Las páginas del diario EL PAÍS no se pueden ver hoy en Irán. Las autoridades iraníes han bloqueado el acceso a este diario a través de Internet después de que publicara un cable diplomático de EE UU filtrado por Wikileaks en el que se afirma que el jefe de la Guardia Revolucionaria iraní, Alí Safari, abofeteó al presidente del país Mahmud Ahmadineyad. Irán también ha bloqueado el acceso a otras páginas web que reproducen la noticia publicada por este diario.
Además, ninguno de los medios oficiales iraníes se han hecho eco de la noticia, que no ha sido confirmada ni desmentida aún por fuentes oficiales.
En el cable de la embajada estadounidense, fechado en Bakú del 11 de febrero de 2010, el diplomático norteamericano Rob Garverick informa de las comunicaciones con una fuente iraní, cuya identidad no ha sido revelada para proteger su vida.
El despacho diplomático procedente de Azerbaiyán señala que Jafari habría golpeado a Ahmadineyad durante una acalorada discusión en el Consejo Supremo de Seguridad Nacional de enero de 2010 por las repercusiones de las controvertidas elecciones de junio de 2009. Al parecer, durante la citada reunión el mandatario iraní sorprendió al resto de los asistentes al defender una postura definida por el cable como "sorprendentemente liberal".
Ahmadineyad sostuvo, de acuerdo con la fuente iraní, que "la gente se siente asfixiada" y apostó, para hacer frente a las protestas y manifestaciones de descontento social, por una mayor permisividad y toleranciaincluida una mayor libertad de prensa". Esta versión sostiene que las consideraciones de Ahmadineyad encolerizaron al jefe de los 'pasdarán' (Guardia Revolucionaria) quien habría exclamado "estás equivocado. Eres tú quien ha creado este caso. ¿Y encima dices que le demos más libertad a la prensa?".
El tumulto motivó la suspensión de la reunión, que nunca volvió a reanudarse, aunque dos semanas después el ayatolá Janati (presidente del Consejo de Guardianes) medió para apaciguar a Jafari y Ahmadineyad, señala el cable. Según la fuente informante, algunos blogs de Irán se habían hecho eco de la suspensión de la reunión del Consejo Supremo, pero no de los extremos del enfrentamiento.
El pasado 29 de noviembre, el presidente iraní restó importancia a los documentos filtrados por Wikileaks y dijo que simplemente se trata de una conspiración. En una rueda de prensa ofrecida en Teherán, Ahmadienyad insistió en que "no es más que un juego" y en que el gobierno iraní es "lo suficientemente inteligente como para prestarle atención".
"Wikileaks no es una revelación, sino que se está publicando de modo sistemático y programado y no tiene crédito; se parece más a una guerra psicológica y no tendrá el impacto político que ellos quieren" afirmó.
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