Carlo Ancelotti, nuevo entrenador del Real Madrid
El conjunto blanco anuncia la contratación del técnico italiano, que sustituirá a Mourinho, tras desvincularse del PSG
Carlo Ancelotti (50 años) se ha convertido en el octavo entrenador
que contrata Florentino Pérez como presidente del Real Madrid en sus 10
años de mandato, divididos en dos etapas, de 2000 a 2006 y de 2010 al
presente. En esta última suma tres técnicos en cuatro años. Vicente del
Bosque, Carlos Queiroz, Mariano García Remón, Wanderlei Luxemburgo, Juan
Ramón López Caro, Manuel Pellegrini y José Mourinho precedieron al
técnico italiano. De todos ellos, solo el actual seleccionador finalizó
su relación contractual. El resto fueron finiquitados antes de finalizar
sus contratos. La llegada del italiano, que ha firmado hasta el 2016 y
será presentado el miércoles a las 13.00, se produce después de que el
PSG haya oficializado la contratación de Laurent Blanc como técnico del
conjunto francés.
Con Ancelotti, el presidente madridista ha cumplido un viejo anhelo. Pérez ya intentó sentarle en el banquillo del Bernabéu en dos ocasiones. La primera intentona fue en 2004, aprovechando la presencia de Arrigo Sacchi en la dirección deportiva de Concha Espina. La segunda acometida para contratarle se dio en 2010, cuando Florentino diseñaba la candidatura de su retorno.
1979-1987: AS Roma (Un 'scudetto' y cuatro Copas de Italia)
1987-1992: AC Milan (Dos Copas de Europa, dos Intercontinentales, dos Supercopas de Europa, dos 'scudettos' y una Supercopa de Italia)
Como entrenador:1995-1996: A.C. Reggiana
1996-1999: Parma
1999-2001: Juventus (Una Intertoto)
2001-2009: AC Milan (Dos Copas de Europa, un Mundial de Clubes, dos Supercopas de Europa, un 'scudetto', una Copa de Italia y una Supercopa de Italia)
2009-2011: Chelsea (Una Premier, una FA Cup y una Community Shield)
2011-2013: Paris Saint-Germain (Una Liga Francesa)
2013-: Real Madrid
El perfil de Ancelotti poco tiene que ver con el de su predecesor.
Después del histriónico Mourinho, la dirección técnica del equipo recae
en un técnico más laxo en la conducción de grupos, cuyo manejo de las
estrellas se apoya en un sentido del humor que roza la socarronería, en
un diálogo cordial y en la bonhomía que transmiten sus infladas
carrilladas. Su biografía Preferisco la Coppa, está repleta de
anécdotas que desvelan un carácter afable y bonachón. Antes de rendirse
al talento de Kaká, “el segundo mejor jugador que he entrenado después
de Zidane”, Ancelotti comparó al mediapunta brasileño con “un estudiante
de Erasmus recién llegado a Milán que no nos vendría mal si además sabe
jugar al fútbol”, se puede leer en la obra escrita junto al periodista
italiano Alessandro Alciato.
Desde que en el pasado mes de diciembre en los despachos de Concha Espina empezaron a plantearse seriamente la continuidad de Mourinho, la búsqueda se centró a un entrenador que fuera la antítesis del técnico luso en modos y formas. “El fútbol no es tensión, es pasión y no creo que a la gente le guste la tensión, en mi experiencia he constatado que la tensión es mala para el que la hace y para nosotros. No saca rendimiento”, pronunció Pérez en su discurso navideño ante los medios. Aquella fue la primera andanada pública presidencial que dejaba entrever la posibilidad de un cambio de rumbo hacia maneras más reposadas del nuevo inquilino del banquillo. En sus últimas comparecencias ante los medios, Florentino Pérez ha tratado de justificar la salida de Mourinho con ese mismo argumento, reiterando que el mal inicio del campeonato liguero obligó al entrenador portugués a redoblar su exigencia, lo que habría contribuido a la rebelión de gran parte del vestuario que ya no soportaba esa sobrepresión ni ser señalado públicamente por su técnico. Lo que el presidente interpreta como una manera de motivar a los futbolistas por parte de Mourinho ante ese mal comienzo de curso tuvo efectos nocivos en la relación de este con el plantel.
El Madrid ha optado ahora por la personalidad más afable de Ancelotti, menos tendente al desgaste emocional de los futbolistas y a la erosión en la convivencia del día a día que Mourinho. “Carlo es más tranquilo que Mourinho, eso seguro”, afirma Fabio Cannavaro, que lo conoce desde que fuera su entrenador en el Parma a finales de los años 90. En ese periodo de iniciación en los banquillos, Bimbo, apodo que le pusieron en el Roma, aún se guiaba por la testaruda rigidez de su pizarra. Tanto que eso forzó la marcha de Zola al Chelsea. “Fue un error, yo quería jugar un 4-4-2 y él quería jugar por el centro como un delantero. Era mi primera experiencia como entrenador de la Serie A y no fui capaz de cambiar el sistema”, admitió años después sobre la salida de Zola. Fue Zinedine Zidane el futbolista que le flexibilizó su ideario táctico. “En mis dos primeras experiencias en el Reggiana y en el Parma jugaba un 4-4-2. Era de los que pensaba que los jugadores tenían que adaptarse al sistema y la primera prioridad era asentar al equipo en defensa. Con Zidane cambié y empecé a jugar con un 4-3-1-2”. “Con aquella decisión demostró su inteligencia. Nos comunicó a todos que con Zizou íbamos a cambiar la manera de jugar. En España, con el fútbol que se practica y los futbolistas tan espectaculares que tiene seguró que jugará al ataque”, asegura Ciro Ferrara, que estuvo bajo sus órdenes en el Juventus. “Sabe mucho de fútbol, es inteligente y sabe manejar bien los grupos. Sus charlas son cortas, un repaso de lo que ha trabajado durante la semana. Con nosotros alternó la defensa de tres con la de cuatro, pero siempre pensábamos en Zidane a la hora de atacar”, recuerda el central uruguayo Paolo Montero, que también hace hincapié en su tranquilidad: “Es muy buena gente, no grita y sabe llevar a las grandes estrellas”. “Será ofensivo en el Madrid, solo hay que ver lo que hizo con el Milan, donde jugaba con Pirlo, Seedorf y Kaká en el medio”, concluye Cannavaro.
