Los antidepresivos podrían aliviar los sofocos de la menopausia, según un estudio de la Universidad de Pensilvania en Estados Unidos que se publica en la revista «Journal of the American Medical Association» (JAMA).
Las mujeres que estaban cerca de la menopausia o postmenopausia experimentaban una reducción en la frecuencia y gravedad de los sofocos menopáusicos con el uso del fármaco antidepresivo escitalopram, en comparación con las que recibían placebo.
Los investigadores, dirigidos por Ellen W. Freeman, evaluaron la eficacia del escitalopram frente al placebo para reducir la frecuencia y gravedad de los sofocos en mujeres sanas y examinaron si la raza, el estado menopáusico, depresivo o la ansiedad eran modificadores importantes de los efectos observados.
Las mujeres recibieron entre 10 y 20 mg/d de escitalopram o un placebo durante 8 semanas. Los principales aspectos estudiados incluían la frecuencia y gravedad de los sofocos evaluados mediante diarios de las semanas 4 y 8. La frecuencia media de los sofocos al inicio del estudio era de 9,8 al día.
El escitalopram se asoció con una reducción significativa en la frecuencia de sofocos en relación al placebo y en el grupo de escitalopram, la media en la semana 8descendió a 5,26 sofocos diarios (un 47 por ciento de disminución o una media de 4,6 sofocos al día menos que al inicio del estudio).
Menos sofocos y menos graves
En el grupo de placebo, la frecuencia de sofocos descendió a 6,43 sofocos diarios (un 33 por ciento menos o una media de 3,2 sofocos menos al día). La mejora clínica en la semana 8, la disminución del 50 por ciento o más a partir de la línea de partida en la frecuencia de sofocos, fue significativamente superior en el grupo del antidepresivo que en el de placebo (55 por ciento frente al 36 por ciento).
El uso de escitalopram mejoró la gravedad de los sofocos en comparación con el placebo. Además, la intervención posterior de tres semanas demostró que los sofocos aumentaban tras el cese de escitalopram pero no del placebo, proporcionando más evidencias de los efectos del fármaco.
Los investigadores indican que aunque la disminución en la frecuencia de sofocos y su gravedad parece modesta, las participantes del estudio percibieron estas mejoras como significativas, tal como lo indicaban en su informe de satisfacción con el tratamiento y su deseo de continuarlo.
"Nuestros descubrimientos sugieren que entre las mujeres sanas, entre 10 y 20 mg/d de escitalopram proporciona una opción no hormonal efectiva y bien tolerada para controlar los sofocos. Se necesitan futuros estudios para comparar la eficacia de los antidepresivos con la terapia hormonal en el tratamiento de los sofocos", concluyen los autores.
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