Nada nuevo bajo el sol”
Un juez, una doctora, un profesor universitario y la portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca analizan el debate
"Nada nuevo bajo el sol". "Previsible". "Sin sorpresas". Es el
resumen que un juez, una doctora, un profesor universitario y la
portavoz de la Plataforma de Afectados por la hipoteca
hacen del debate sobre el estado de la nación donde en general,
lamentan la poca concreción de las propuestas y el excesivo
enfrentamiento partidista.
J. Bosch, portavoz de Jueces para la Democracia: "El pacto anticorrupción: un brindis al sol"
Joaquim Bosch, portavoz de Jueces para la Democracia, se ha fijado especialmente en las referencias a la corrupción. "Huele a podrido en los parajes del reino. Y uno de los temas centrales del debate sobre el estado de la nación ha sido el anuncio de medidas contra la corrupción, entre ellas un posible endurecimiento de las penas. De partida, la propia admisión de las carencias actuales ya supone un reconocimiento de que la situación actual es insostenible. Y ello significa que hasta ahora la actitud institucional hacia determinadas irregularidades, por acción culposa u omisión, ha permitido llegar a situaciones muy poco edificantes".
Sin embargo, para Bosch, "el anuncio del presidente del Gobierno sobre un pacto contra la corrupción solo representa un brindis al sol, al no venir acompañado de cambios estructurales que permitan perseguir y condenar a quienes abusan de su poder o a los aficionados a meter la mano en la caja pública. Ninguna solución será valida si no va acompañada de la dotación de medios materiales y personales a nuestros juzgados, los cuales actualmente no disponen de instrumentos adecuados para llevar a cabo sus investigaciones. Al contrario, el Gobierno ha optado por un amplio recorte presupuestario en la actividad judicial. Y el ministro Gallardón ha iniciado una reforma del Consejo General del Poder Judicial con la que pretende subordinar el poder judicial al ejecutivo, lo cual supone un ataque a la división de poderes de nuestro Estado Constitucional".
El portavoz de Jueces para la democracia cree que "se está produciendo una intensa acumulación de poder en muy pocas manos. Y el poder político se encuentra manifiestamente influenciado por los intereses financieros. Los abusos en el ámbito político y económico solo pueden ser controlados por un poder judicial fuerte, con la suficiente independencia y con los recursos suficientes para llevar adelante sus elevadas funciones. La sociedad necesita ese espacio de garantía, de contrapoder, de vigilancia institucional. Pero el Gobierno sigue adelante con reformas que desmantelan la administración de justicia, mientras formula declaraciones enfáticas y poco verosímiles para atajar la corrupción. La falta de credibilidad de esas promesas gubernamentales es la que nos ha llevado a jueces y a fiscales a convocar una huelga que ha sido seguida masivamente. Necesitamos soluciones reales. El resto son juegos florales para adornar debates parlamentarios".
Ada Colau, portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca: "Nada nuevo bajo el sol"
"PP y PSOE se siguen comportando como coprotagonistas del mundo feliz del bipartidismo, se interpelan uno a otro como partidos de alternancia de gobierno por la gracia de una ley electoral hecha a su medida, ninguneando a una ciudadanía que cada día más desconfía de ellos y busca otros mecanismos de expresión y participación política", opina Ada Colau. "En el tema de los desahucios y las ejecuciones hipotecarias se ve con claridad. Ambos partidos han sido autores de las políticas de vivienda y financieras de las últimas décadas, y por ello son responsables de que España sea el país de Europa con más desahucios y con más viviendas vacías. También coinciden en que ambos han tardado cuatro años en empezar a reaccionar a un clamor ciudadano: el que reclama la dación en pago, la moratoria de los desahucios y el alquiler social. Pero lo peor es que hoy ambos partidos han vuelto a utilizar el tema como arma arrojadiza frente al adversario, sin reconocer en ningún momento que los únicos que sí han sabido reaccionar y han estado a la altura han sido los ciudadanos y ciudadanas que llevan cuatro años jugándose el tipo parando los desahucios y forzando a los bancos a negociar daciones en pago y alquileres sociales".
Colau reconoce al PSOE que rectificó antes, "hace unas semanas, cuando gracias a la presión social tuvo que modificar su postura y apoyar finalmente las medidas de la Iniciativa Legislativa Popular" y al PP, que "no apoya estas demandas pero la semana pasada, contra todo pronóstico, se vio obligado a rectificar su postura inicial y admitió a trámite la ILP". En cualquier caso, cree que "las próximas semanas serán clave en el tema de los desahucios, pero no por lo que hoy hayan dicho PP y PSOE en el debate de la nación sino, una vez más, por lo que la ciudadanía esté dispuesta a presionar".