Con Ancelotti, el presidente madridista ha cumplido un viejo anhelo. Pérez ya intentó sentarle en el banquillo del Bernabéu en dos ocasiones. La primera intentona fue en 2004, aprovechando la presencia de Arrigo Sacchi en la dirección deportiva de Concha Espina. La segunda acometida para contratarle se dio en 2010, cuando Florentino diseñaba la candidatura de su retorno.
Toda su trayectoria y palmarés
Como jugador:1976-1979: Parma1979-1987: AS Roma (Un 'scudetto' y cuatro Copas de Italia)
1987-1992: AC Milan (Dos Copas de Europa, dos Intercontinentales, dos Supercopas de Europa, dos 'scudettos' y una Supercopa de Italia)
Como entrenador:1995-1996: A.C. Reggiana
1996-1999: Parma
1999-2001: Juventus (Una Intertoto)
2001-2009: AC Milan (Dos Copas de Europa, un Mundial de Clubes, dos Supercopas de Europa, un 'scudetto', una Copa de Italia y una Supercopa de Italia)
2009-2011: Chelsea (Una Premier, una FA Cup y una Community Shield)
2011-2013: Paris Saint-Germain (Una Liga Francesa)
2013-: Real Madrid
Desde que en el pasado mes de diciembre en los despachos de Concha Espina empezaron a plantearse seriamente la continuidad de Mourinho, la búsqueda se centró a un entrenador que fuera la antítesis del técnico luso en modos y formas. “El fútbol no es tensión, es pasión y no creo que a la gente le guste la tensión, en mi experiencia he constatado que la tensión es mala para el que la hace y para nosotros. No saca rendimiento”, pronunció Pérez en su discurso navideño ante los medios. Aquella fue la primera andanada pública presidencial que dejaba entrever la posibilidad de un cambio de rumbo hacia maneras más reposadas del nuevo inquilino del banquillo. En sus últimas comparecencias ante los medios, Florentino Pérez ha tratado de justificar la salida de Mourinho con ese mismo argumento, reiterando que el mal inicio del campeonato liguero obligó al entrenador portugués a redoblar su exigencia, lo que habría contribuido a la rebelión de gran parte del vestuario que ya no soportaba esa sobrepresión ni ser señalado públicamente por su técnico. Lo que el presidente interpreta como una manera de motivar a los futbolistas por parte de Mourinho ante ese mal comienzo de curso tuvo efectos nocivos en la relación de este con el plantel.
El Madrid ha optado ahora por la personalidad más afable de Ancelotti, menos tendente al desgaste emocional de los futbolistas y a la erosión en la convivencia del día a día que Mourinho. “Carlo es más tranquilo que Mourinho, eso seguro”, afirma Fabio Cannavaro, que lo conoce desde que fuera su entrenador en el Parma a finales de los años 90. En ese periodo de iniciación en los banquillos, Bimbo, apodo que le pusieron en el Roma, aún se guiaba por la testaruda rigidez de su pizarra. Tanto que eso forzó la marcha de Zola al Chelsea. “Fue un error, yo quería jugar un 4-4-2 y él quería jugar por el centro como un delantero. Era mi primera experiencia como entrenador de la Serie A y no fui capaz de cambiar el sistema”, admitió años después sobre la salida de Zola. Fue Zinedine Zidane el futbolista que le flexibilizó su ideario táctico. “En mis dos primeras experiencias en el Reggiana y en el Parma jugaba un 4-4-2. Era de los que pensaba que los jugadores tenían que adaptarse al sistema y la primera prioridad era asentar al equipo en defensa. Con Zidane cambié y empecé a jugar con un 4-3-1-2”. “Con aquella decisión demostró su inteligencia. Nos comunicó a todos que con Zizou íbamos a cambiar la manera de jugar. En España, con el fútbol que se practica y los futbolistas tan espectaculares que tiene seguró que jugará al ataque”, asegura Ciro Ferrara, que estuvo bajo sus órdenes en el Juventus. “Sabe mucho de fútbol, es inteligente y sabe manejar bien los grupos. Sus charlas son cortas, un repaso de lo que ha trabajado durante la semana. Con nosotros alternó la defensa de tres con la de cuatro, pero siempre pensábamos en Zidane a la hora de atacar”, recuerda el central uruguayo Paolo Montero, que también hace hincapié en su tranquilidad: “Es muy buena gente, no grita y sabe llevar a las grandes estrellas”. “Será ofensivo en el Madrid, solo hay que ver lo que hizo con el Milan, donde jugaba con Pirlo, Seedorf y Kaká en el medio”, concluye Cannavaro.
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