martes, 17 de mayo de 2011

La primera vez, más chicos.

Papá, mis amigas ya lo han hecho
Por: Cecilia Jan

"Papá, ¿tú dejarías que me trajera un novio a dormir a casa?", le preguntó hace poco a un amigo su hija mayor, de 14 años. "Ni de coña". Hablamos de un novio hipotético, que aún no tiene, pero ya entrados en la conversación, nos contó que una amiga suya, de su edad, se ha quedado a dormir en casa del noviete con consentimiento de los padres de ambos, amigos desde antes de que empezaran a salir. "En habitaciones separadas, pero luego se pasaron a dormir juntos", nos confirma. Claro, como que los padres de él se chupan el dedo y no se lo esperaban. "Aunque no hicieron nada. Sólo hablaron y se besaron", asegura.

Son casi la excepción en la pandilla. Según nos cuenta, muchas de sus amigas "ya lo han hecho", si no este año, el pasado, es decir, con 13. Uf, ya sé que la precocidad va por barrios, que siempre ha habido niñas (me lo siguen pareciendo, aunque sean más altas que yo) que viven mucho más rápido que otras (en mi grupo, fui la "rápida", a los 19...), que en otras épocas, países o culturas, a esa edad ya están casadas o tienen hijos. Pero a los 13 o 14...

En los últimos 50 años, la media de edad de la primera relación sexual se ha adelantado en España 5,6 años. El porcentaje de mujeres que ha tenido su primera relación sexual completa antes de los 16 se ha multiplicado por 12 y representa el 16,7% de la población juvenil, según el informe El adolescente y su entorno en el siglo XXI. Instantánea de una década, publicado hace dos meses por el Observatorio FAROS Sant Joan de Déu de Salud de la Infancia y la Adolescencia. El texto recoge distintas edades medias de pérdida de virginidad, según distintas encuestas: a los 16,9 años según el Estudio Daphne (2005); a los 17,9 años, con un 41% entre los 14 y los 17 años, según el Instituto de la Juventud (2006); y a los 15,8 años en las chicas y 15,5 en los chicos, según la Enquesta de Salut als adolescents de Catalunya (2006). En cualquier caso, antes de los veintitantos de antes.

Un detalle preocupante que nos cuenta nuestra adolescente, bastante sensata y prudente para su edad, es que en su grupo unas presionan a otras para mantener relaciones sexuales. "¿Qué lleváis ya seis meses juntos y todavía no lo habéis hecho? Eso no es normal", le decía una de ellas a otra que manifestaba sus dudas. Algo que confirma el informe de FAROS:

Varios estudios revelan que la presión del llamado 'grupo de iguales', es decir amigos y compañeros, así como la menor percepción de las circunstancias de riesgo, característica propia de la adolescencia, y el consumo no controlado de bebidas alcohólicas y drogas, facilita las prácticas sexuales que en muchas ocasiones facilita, como demuestra el estudio de la Kaiser Family Foundation, unas relaciones sexuales que ni son buscadas, ni deseadas por el adolescente, y que además son consideradas como relaciones de riesgo.

Este mismo estudio concluye que el 29% de los adolescentes han mantenido relaciones sexuales presionados por el entorno. El 24% acepta que había hecho algo que realmente no quería hacer y un 33% reconoce que su sexualidad ha ido demasiado deprisa y no acorde con su desarrollo y madurez personal".

El catedrático de Psicología de la Sexualidad de la Universidad de Salamanca Félix López, explicaba en un reportaje en El Magazine que lo más significativo no es la bajada en la edad, sino que "los jóvenes ponen menos condiciones y son más frecuentes y fáciles las relaciones esporádicas". "Tradicionalmente las chicas estaban educadas para decir 'no' y los chicos para decir siempre 'sí'. Las dos posturas han variado y ahora les toca decidir a los dos en un plano cada vez más igualitario. Eso facilita las cosas, pero no soluciona un problema, el que, todavía, los padres no hablen abiertamente con ellos de estos temas. Entre un 2% y un 5% de chicas adolescentes sufren embarazos no deseados o abortos. Por decirlo de una manera gráfica, les damos las llaves del coche pero no les enseñamos a conducir", explicaba.

Eduardo, que también tiene una hija adolescente, piensa que hay que darles el coche y las llaves y enseñarles a conducir desde el principio para que no tengan accidentes. "Soy partidario de hablar con ellos, decirles que quizás es demasiado pronto, pero si lo quieren hacer, darles las facilidades para que lo hagan con seguridad, porque si lo quieren hacer, lo acabarán haciendo. Sé que me costaría, pero prefiero que mi hija se acerque a esos temas con tranquilidad y sosiego, y que no lo haga con el estrés del coche, la oscuridad... que ya bastantes nervios se pasan".

Supongo que es una maldición de esas que se transmiten de generación en generación, como cuando mi madre me decía de adolescente "cuando seas madre sabrás lo que se siente" porque llegaba tarde a casa. Pero a mi me dan escalofríos de pensar en que a mis niños les llegue ese momento, y eso que me queda al menos una década de tranquilidad en ese sentido...

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