viernes, 1 de febrero de 2013

Blogs de dibujos urbanos.

El Madrid ilustrado

Los blogs de dibujos urbanos se abren un hueco en la red

Profesionales y aficionados retratan la ciudad


Madrid puede ser difuso como una acuarela, divertido como una caricatura, infantil o monumental. Depende del blog con el que se conozca. La ciudad es la musa de muchos ilustradores, aficionados o profesionales, que han elegido la web, bien para promocionarse o simplemente para mostrar el fruto de su afición.
En esta galería de ilustradores de Madrid está Cristóbal Fortúnez, de 32 años. Es el padre de Fauna Mongola, un catálogo de todas las especies humanas que habitan en las calles de esta ciudad. Los dibujos de este gallego tenían como destino Portugal, donde vivía su hermana.
El edificio Metrópolis, dibujado por Francisco Gómez Jarillo.
Su lápiz dibuja la visión de un foráneo de la capital desde un punto de vista cómico. “Quería enseñarle el nuevo sitio en el que vivía”, explica Fortúnez. Fue ella la que insistió para que los compartiera con todo el mundo. Modernos, niños pijos o culturetas condescendientes. Todos caben en su mundo. A raíz de sus publicaciones, empezaron a lloverle las llamadas de trabajo. “Gracias a Fauna Mongola me he hecho un hueco en este mundo, algo nada fácil”, reconoce el dibujante.
“Haz una carrera más segura que Bellas Artes”. Algo así le dijeron a Mónica Peláez, madrileña de 25 años, cuando llegó la hora de ir a la universidad. Hizo caso y se licenció en Publicidad y Relaciones Públicas. Con 25 años tenía un trabajo fijo que no le hacía feliz. Entonces fue a lo que no era seguro. Y empezó a dibujar sus lugares favoritos de Madrid. El resultado es Mantón de la China-na -por la zarzuela de La Virgen de la Paloma-, que ocho meses después de su nacimiento le permite vivir de lo que le gusta, gracias a los encargos que le llegan tras ver su trabajo. Internet fue su herramienta y Madrid, su inspiración.
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Sus bitácoras fueron el mejor currículum para estos dos profesionales. “Blogs sobre Madrid hay muchos, y yo tenía claro que si hacía algo así, tenía que ser diferente”, reconoce Mónica sentada en el salón de té Vailima, uno de los primeros lugares que incluyó en su guía virtual. Los dos aseguran que ahora cuentan con una larga lista pendiente de ideas, pero las actualizaciones tendrán que esperar porque el trabajo manda.
Un retrato de Mónica Peláez de Mantón de la Chinana.
A veces se fija en detalles, otras recoge la atmósfera del local y en ocasiones juega con los ingredientes de los platos que ofrece para hacer los dibujos. Su maestro fue su abuelo, creador de decorados de películas como Cleopatra o 55 días en Pekín. En su casa aún perviven un cuadro de egipcias de la primera película o elementos de la ambientación china de la segunda. Su madre también es ilustradora, así que la apoyó cuando decidió convertirse en una emprendedora.
Cuando se quedó sin trabajo, Ana Rojo recuperó esa afición que había dejado olvidada. Y de allí nació Aidibus. Cualquier excusa es buena para sacar los lápices y los pinceles y plasmar lo que ve. Sus dibujos son como una instantánea. Una esquina, una conversación en la calle, un parque a través de un ventanal. Como instantáneas hechas al azar. “Al principio hacía fotos, pero me parecía que tenían mucho ruido”, indica. Esta arquitecta en paro desde abril asegura que puso en marcha el blog para mantenerse activa: “que no tenga trabajo no quiere decir que esté en casa viendo la tele”, afirma Rojo.
Algunas veces se la puede encontrar en algún rincón de la ciudad, dibujando. Rodeada de otros ilustradores. Es una quedada de Urban Sketchers. Se trata de una comunidad de un centenar de artistas repartidos por todo el mundo que se dedican a documentar con ilustraciones la ciudad en la que viven. En Madrid hay una docena de ellos, que cada 15 días se reúne de manera informal para retratar trazo a trazo algún punto de Madrid. “Se crea una especie de hermandad entre nosotros”, apunta Juan Sosa, representante en Madrid de Urban Sketchers España. El primer encuentro de los dibujantes madrileños se produjo en el mercado de San Miguel.
Un ejemplar humano de las calles madrileñas retratado por Cristóbal Fortúnez en 'Fauna Mongola'.
Francisco Gómez organiza algunos de estos encuentros. Este aparejador y profesor de la universidad Alfonso X El Sabio expone en la web que lleva su mismo nombre el resultado de estos encuentros. “En los dibujos aportas algo tuyo, supone más que una fotografía, y encima disfrutas haciéndolo”, reconoce. En su web aparecen prácticamente todos los rincones de la capital. Su niña mimada es la Gran Vía.
Junto a Ana Rojo y Francisco Gómez, dibuja Fernando Benito, de 43 años. También miembro de este grupo desde hace un año. “Tenía una espinita clavada porque de pequeño dibujaba, así que lo retomé”. Y en esta vuelta a la ilustración, incluyó a sus hijas de 10 y 13 años, que ahora le acompañan a las quedadas. Dibuja lo que ve: gente en el metro, la casa del Reloj, el Matadero…En algo coincide con su compañero Francisco: su favorita es la Gran Vía.

La moda de dibujar las ciudades nació en Seattle

Un curioso 'skyline' de la ciudad sobre un caracol de 'Mi petit Madrid'.
Las primeras pinceladas las dio un español afincado en Seattle (EEUU), Gabi Campanario. Colgó sus dibujos en la red social de fotografías Flickr y a partir de ahí la red se fue extendiendo. Hace cuatro años organizaron un curso en Jaca (Huesca) que supuso el inicio de Urban Sketchers. En Madrid se reúnen cada 15 días de manera informal para retratar trazo a trazo algún punto de la capital. "Se crea una especie de hermandad entre nosotros", apunta Juan Sosa, representante en Madrid de Urban Sketchers España. El primer encuentro de los dibujantes madrileños se produjo en el mercado de San Miguel. Al menos una vez al año se reúnen en alguna ciudad con el resto de dibujantes del mundo. La próxima cita será en Barcelona en julio.
La preferencia por la centenaria avenida se repite en muchos de estos cazadores de estampas urbanas: “Porque está llena de gente cosmopolita y porque sus edificios son una mezcla de todo lo que ha pasado el siglo anterior en Madrid”, explica Benito. La ilustración soñada aún está por llegar, pero Benito ya la tiene en mente: “Me han dicho que hay unas vistas maravillosas de Callao desde la cafetería del Corte Inglés”.
Blogs como estos, sirvieron de inspiración a Elena, Charo y Flo, que hace un año crearon Mi Petit Madrid. Una gallega, una parisina y una cántabra ilustrando Madrid. En su caso, redactando, porque para los dibujos cuentan con tres profesionales. Por ahora no les da dinero, pero esperan que se convierta en su proyecto empresarial. En su web se puede descubrir lo que esconden las fachadas de los edificios más importantes de Madrid, entrevistas a personajes madrileños o una agenda de ocio. Todo esto acompañado de ilustraciones coloristas.
El Madrid ilustrado cobra un nuevo significado con estas webs. La ciudad que sale de los pinceles y lápices de estos blogueros tiene muchos puntos de vista. Ofrecen un nuevo modo de conocer la capital.

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