“Soy consciente de la gravedad y la novedad de mi renuncia”
Miles de fieles invaden a la plaza de San Pedro y sus alrededores para despedir al Papa, un día antes de que su renuncia sea efectiva
El papa Benedicto XVI ha declarado "ser consciente de la gravedad y
la novedad" de su renuncia, durante la celebración de la última
audiencia general de sus ocho años de pontificado, celebrada este
miércoles en el Vaticano. El Pontífice, de 85 años, ha asegurado que
"seguirá acompañando la Iglesia en sus rezos y sus reflexiones", un día
antes de dejar su cargo. La noticia de su renuncia el pasado 11 de febrero causó estupor en todo el mundo.
El Sumo Pontífice ha vuelto a explicar los motivos de una decisión que, según él, ha tomado "en plena libertad", al notar que sus fuerzas habían disminuido y no por el bien particular, "sino por el bien de la Iglesia".
En alusión a los escándalos y controversias que han salpicado su pontificado, Benedicto XVI ha reconocido que ha vivido "momentos complicados, en los que las aguas estaban agitadas, el viento era contrario, como en toda la historia de la Iglesia, y el Señor parecía estar durmiendo". "Pero siempre he sabido que la Iglesia no es nuestra barca sino la suya, y que él no la deja hundirse", ha añadido.
Decenas de miles de personas se habían congregado en la plaza de San Pedro y la via della Conciliazone, la gran avenida que conduce al Vaticano, para asistir a la despedida pública del papa Ratzinger. La multitud de fieles y turistas ha aclamado a Benedicto XVI cuando ha pasado a su lado en el Papamóvil para saludarlos. "Estoy conmovido y veo a la Iglesia con vida", les ha dicho en señal de agradecimiento.
Las audiencias generales con el Papa se llevan a cabo normalmente una vez a la semana (los miércoles a las 11.00) en el Vaticano. Cualquier persona puede asistir a ella, reservando una plaza gratuita con mucha antelación. Las audiencias suelen llevarse a cabo dentro de la Basílica de San Pedro, o en el Aula Pablo V, pero ante la gran cantidad de fieles que quieren despedirse de Benedicto XVI, la ceremonia se llevará hoy a cabo en la plaza de San Pedro.
Después de la audiencia general se celebra en la Sala Clementina un encuentro privado en el que el Papa se reúne con algunas personas, entre otros, a los jefes de Estado de Eslovaquia, San Marino, el príncipe de Andorra y el presidente de Baviera, Alemania.
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, ha asegurado que Benedicto XVI no se despedirá con una celebración especial sino que aprovechará esta audiencia para despedirse de los fieles. El objetivo, según ha precisado, es que pueda acudir un gran número de gente a la que será su "última celebración grande".
Entre los presentes, han confirmado su participación en la audiencia el cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco Varela, el portavoz y secretario general de la CEE, Juan Antonio Martínez Camino, el cardenal arzobispo de Barcelona, Lluis Martínez Sistach, y el arzobispo de Granada, monseñor Javier Martínez.
Mañana, Benedicto XVI recibirá a las once de la mañana a los cardenales presentes en Roma, es decir, tanto a los residentes como a los que han acudido a la capital en los últimos días, aunque no habrá discurso.
El Sumo Pontífice ha vuelto a explicar los motivos de una decisión que, según él, ha tomado "en plena libertad", al notar que sus fuerzas habían disminuido y no por el bien particular, "sino por el bien de la Iglesia".
En alusión a los escándalos y controversias que han salpicado su pontificado, Benedicto XVI ha reconocido que ha vivido "momentos complicados, en los que las aguas estaban agitadas, el viento era contrario, como en toda la historia de la Iglesia, y el Señor parecía estar durmiendo". "Pero siempre he sabido que la Iglesia no es nuestra barca sino la suya, y que él no la deja hundirse", ha añadido.
Decenas de miles de personas se habían congregado en la plaza de San Pedro y la via della Conciliazone, la gran avenida que conduce al Vaticano, para asistir a la despedida pública del papa Ratzinger. La multitud de fieles y turistas ha aclamado a Benedicto XVI cuando ha pasado a su lado en el Papamóvil para saludarlos. "Estoy conmovido y veo a la Iglesia con vida", les ha dicho en señal de agradecimiento.
Las audiencias generales con el Papa se llevan a cabo normalmente una vez a la semana (los miércoles a las 11.00) en el Vaticano. Cualquier persona puede asistir a ella, reservando una plaza gratuita con mucha antelación. Las audiencias suelen llevarse a cabo dentro de la Basílica de San Pedro, o en el Aula Pablo V, pero ante la gran cantidad de fieles que quieren despedirse de Benedicto XVI, la ceremonia se llevará hoy a cabo en la plaza de San Pedro.
Después de la audiencia general se celebra en la Sala Clementina un encuentro privado en el que el Papa se reúne con algunas personas, entre otros, a los jefes de Estado de Eslovaquia, San Marino, el príncipe de Andorra y el presidente de Baviera, Alemania.
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, ha asegurado que Benedicto XVI no se despedirá con una celebración especial sino que aprovechará esta audiencia para despedirse de los fieles. El objetivo, según ha precisado, es que pueda acudir un gran número de gente a la que será su "última celebración grande".
Entre los presentes, han confirmado su participación en la audiencia el cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco Varela, el portavoz y secretario general de la CEE, Juan Antonio Martínez Camino, el cardenal arzobispo de Barcelona, Lluis Martínez Sistach, y el arzobispo de Granada, monseñor Javier Martínez.
Mañana, Benedicto XVI recibirá a las once de la mañana a los cardenales presentes en Roma, es decir, tanto a los residentes como a los que han acudido a la capital en los últimos días, aunque no habrá discurso.
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