La necesidad económica favorece la picaresca. Algunos centros privados están atendiendo las insistentes peticiones de mujeres cuyo embarazo sobrepasa los ocho meses y medio para dar a luz antes del 31 de diciembre, fecha en que finaliza la ayuda del cheque bebé de 2.500 euros vigente desde julio de 2007.
"En la sanidad pública no cuela, pero tengo compañeras que sí lo están viendo en clínicas privadas de Andalucía", asegura una jefa de matronas que trabaja en un gran hospital de la capital sevillana.
"Lo que observamos en la sanidad pública es que muchas embarazadas que tienen previsto el parto para la primera quincena de enero vienen frecuentemente a la consulta diciendo que están manchando, o que han roto aguas. No se atreven a pedirlo abiertamente, pero sabemos que les gustaría adelantar la fecha. Tras un reconocimiento, se les da el alta y a casa".
Esta matrona sí conoce testimonios en sentido contrario de compañeras suyas en clínicas privadas, aunque tampoco le sorprende: "Adelantar unos días el parto es algo relativamente frecuente en el sector privado. Lo hacen cuando llegan puentes, o la Semana Santa, o la Feria. Conlleva cierto riesgo sanitario, aunque no suele entrañar gravedad".
En los foros de Internet de embarazadas no son pocas las que admiten haber adelantado el alumbramiento, pero siempre se trata de pocos días. Ninguna futura madre pierde el juicio por 2.500 euros. Otras, que van a dar a luz la primera semana de 2011, se reafirman en dejar a la naturaleza seguir su curso y aseguran que el dinero en estos casos carece de importancia.
El director médico de la madrileña clínica Belén, que atiende 3.000 partos al año, constata el "interés" de las embarazadas en dar a luz antes de Nochevieja. "Están haciendo muchísimos comentarios en consulta, dicen 'ojalá me ponga de parto', pero no se atreven a más", asegura David Marchante. Esta clínica se planteó doblar el personal de enfermería en los últimos días del año por si tenían que hacer más inducciones de las habituales, pero finalmente no ha sido así.
Otra cuestión son las cesáreas programadas. Como un parto de gemelos a término que vienen de nalgas. "Había que fijar una fecha y lo mismo nos daba", explica Marchante. La familia prefirió que fuera el día 30 y, así, optar al cheque bebé.
"Mientras no haya contraindicación médica puede hacerse", añade. Opina lo mismo José Manuel Bajo Arenas, presidente de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO): "En esos casos la indicación médica está presente". La SEGO tiene establecidas las condiciones que deben darse para inducir un parto: hipertensión, sufrimiento fetal, diabetes... "Entre ellas no está el cheque bebé", bromea, pero enseguida se pone serio y recuerda que un parto inducido no es lo mismo que uno espontáneo, y que tiene riesgos.
"Estaré yo de cancerbero el día 31", asegura José Ángel Espinosa, jefe asociado del Servicio de Ginecología del hospital Quirón de Madrid. Sabe que llegarán mujeres diciendo que ya están de parto sin estarlo. "No voy a dejar que se me cuele ninguna", bromea. Eso sí, admite que estos días han llegado algunas que han pedido que les hagan la maniobra de Hamilton (separar las membranas para inducir de forma natural el parto). "Si pasan de las 38 semanas y lo solicitan, lo hacemos", afirma.
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