durante la era Chávez, que reniega del pasado republicano de Venezuela, y el sectarismo con el que fue conducida la pasada campaña presidencial por el entorno de Henrique Capriles.
Los partidos opositores de la socialdemocracia (AD, Un Nuevo Tiempo) y el socialcristianismo (Copei), así como algunas individualidades como el ex embajador de Venezuela ante la ONU, Diego Arria, han reclamado mayor protagonismo en la campaña. Los asistentes a la reunión comentaron en la prensa local que aún no se ha hablado de la selección del aspirante, aunque todo sugiere que Capriles podría volver a repetir.
La coalición presentó un duro mea culpa que enumeró las razones que ocasionaron la derrota en las presidenciales del pasado 7 de octubre
A esa sazón electoral también se agrega el condimento de los encuestadores, relegados a un segundo plano desde las elecciones regionales del pasado mes de diciembre, pero que han reaparecido esta semana en un intento por explicar lo que viene. En su cuenta de Twitter, el presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, afirmó que en los resultados de las encuestas de su firma la diferencia entre Capriles y otros aspirantes opositores “es simplemente brutal” y que “ni siquiera permiten identificar la segunda opción”.
El vicepresidente Nicolás Maduro se presentará en estas elecciones como el ungido por Chávez para completar su inconclusa obra
Así parecen haberlo entendido el ex vicepresidente, el periodista José Vicente Rangel, y el diario oficialista Correo del Orinoco. La semana pasada ambos dieron a conocer de forma muy destacada los resultados de una reciente medición de la firma Hinterlaces, que colocaba a Maduro con un 14% de ventaja sobre Capriles. Óscar Schemel, presidente de la firma, aprovechó el martes el contexto de la presentación de ese estudio para denunciar que el gobernador de Miranda era el artífice de una campaña de difamación en su contra porque sus estudios no le favorecían. Claros indicios de una campaña que poco a poco comienza a hacer ebullición.
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