S. López Arribas, presidenta del Colegio de Médicos de Madrid: "Se plantea una reconversión"
Sonia López Arribas, presidenta del Colegio Oficial de Médicos de Madrid (Icomem), lamenta que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no dedicara apenas tiempo a la sanidad en su discurso de apertura del debate, pese a que "es un momento crucial para el sistema sanitario en muchas comunidades autónomas, como es el caso de Madrid, donde se está planteando una reconversión total del modelo con propuestas que pasan por externalizar la gestión de los hospitales y centros de salud que plantea la Administración, o dotar a los profesionales de mayor autonomía para gestionar y tomar decisiones implantando unidades de gestión clínica, que proponen los médicos".
Para López Arribas, "Rajoy ha priorizado temas como la economía, Europa, la corrupción y el modelo de organización territorial de España a las políticas sociales, entre ellas la Sanidad, lo que para una organización profesional como el Colegio de Médicos de Madrid, que representa a 40.000 facultativos, es ya de por sí significativo, y no podemos compartir, máxime cuando, por un lado, aún se trabaja en el tan necesario Pacto de Estado por la Sanidad, y, por otro, las condiciones laborales y los recursos asistenciales de los médicos se están viendo muy mermados por los recortes de las autonomías para cumplir con el objetivo de déficit".
"Es cierto que la deuda sanitaria de más de 16.000 millones que dejó el Gobierno socialista al actual era insostenible y había que atajar, como ha dicho Rajoy a Rubalcaba en el turno de réplica, o que había que tomar medidas —que más o menos se pueden matizar— contra el turismo sanitario, regular el aseguramiento, unificar la cartera de servicios, reducir el tiempo medio de pago a proveedores o la factura farmacéutica, o incluso estudiar nuevos modelos de gestión para ganar en eficiencia", afirma López Arribas, "pero lo que no deben olvidar ni Rajoy ni los grupos de la oposición es que estas medidas no deben detraer, en ningún caso, un ápice de la calidad de la asistencia que se ofrece a los ciudadanos, y que esta debe guiarse por criterios estrictamente profesionales".
M. Fernández Enguita, sociólogo: "Rubalcaba, críticas convincentes, pero no las propuestas"
Mariano Fernández Enguita, catedrático de sociología en la Universidad Complutense, cree que el debate ha sido "previsible y sin sorpresas". "Rajoy se ha empeñado en que todo va menos mal de lo que iría con los socialistas e irá mejor, y antes, gracias a sus decididas reformas. Era irónico oir al presidente del partido que se decía de las personas desgranar fórmulas grises y cifras ambivalentes, excepto las ineludibles del desempleo, evitando mencionar los crecientes problemas de pobreza, migración, sanidad, educación o vivienda. Rubalcaba ha estado más convincente en las críticas, pero no en las propuestas, expresando el lento reconocimiento de lo que hicieron mal y su aún más lento empeño en elaborar una alternativa a la altura de la crisis".
Fernández Enguita ve muy difícil que los dos grandes partidos lleguen a un pacto para afrontar la situación del país. "Estamos muy lejos del día en que Gobierno y oposición, más allá de la retórica, quieran y puedan llegar a grandes acuerdos para salir de la crisis, porque el primero se siente demasiado fuerte, de modo que su innegable legitimidad de origen (las elecciones) le oculta su muy menguada legitimidad de ejercicio (su política), y la oposición es demasiado débil, atada en exceso a la defensa de ese pasado que no funcionó".
En cuanto a las referencias a la educación durante el debate, el catedrático de sociología cree que Rajoy "ha querido ignorar el estallido de una oleada de malestar nunca antes vista y se ha limitado a repetir que el elevado grado de abandono escolar exige la contrarreforma que proponen, la que siempre han propuesto pero presentada ahora como emulación del modelo alemán, que ni es milagro alguno ni es modelo para nadie fuera de su hinterland. Un problema obvio y una propuesta conocida, pero inguna justificación que los vincule". Mientras, Rubalcaba, "ha criticado con acierto que el PP convierte la escuela pública en una escuela de segunda, dualizando la educación al igual que la sanidad: promueven la privatización arrojando la carga más pesada al sector público. Ha acertado también al señalar la visión clasista y elitista que subyace, según la cual unos valen para estudiar pero otros no. Pero no ha sabido distanciarse de un sistema educativo que, bajo los gobiernos socialistas, se mostró muy poco eficiente y muy poco eficaz, lo que ha permitido y permitirá siempre a Rajoy reprocharle un inmovilismo interesado -aunque sería más correcto hablar de inmovilismo ante los intereses colectivos".
