lunes, 17 de enero de 2011

Israel: crisis en el gabinete.

En tres separadas conferencias de prensa, los ministros laboristas Herzog (Bienestar Social) Avishai Braverman (Igualación de Derechos de Minorías) y Ben Eliezer (Industria, Trabajo y Comercio), anunciaron su renuncia al gobierno de Benjamin Netanyahu, por haber éste dado -en la práctica- su espalda al proceso de paz.

La renuncia de los tres ministros se produjo a horas de que Ehud Barak, la mano de derecha del Gobierno de Netanyahu y su ministro de Defensa, anunciara su renuncia a la jefatura del Partido Laborista para liderar una escisión de 5 de los 13 diputados del partido.

El anuncio de Barak se realizó en conocimiento y en acuerdo con Netanyahu, con la intención de anticipar a su oposición interna, que exigía la renuncia colectiva al gobierno a más tardar en abril, dada la parálisis en las tratativas de paz, la razón que esgrimió Barak al incorporarse al gobierno de Netanyahu, dos años atrás.

En su propia conferencia de prensa, Barak acusó a los diputados no escindidos de arrastrar al Laborismo a la izquierda extrema, al posmodernismo y al post-sionismo", palabras con las que expresó su adhesión al gobierno de la derecha, que comparte con el canciller Lieberman, el ultrarreligioso Ishai como ministro del Interior y el jefe de Gobierno Netanyahu.

El ministro de Bienestar Social Itzjak Herzog –quien dos meses atrás exigió y logró que en abril se realice una convención partidaria para exigir ahí la retirada del gobierno y el cambio del Presidente del partido- anunció su renuncia llamando al resto de los ministros del laborismo a hacer lo mismo.

Herzog criticó al ministro de Defensa Ehud Barak, que abandonó el Partido Laborista, afirmando que "El Partido Laborista que fundó al Estado de Israel se sacó una joroba de la espalda. La farsa de Barak ha terminado".

Desde la oficina del Jefe de Gobierno Netanyahu se dio a conocer una declaración, según la cual el paso de Barak y sus 4 seguidores permitiría fortalecer la coalición de gobierno, dado que hasta el momento parte de los diputados laboristas no votaban con el gobierno o amenazaban continuamente con su renuncia, debilitando la posición israelí frente a los palestinos.

La jugada de Brak obliga a una serie de movimientos que refuerzan a Netanyahu pero a la vez también a la posibilidad de creación de un frente socialdemócrata por la paz, ya para las próximas elecciones.

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