"¿Cómo puede uno conseguir que hagan las reformas cuando no quieren hacerlas?". Así se titula un telegrama que rezuma impotencia, desencanto y frustración, emitido por la Embajada estadounidense en Bulgaria en junio de 2009.
Un alto funcionario de la Unión Europea, cuya identidad solicita que se proteja al máximo el propio redactor del informe, describe una clase política y judicial que no hace nada por acoplarse a los requisitos de transparencia que exige Bruselas.
Tras escuchar a su informante, el diplomático de Estados Unidos concluye: "Parece que en Bruselas, al menos entre los funcionarios, se extiende el sentimiento del 'comprador arrepentido' por haber dejado a Bulgaria y Rumanía entrar en el club demasiado pronto".
En el documento, las autoridades búlgaras aparecen solo interesadas en aplicar pequeños "arreglos cosméticos" para lavar la cara ante los inspectores europeos, en lugar de "emprender verdaderas reformas".
"El fiscal general Boris Velchev preguntó si la nominación de cierta persona para la oficina del fiscal sería considerada negativamente en el informe de la Comisión. Ellos [los inspectores europeos] replicaron a Velchev que si él pensaba que la nominación podría ser registrada de forma negativa, entonces eso podría ser 'un buen signo de que probablemente era negativa'.
El informante añadió que Valchev a menudo pregunta cómo es percibido en Bruselas cuando se discuten las reformas de la fiscalía. Otro ejemplo es que el Tribunal de la ciudad de Sofía dispone de dos salas específicas para atender casos de fraudes en fondos de la Unión Europea, mientras es difícil encontrar más salas para juzgar otros casos".
Falta de transparencia en la justicia
El sistema para elegir a los altos funcionarios judiciales no es transparente, según la fuente de la Embajada. Con lo cual, "se perpetúa el ciclo de incompetencia y corrupción de la justicia". Y el Gobierno, añade el cable, tampoco hace gran cosa por mejorar la situación.
"El Gobierno búlgaro -y especialmente el fiscal general Velchev y el ministro de Asuntos Europeos, [Solomon] Passy- están presionando duramente para conseguir un informe positivo de los inspectores europeos, magnificando los progresos modestos", añade el despacho.
"El Gobierno ha presentado una lista de casos criminales y de corrupción (el número ha crecido de 30 a 52 sobre los dos últimos años y medio) resueltos 'exitosamente'. Increíblemente, algunos de esos casos 'exitosos' han sido suspendidos. Otros juicios, como el que se celebró contra los famosos y turbios hombres de negocios Angel Khristov y Plamen Galev, conocidos como los hermanos Galevi, más difícilmente pueden ser llamados éxitos, ya que obtuvieron la inmunidad al concurrir a unas elecciones parlamentarias".
La 'galevitación'
Desde entonces, en Bruselas se acuñó el término de la galevitación de la política, para referirse a quienes escapan de la cárcel refugiándose en el Parlamento. "El equipo de inspectores encontró esta 'laguna jurídica' bastante alarmante, igual que la forma en que algunos funcionarios defienden vehementemente la ley que permite este fenómeno".
Ante tanto despropósito, el funcionario reconoce que solo valdría el palo duro: "El informante nos dijo que la Comisión ha 'probado de todo' para hacer que los búlgaros reformen su sistema judicial, pero concluyó: ¿Cómo conseguir que hagan las reformas cuando ellos no quieren hacerlas? Él cree que la única manera de conseguir resultados para la Comisión Europea sería practicar inspecciones y retirarle fondos. La arrogancia defensiva del Gobierno y la falta de voluntad política está intensificando enormemente el cansancio de Bruselas".
El fútbol, símbolo del crimen
Otro informe fechado el pasado enero en la Embajada de Sofía se centra en el fútbol como símbolo del crimen organizado y la corrupción de las instituciones. Está tan extendida la creencia de que muchos de los partidos están amañados y los clubes se utilizan como medio para blanquear dinero, que tanto en la televisión como en los estadios, la afluencia de público ha bajado estrepitosamente.
"Muchos búlgaros presencian los partidos como los estadounidenses ven los resultados cantados de las luchas de gladiadores", señala el documento. A pesar de todo, la mayoría de las denuncias por amaño de partidos quedan en nada por falta de pruebas.
Este mes, Francia y Alemania anunciaron que vetarían el acceso de Rumanía y Bulgaria al club de Schengen. La admisión a este grupo de 25 Estados europeos que permite la libre circulación de personas en su espacio, ha de ser aprobada por unanimidad de los Gobiernos. Con lo cual, Bulgaria y Rumanía se quedarán a las puertas de forma indefinida.
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