J. Bosch, portavoz de Jueces para la Democracia: "El pacto anticorrupción: un brindis al sol"
Joaquim Bosch, portavoz de Jueces para la Democracia, se ha fijado especialmente en las referencias a la corrupción. "Huele a podrido en los parajes del reino. Y uno de los temas centrales del debate sobre el estado de la nación ha sido el anuncio de medidas contra la corrupción, entre ellas un posible endurecimiento de las penas. De partida, la propia admisión de las carencias actuales ya supone un reconocimiento de que la situación actual es insostenible. Y ello significa que hasta ahora la actitud institucional hacia determinadas irregularidades, por acción culposa u omisión, ha permitido llegar a situaciones muy poco edificantes".
Sin embargo, para Bosch, "el anuncio del presidente del Gobierno sobre un pacto contra la corrupción solo representa un brindis al sol, al no venir acompañado de cambios estructurales que permitan perseguir y condenar a quienes abusan de su poder o a los aficionados a meter la mano en la caja pública. Ninguna solución será valida si no va acompañada de la dotación de medios materiales y personales a nuestros juzgados, los cuales actualmente no disponen de instrumentos adecuados para llevar a cabo sus investigaciones. Al contrario, el Gobierno ha optado por un amplio recorte presupuestario en la actividad judicial. Y el ministro Gallardón ha iniciado una reforma del Consejo General del Poder Judicial con la que pretende subordinar el poder judicial al ejecutivo, lo cual supone un ataque a la división de poderes de nuestro Estado Constitucional".
El portavoz de Jueces para la democracia cree que "se está produciendo una intensa acumulación de poder en muy pocas manos. Y el poder político se encuentra manifiestamente influenciado por los intereses financieros. Los abusos en el ámbito político y económico solo pueden ser controlados por un poder judicial fuerte, con la suficiente independencia y con los recursos suficientes para llevar adelante sus elevadas funciones. La sociedad necesita ese espacio de garantía, de contrapoder, de vigilancia institucional. Pero el Gobierno sigue adelante con reformas que desmantelan la administración de justicia, mientras formula declaraciones enfáticas y poco verosímiles para atajar la corrupción. La falta de credibilidad de esas promesas gubernamentales es la que nos ha llevado a jueces y a fiscales a convocar una huelga que ha sido seguida masivamente. Necesitamos soluciones reales. El resto son juegos florales para adornar debates parlamentarios".
Ada Colau, portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca: "Nada nuevo bajo el sol"
"PP y PSOE se siguen comportando como coprotagonistas del mundo feliz del bipartidismo, se interpelan uno a otro como partidos de alternancia de gobierno por la gracia de una ley electoral hecha a su medida, ninguneando a una ciudadanía que cada día más desconfía de ellos y busca otros mecanismos de expresión y participación política", opina Ada Colau. "En el tema de los desahucios y las ejecuciones hipotecarias se ve con claridad. Ambos partidos han sido autores de las políticas de vivienda y financieras de las últimas décadas, y por ello son responsables de que España sea el país de Europa con más desahucios y con más viviendas vacías. También coinciden en que ambos han tardado cuatro años en empezar a reaccionar a un clamor ciudadano: el que reclama la dación en pago, la moratoria de los desahucios y el alquiler social. Pero lo peor es que hoy ambos partidos han vuelto a utilizar el tema como arma arrojadiza frente al adversario, sin reconocer en ningún momento que los únicos que sí han sabido reaccionar y han estado a la altura han sido los ciudadanos y ciudadanas que llevan cuatro años jugándose el tipo parando los desahucios y forzando a los bancos a negociar daciones en pago y alquileres sociales".
Colau reconoce al PSOE que rectificó antes, "hace unas semanas, cuando gracias a la presión social tuvo que modificar su postura y apoyar finalmente las medidas de la Iniciativa Legislativa Popular" y al PP, que "no apoya estas demandas pero la semana pasada, contra todo pronóstico, se vio obligado a rectificar su postura inicial y admitió a trámite la ILP". En cualquier caso, cree que "las próximas semanas serán clave en el tema de los desahucios, pero no por lo que hoy hayan dicho PP y PSOE en el debate de la nación sino, una vez más, por lo que la ciudadanía esté dispuesta a presionar".
