Maduro afirma que Caracas evaluaría solicitud de asilo de Snowden
Durante una visita de Estado en Haití, el presidente venezolano afirmó que, de recibirla, evaluarían la solicitud de asilo político de Edward Snowden
Alfredo Meza
Caracas
26 JUN 2013 - 21:36 CET7
En Haití, donde cumplió una visita oficial de 24 horas, el presidente
Nicolás Maduro no evadió la tentación de terciar en esa suerte de saga
de la Guerra Fría que ya es el caso del ex contratista de la Agencia
Nacional de Seguridad (NSA), Edward Snowden, varado, según el mandatario Vladimir Putin, en la zona de tránsito del principal aeropuerto
de Rusia mientras se decide su destino final. “No hemos recibido una
solicitud oficial para un asilo político. Si nos lo plantearan lo
evaluaríamos también, porque en todo caso el asilo es una protección
humanitaria”, dijo el jefe de Estado venezolano a la salida de un acto.
Maduro hizo algunos otros comentarios que siguen la línea de lo expresado por el presidente Rafael Correa, quien ha sido acusado por The Washington Post de suceder al fallecido Hugo Chávez en la carrera por convertirse “en el principal demagogo antiestadounidense del hemisferio”. “Este muchacho ha dado una sorpresa al mundo y ha hecho denuncias para hacer mejor a la humanidad. Las denuncias que ha hecho es para la humanidad porque nadie puede espiar a nadie”, agregó.
Fue una declaración comedida que, sin embargo, no evito que una vez más se pusiera a prueba la polarización consustancial a este país. En una entrevista con CNN, el líder opositor, Henrique Capriles, dudó que el gobierno quiera inmiscuirse en el caso Snowden, que mantiene un tenso pulso entre Washington y Moscú, porque el gobierno de Maduro está buscando el reconocimiento de sus pares del hemisferio para superar la crisis de legitimidad planteada en Venezuela a partir del cerrado y cuestionado resultado de las elecciones del pasado 14 de diciembre. “Ellos no quieren generar ningún tipo de ruido con EE.UU. Darle asilo sería retroceder en ese propósito”, explicó.
Las palabras de Capriles parecían tener sentido. El martes el encargado de Negocios de la embajada de Venezuela en Washington, Calixto Ortega, se reunió con la secretaria de Estado adjunta para Latinoamérica, Roberta Jacobson, para avanzar en la agenda de acercar las posturas de los dos países acordada por los cancilleres Elías Jaua y John Kerry durante la Asamblea de la OEA en Guatemala a principios de junio.
Aunque no trascendieron detalles sobre lo conversado, sí destaca el hecho de que fue la primera reunión formal con un funcionario designado por Maduro. Venezuela y EE.UU retiraron a sus embajadores en 2010 y desde entonces las relaciones diplomáticas han estado en un punto muerto.
El domingo un despacho de la agencia Reuters, citando fuentes de una aerolínea rusa, alertó que Caracas sería uno de los probables destinos del ex informático de la NSA. Horas después el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, confirmó que había recibido la solicitud de Snowden.
Maduro hizo algunos otros comentarios que siguen la línea de lo expresado por el presidente Rafael Correa, quien ha sido acusado por The Washington Post de suceder al fallecido Hugo Chávez en la carrera por convertirse “en el principal demagogo antiestadounidense del hemisferio”. “Este muchacho ha dado una sorpresa al mundo y ha hecho denuncias para hacer mejor a la humanidad. Las denuncias que ha hecho es para la humanidad porque nadie puede espiar a nadie”, agregó.
Fue una declaración comedida que, sin embargo, no evito que una vez más se pusiera a prueba la polarización consustancial a este país. En una entrevista con CNN, el líder opositor, Henrique Capriles, dudó que el gobierno quiera inmiscuirse en el caso Snowden, que mantiene un tenso pulso entre Washington y Moscú, porque el gobierno de Maduro está buscando el reconocimiento de sus pares del hemisferio para superar la crisis de legitimidad planteada en Venezuela a partir del cerrado y cuestionado resultado de las elecciones del pasado 14 de diciembre. “Ellos no quieren generar ningún tipo de ruido con EE.UU. Darle asilo sería retroceder en ese propósito”, explicó.
Las palabras de Capriles parecían tener sentido. El martes el encargado de Negocios de la embajada de Venezuela en Washington, Calixto Ortega, se reunió con la secretaria de Estado adjunta para Latinoamérica, Roberta Jacobson, para avanzar en la agenda de acercar las posturas de los dos países acordada por los cancilleres Elías Jaua y John Kerry durante la Asamblea de la OEA en Guatemala a principios de junio.
Aunque no trascendieron detalles sobre lo conversado, sí destaca el hecho de que fue la primera reunión formal con un funcionario designado por Maduro. Venezuela y EE.UU retiraron a sus embajadores en 2010 y desde entonces las relaciones diplomáticas han estado en un punto muerto.
El domingo un despacho de la agencia Reuters, citando fuentes de una aerolínea rusa, alertó que Caracas sería uno de los probables destinos del ex informático de la NSA. Horas después el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, confirmó que había recibido la solicitud de Snowden.
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