Florencia Kirchner, la protagónica.

Al morir el padre, los ojos del peronismo oficial se posaron en el hijo. Las esperanzas de un sucesor de Néstor Kirchner, aunque sólo fuera para la galería, apuntaban entonces a Máximo, el primogénito del matrimonio.

Tres meses y medio después del entierro del ex presidente, la realidad demuestra que el elegido como sucesor no quiere aceptar esa herencia ni regalada. Para sorpresa de muchos, la que ha decidido asumir el desafío, al menos en asuntos de imagen y compañía, ha sido su hermana Florencia.

La joven de 20 años se ha convertido en la sombra de la Presidenta dentro y fuera de Argentina. La comitiva oficial que emprendió esta semana una gira de diez días por Oriente Medio tenía a Cristina Fernández de Kirchner a la cabeza. Al tratarse del primer periplo internacional que realiza desde que se quedara viuda, el viaje levanta gran expectación.

En el avión presidencial, además de ministros de enorme peso como el de Planificación, Julio De Vido y el lenguaraz canciller, Héctor Timerman, hay un espacio reservado para la única hija habida en el matrimonio Kirchner.

La noticia no es novedad pero sí que desde el 10 de octubre, fecha de la muerte del ex presidente, Florencia no se separa de su madre. Con ella apareció esta semana de paseo visitando las pirámides del Valle de los Reyes, con ella se traslada a todas partes y con ella se retrató ayer en la recepción que les brindó el Emir de Kuwait.
«Flor Key» en internet

Ante al drama familiar, la niña rebelde que volvía locos a sus padres abriendo y cerrando blogs donde contaba y mostraba intimidades de su vida, ha decidido apuntalar día y noche a la jefa del Estado.

“Flor Key”, como bautizó alguna de su páginas web, ha vuelto a su cuarto de la Quinta de Olivos (residencia privada de los presidentes) y no deja que su madre dé un paso sin que ella esté cerca.

Cuando le comunicaron la noticia del fallecimiento del ex presidente voló en un avión privado desde Nueva York y no volvió más a la ciudad de los rascacielos. Allí se apuntó a un curso de dirección de cine en la New York Film Academy pero, de momento, lo ha abandonado para estar junto a la presidenta.

Sin estudios universitarios
Los estudios, dicho sea de paso, nunca fueron el punto fuerte ni de ella ni de su hermano, ambos sin formación universitaria. En 2008 no logró aprobar una sola de las trece materias de quinto curso, pero además supero con creces el número de ausencias permitido por el colegio Lasalle.

Ese año, por placer, acompañó a la presidenta en viajes oficiales a Nueva York y varios países de África, pero ahora la situación es diferente. La joven parece haber tomado conciencia de la soledad frente al poder de su madre y ha decido, dentro de sus posibilidades, ayudarla.

El año que arranca no va a ser fácil para Cristina Fernández. Si los pronósticos no se equivocan, volverá a presentarse como candidata en octubre. Esta vez no tendrá a su lado al hombre que la acompañó desde su época de la universidad pero podrá contar, al menos, con su hija.