lunes, 17 de enero de 2011

El botox que paraliza a las bellas.

La obsesión por mantenerse eternamente joven de actrices presionadas por las exigencias estéticas de su profesión y de mujeres que tratan de emularlas puede tener consecuencias indeseadas. La antaño bellísima Nicole Kidman ha pasado los últimos años luciendo un inexpresivo y acartonado rostro efecto de las continuas inyecciones de botox a las que se sometía. Y aunque siempre lo había negado, en plena promoción de su última película, The rabbit hole, sorprendió a la prensa declarando: "He utilizado botox aunque no me ha gustado el resultado. Ya no lo uso y ahora puedo mover otra vez la frente".

Las inyecciones de botox paralizan los músculos sobre los que se aplican, reduciendo visiblemente las arrugas que se crean sobre esos mismos músculos pero convirtiendo a quienes lo utilizan -según en qué cantidades- en seres inexpresivos. "He probado muchas cosas, pero además de una buena dieta y ejercicio físico, casi nada ayuda", dijo hace algunas semanas.

Kidman se había pasado años negando lo innegable -basta con mirar algunas de sus fotografías-, sin embargo su reciente confesión ha provocado un gran revuelo en Hollywood, donde el que más y el que menos se opera algo o se inyecta algo para desafiar al paso del tiempo y tratar de ganarle el pulso. Muchos abrazaron abiertamente el botox cuando se puso de moda con la llegada del siglo XXI y no tuvieron problema en decirlo en público. Ese es el caso de las actrices Vanessa Williams y Kim Cattrall o del presentador Simon Cowell. Pero lo que no es nada común es escuchar la voz de los pentiti (arrepentidos).

Además de Kidman, hace un par de años también la cantante Sharon Osbourne (esposa de Ozzy Osbourne) renegó de su pasado. A sus 54 años, y después de haberse sometido a múltiples operaciones de cirugía estética, confesó: "Mi cuerpo está cansado, he abusado de él. Me arrepiento de haberme operado los pechos porque nunca he estado a gusto con ellos. Aunque lo más doloroso fue hacerme un lifting de piernas. Me da miedo acabar como esa gente que parece que tiene el rostro planchado y congelado".

Y esta misma semana, la joven Heidi Montag, popular en Estados Unidos por haber participado en el reality show The Hills, declaró a la revista Life & Style: "Algunas partes de mi cuerpo tienen mucho peor aspecto que antes de operarme". A sus 24 años, Heidi se sometió a 10 operaciones de cirugía estética y literalmente se cambió todo el chasis.

Pero los médicos le dejaron cicatrices y ahora ella las ve como el martilleante recuerdo de su error. "Ojalá no fuera una chica plástica. La cirugía ha arruinado mi carrera y mi vida personal". En la página Plasticopedia (education.makemeheal.com) hay un listado de los famosos que han pasado por la mesa de operaciones.

1 comentario:

  1. Vivimos en una sociedad que venera la juventud. Lamentablemente no es para siempre. Cuando acariciamos un poco de sabiduría, al paso de los años, la juventud se ha ido. El mundo de la cirugía plática no es exclusivo de los artistas, sino ahora también de los empresarios y polítivos exitosos, así como de los narcos, al menos para sus mujeres. engañamos a los ojos, pero no al corazón ni a nosotros mismos. Todo en la vida, tiene un precio, nada es gratis. Cambiamos tanto la apariencia que no somos capaces de reconocernos en el espejo y de viejos necesitamos morir siendo nosotros mismos, pero ya es demasiado tarde. No nos encontramos, al menos la parte física. Y eso, duele!.

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