Mexico y Chile, entre los cinco países de la OCDE con más jóvenes ‘ni-ni’
La organización achaca el alto índice de personas que ni estudian ni trabaja no a la situación económica sino a las mujeres que cuidan de sus familias
En el último informe sobre educación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)
publicado este martes, México y Chile aparecen en la cabeza de países
miembros con mayor número de jóvenes que ni estudian ni trabajan, los
denominados ni-ni. El estudio sostiene que uno de los factores
que ha favorecido el crecimiento de este sector de población es la
crisis económica, pero se trata de una justificación que no aplica a
estos dos países de América Latina, para los que, como en el caso de
Turquía o Israel -que ocupan los dos primeros puestos de la tabla-
ofrece como explicación el alto número de mujeres que abandona su
carrera académica y profesional, o que ni siquiera la inicia, para
ocuparse de su familia.
“Las personas que no estudian ni trabajan tienen menos posibilidades de reintegrarse en mercado laboral y es más probable que experimenten paro de larga duración, una circunstancia que afectará a sus perspectivas laborales y económicas”, indica el informe. En Chile, Grecia, Irlanda, Israel, Italia, México, España y Turquía más del 20% de la población entre 15 y 29 años es ni-ni. México es el tercer país de la lista, con un 24,7%, por detrás de Turquía (34,6%) e Israel (27,6) y por delante de España (24,4%) y de Chile (23,7%).
El informe señala que la crisis económica ha incrementado el número de ni-nis,
pero es una variable de la que excluye a México y Chile (además de
Turquía), dos de los países con mayor crecimiento de la OCDE -Chile es
el miembro con una tasa se desempleo de las más bajas de la
organización, un 5%, dos puntos por debajo de la media- y achaca el alto
porcentaje de personas que ni trabajan ni estudian a la “proporción de
mujeres que sólo se dedica a criar a la familia”. En México,
el número de mujeres que no se encontraba ni empleada ni recibiendo
educación académica triplicaba en 2011 al de hombres (37,8% frente al
11%).
La OCDE concluye que una formación académica de calidad es el mejor antídoto contra el desempleo y advierte de cómo una alta proporción de ni-nis es una señal que evidencia la brecha entre el camino tradicional que vincula educación y empleo. No obstante, ambos países encabezan otros parámetros que permiten ser optimistas sobre la efectividad de ese trayecto académico-laboral.
Chile lidera la lista de países de la OCDE que relaciona sueldo percibido en función del grado académico. Un trabajador con un título universitario gana hasta un 160% más de lo que obtiene otro compatriota sin licenciatura. Le sigue Brasil -que no es miembro de la OCDE pero que se incluye en el estudio-, donde la diferencia es del 75%. Ambos están por encima de la media de los Estados miembros de la organización, que es del 57%.
México es el país que más dinero invierte en educación en relación
con el gasto público total, una clasificación en la que precede a Brasil
y Chile, en tercer y cuarto lugar. Esta circunstancia supone una grata
excepción respecto de la tendencia generalizada de recorte del
presupuesto educativo que la OCDE denuncia en su estudio. Entre 2008 y
2010, 20 países recortaron las ayudas públicas entre el 10 y el 1%.
Sin embrago, el informe alerta de que en México el gasto por estudiante es bastante bajo, donde la mayor parte de los recursos se destina a remunerar al personal -docente y no docente- (93,3%), quizás para compensar el hecho de que el país norteamericano es el que más alumnos tiene por profesor (30 estudiantes por maestro en secundaria, 28 en primaria y 25 en preescolar, frente a la media de 14, 15 y 14, respectivamente). Una relación en la que le sigue Chile, en el segundo lugar y Brasil en el tercero y el cuarto, en función del tipo de enseñanza que se valore.
La OCDE defiende los binomios educación-empleo y mayor nivel
académico-mejores oportunidades laborales, pero, en este caso, México y
Chile son, también, la excepción a ese silogismo, de acuerdo con el
informe. En México, las tasas de empleo tienden a ser superiores a la
media de la OCDE para las personas con un nivel de estudios básicos (62%
respecto del 55%), e inferiores al nivel educativo universitario (79%
frente a 83%). En este caso, el porcentaje de desempleo en el caso de
las mujeres con un grado educativo bajo es mucho menor que el de los
hombres, 42% frente al 87%.
Chile no es una excepción, en 2011 fue, junto con México, el único país de la OCDE donde las tasas de paro fueron más altas entre los licenciados (5,4 y 4,8%, respectivamente), que entre los que tenían educación media (5% y 4,4%) y quienes no iniciaron la enseñanza secundaria (4,4% y 4%), un indicio de que, en ambos territorios, quienes tienen un nivel académico superior son los más vulnerables al desempleo.
“Las personas que no estudian ni trabajan tienen menos posibilidades de reintegrarse en mercado laboral y es más probable que experimenten paro de larga duración, una circunstancia que afectará a sus perspectivas laborales y económicas”, indica el informe. En Chile, Grecia, Irlanda, Israel, Italia, México, España y Turquía más del 20% de la población entre 15 y 29 años es ni-ni. México es el tercer país de la lista, con un 24,7%, por detrás de Turquía (34,6%) e Israel (27,6) y por delante de España (24,4%) y de Chile (23,7%).
México es el tercer país de la lista en número
de ni-nis, con un 24,7%, por detrás de Turquía (34,6%) e Israel (27,6) y
por delante de España (24,4%) y de Chile (23,7%)
La OCDE concluye que una formación académica de calidad es el mejor antídoto contra el desempleo y advierte de cómo una alta proporción de ni-nis es una señal que evidencia la brecha entre el camino tradicional que vincula educación y empleo. No obstante, ambos países encabezan otros parámetros que permiten ser optimistas sobre la efectividad de ese trayecto académico-laboral.
Chile lidera la lista de países de la OCDE que relaciona sueldo percibido en función del grado académico. Un trabajador con un título universitario gana hasta un 160% más de lo que obtiene otro compatriota sin licenciatura. Le sigue Brasil -que no es miembro de la OCDE pero que se incluye en el estudio-, donde la diferencia es del 75%. Ambos están por encima de la media de los Estados miembros de la organización, que es del 57%.
En México, el número de mujeres que no se
encontraba ni empleada ni recibiendo educación académica triplicaba en
2011 al de hombres (37,8% frente al 11%)
Sin embrago, el informe alerta de que en México el gasto por estudiante es bastante bajo, donde la mayor parte de los recursos se destina a remunerar al personal -docente y no docente- (93,3%), quizás para compensar el hecho de que el país norteamericano es el que más alumnos tiene por profesor (30 estudiantes por maestro en secundaria, 28 en primaria y 25 en preescolar, frente a la media de 14, 15 y 14, respectivamente). Una relación en la que le sigue Chile, en el segundo lugar y Brasil en el tercero y el cuarto, en función del tipo de enseñanza que se valore.
En Chile, un trabajador con un título universitario gana hasta un 160% más de lo que obtiene otro compatriota sin licenciatura
Chile no es una excepción, en 2011 fue, junto con México, el único país de la OCDE donde las tasas de paro fueron más altas entre los licenciados (5,4 y 4,8%, respectivamente), que entre los que tenían educación media (5% y 4,4%) y quienes no iniciaron la enseñanza secundaria (4,4% y 4%), un indicio de que, en ambos territorios, quienes tienen un nivel académico superior son los más vulnerables al desempleo.
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