La relación entre Aura Marina y yo, duró exactamente cuatro meses por medio de la Internet, el resultado fue la ruptura total de una historia que se avizoraba venturosa.
Las cosas buenas que deja una relación fallida no es fácil encontrarlas de inmediato, sin embargo en mi caso puedo decir ufanamente que Aura Marina me dio el impulso para escribir de forma frenética, aunque debo reconocer que soy un escritor compulsivo que trabaja hasta diez horas diarias en la elaboración de algunos textos literarios.
Aura Marina despertó mi imaginación en forma contundente, como nunca la vi ni la pude tocar, todo quedaba en la ilusión de mis sueños con ella, soñaba despierto con ella, imaginando el día de nuestro encuentro, que primero ella prometió sucedería en Guatemala y después en México. El prometido viaje de ella a Guatemala fue una de las mascaradas más dolorosas para mi, ella me engañó siempre con el señuelo que vendría a verme, ni tenía pasaporte y jamás reservó un boleto de avión. Fue una farsa total. Le seguí creyendo, porque me interesaba realizar mi proyecto amoroso con ella, quería poner en práctica el modelo del amor maduro, y me equivoqué porque ella no era la candidata para tales experimentos.
Ella no tuvo hijos y nunca se casó, eran detalles que sí contaron demasiado al final de esta historia, no tenía las experiencias básicas de casi todo ser humano adulto en la vida.
Nuestra historia de amor estuvo teñida de misterios y escapadas de ella que no tenían una explicación lógica para mi. A diferencia conmigo que siempre fui un libro abierto, mi vida la expuse abiertamente a ella, lo que me encontré con ella fue una cerrazón, una barrera del tamaño de la Muralla China, impenetrable.
¿Qué escondía tan celosamente Aura Marina, nunca lo sabré?
Mi fértil imaginación me llevaba por caminos siniestros: Y si estaba metida en el narcotráfico, o tenía amantes por doquier, o un hijo oculto con alguna enfermedad hereditaria; pero lo cierto es que tenía problemas con la Ley, fue lo único que pude sacarle en claro después de tantos interrogatorios mios.
Necesitaba reunir importantes cantidades de dinero que sus dos puestos de trabajo no le proporcionaban, lo que me ponía a mi en la senda de contribuir con algo en el momento de juntarnos a vivir bajo el mismo techo.
Su página en Facebook era otro gran misterio, no aportaba ningún dato que permitiera identificarla. Me dijo que eso era intencional, estaba escondiéndose de algo o de alguien...
Aprendí mucho con Aura Marina, como psicoanalista advertí de inmediato sus neurosis y manías. Estaba enferma, sin duda. quizá tomaba medicamentos porque de pronto había cambios bruscos en su conducta. Nunca supe qué enfermedad mental era la que la atormentaba tanto. Con eso hubiera tenido que lidiar el resto de mi vida.
La gota que derramó el vaso fue algo sencillo e intrascendente, pero que fue determinante para el rompimiento. Mi llegada a México en estas fechas suponía yo que me alojaría en su departamento, tratándose que ella era mi novia. Pero su negativa rotunda a alojarme con ella, me dio la pauta de que no era conveniente insistir más en esa relación caótica y clandestina en sus aspectos esenciales.
Le dije adiós y me retiré de inmediato de su vida.
Me dolió mucho dejarla porque me enamoré perdidamente de una mujer inexistente, que solo en mi mente tuvo vida, pero fue grandioso todo lo que vivimos juntos por Internet.
Espero no repetir nunca jamás algo semejante.
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