S. López Arribas, presidenta del Colegio de Médicos de Madrid: "Se plantea una reconversión"
Sonia López Arribas, presidenta del Colegio Oficial de Médicos de Madrid (Icomem), lamenta que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no dedicara apenas tiempo a la sanidad en su discurso de apertura del debate, pese a que "es un momento crucial para el sistema sanitario en muchas comunidades autónomas, como es el caso de Madrid, donde se está planteando una reconversión total del modelo con propuestas que pasan por externalizar la gestión de los hospitales y centros de salud que plantea la Administración, o dotar a los profesionales de mayor autonomía para gestionar y tomar decisiones implantando unidades de gestión clínica, que proponen los médicos".
Para López Arribas, "Rajoy ha priorizado temas como la economía, Europa, la corrupción y el modelo de organización territorial de España a las políticas sociales, entre ellas la Sanidad, lo que para una organización profesional como el Colegio de Médicos de Madrid, que representa a 40.000 facultativos, es ya de por sí significativo, y no podemos compartir, máxime cuando, por un lado, aún se trabaja en el tan necesario Pacto de Estado por la Sanidad, y, por otro, las condiciones laborales y los recursos asistenciales de los médicos se están viendo muy mermados por los recortes de las autonomías para cumplir con el objetivo de déficit".
"Es cierto que la deuda sanitaria de más de 16.000 millones que dejó el Gobierno socialista al actual era insostenible y había que atajar, como ha dicho Rajoy a Rubalcaba en el turno de réplica, o que había que tomar medidas —que más o menos se pueden matizar— contra el turismo sanitario, regular el aseguramiento, unificar la cartera de servicios, reducir el tiempo medio de pago a proveedores o la factura farmacéutica, o incluso estudiar nuevos modelos de gestión para ganar en eficiencia", afirma López Arribas, "pero lo que no deben olvidar ni Rajoy ni los grupos de la oposición es que estas medidas no deben detraer, en ningún caso, un ápice de la calidad de la asistencia que se ofrece a los ciudadanos, y que esta debe guiarse por criterios estrictamente profesionales".
M. Fernández Enguita, sociólogo: "Rubalcaba, críticas convincentes, pero no las propuestas"
Mariano Fernández Enguita, catedrático de sociología en la Universidad Complutense, cree que el debate ha sido "previsible y sin sorpresas". "Rajoy se ha empeñado en que todo va menos mal de lo que iría con los socialistas e irá mejor, y antes, gracias a sus decididas reformas. Era irónico oir al presidente del partido que se decía de las personas desgranar fórmulas grises y cifras ambivalentes, excepto las ineludibles del desempleo, evitando mencionar los crecientes problemas de pobreza, migración, sanidad, educación o vivienda. Rubalcaba ha estado más convincente en las críticas, pero no en las propuestas, expresando el lento reconocimiento de lo que hicieron mal y su aún más lento empeño en elaborar una alternativa a la altura de la crisis".
Fernández Enguita ve muy difícil que los dos grandes partidos lleguen a un pacto para afrontar la situación del país. "Estamos muy lejos del día en que Gobierno y oposición, más allá de la retórica, quieran y puedan llegar a grandes acuerdos para salir de la crisis, porque el primero se siente demasiado fuerte, de modo que su innegable legitimidad de origen (las elecciones) le oculta su muy menguada legitimidad de ejercicio (su política), y la oposición es demasiado débil, atada en exceso a la defensa de ese pasado que no funcionó".
En cuanto a las referencias a la educación durante el debate, el catedrático de sociología cree que Rajoy "ha querido ignorar el estallido de una oleada de malestar nunca antes vista y se ha limitado a repetir que el elevado grado de abandono escolar exige la contrarreforma que proponen, la que siempre han propuesto pero presentada ahora como emulación del modelo alemán, que ni es milagro alguno ni es modelo para nadie fuera de su hinterland. Un problema obvio y una propuesta conocida, pero inguna justificación que los vincule". Mientras, Rubalcaba, "ha criticado con acierto que el PP convierte la escuela pública en una escuela de segunda, dualizando la educación al igual que la sanidad: promueven la privatización arrojando la carga más pesada al sector público. Ha acertado también al señalar la visión clasista y elitista que subyace, según la cual unos valen para estudiar pero otros no. Pero no ha sabido distanciarse de un sistema educativo que, bajo los gobiernos socialistas, se mostró muy poco eficiente y muy poco eficaz, lo que ha permitido y permitirá siempre a Rajoy reprocharle un inmovilismo interesado -aunque sería más correcto hablar de inmovilismo ante los intereses colectivos".
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