En recuerdo de la Nakba.

La Nakba, el día en que Israel desapareció a 760 mil palestinos
Daños Colaterales
Irene Selser


Con al menos 15 muertos y cientos de heridos en la frontera entre Israel y Líbano, en las ocupadas Cisjordania y Gaza y en el Golán (parte de Siria ocupada por Israel), los palestinos conmemoraron ayer otro aniversario de la Nakba, la “catástrofe”, cuando unos 760 mil de ellos —hoy cerca de 4.8 millones incluida su descendencia— fueron empujados al éxodo hacia los países vecinos tras la creación del Estado de Israel.

En estos 63 años, el establishment israelí convirtió ese espacio, no en un lugar de paz y coexistencia como pretende la esencia del judaísmo, sino en un semillero de saqueo de tierras y de violencia, y que ya en 1948 supuso la desaparición vía exilio de una parte del pueblo palestino. Esto se prolonga hasta hoy con más ocupaciones ilegales como en Jerusalén Este.

De hecho, los incidentes de ayer comenzaron el viernes, al pie de las murallas de la ciudad vieja, cuando un palestino de 16 años murió en el anexado barrio árabe de Silwan tras ser alcanzado por una bala de un soldado israelí en el vientre.

Para los palestinos, la implantación del Estado de Israel fue acompañada por la desaparición de ellos como pueblo, suplantados en su tierra con la ayuda de las grandes potencias y de algunos Estados árabes. Como afirma el escritor y embajador de Palestina ante la Unesco, Elías Sanbar —él mismo expulsado junto con su familia, cuanto tenía 14 meses, de Haifa hacia Líbano— “lo que es fundamental comprender es que, en 1948, Palestina, el territorio que se convirtió en el Estado de Israel delimitado por las líneas del armisticio —más conocidas con el nombre de línea verde—, fue el escenario no de una ocupación sino de una desaparición, la sustitución de un pueblo por otro”.

En 1948 desaparecieron dos nombres, Palestina y palestinos, añade, borrados literalmente de las enciclopedias y los mapas. “Palestina y los palestinos no existen ni han existido jamás”, ironiza Sanbar en alusión al nuevo discurso oficial que impuso a partir de aquella fecha, sobre la base de un “negacionismo” orientado a que los poderes del Estado israelí se legitimaran a sí mismo.

Asegura Sanbar (http://palestina.int.ar/noticias/mayo/152.html) que “si hubiera que describir con una sola palabra la quintaesencia de la lucha del movimiento nacional palestino desde 1948, diría que todos estos años nos hemos dedicado a intentar que reaparezca nuestro nombre, el de las personas y el de las tierras, para terminar así, no con el exilio, o al menos no todavía, sino con la ausencia, la negación de la ‘existencia’ de los palestinos”.