La primera dama de Francia, Carla Bruni-Sarkozy, ha defendido la política de su marido, el presidente Nicolas Sarkozy. "Soy 'ultra-sarkozista'. Creo en él. Ya no soy en absoluto de izquierdas", ha manifestado la exmodelo y cantante de Quelqu'un m'a dit en declaraciones recogidas por el rotativo francés Le Parisien.
En un encuentro mantenido con lectores de ese diario, explicó que se identifica con el partido conservador Unión por un Movimiento Popular (UMP), liderado por su marido, y justificó su apoyo a Sarkozy por ser "el mejor" para ocupar la presidencia. La desde 2008 esposa de Sarkozy opina que su marido debería optar a un segundo mandato por el bien de su país: "Si pienso en mi país, en Francia, me digo que sería mejor que continúe. Es él quien hace falta (para superar la crisis en Francia), con su energía, su entrega, su fuerza".
La actriz del último filme de Woody Allen, Midnight in Paris, explicó que existe "una gran diferencia entre el momento de la conquista política y el de la responsabilidad", y situó a su marido en el segundo apartado. Afirmó, sin embargo, que en caso de perder las elecciones presidenciales de 2012 su marido "no lo lamentará, se irá tranquilamente", y que si pensase en términos egoístas ella tendría suficiente con un mandato.
Además, negó que Sarkozy le pida consejo en los asuntos públicos y defendió la autonomía de cada uno en sus respectivos asuntos. "Yo cuando escribo una canción no le pregunto si debo escribirla en sol mayor o si debo acelerar el tempo". Aseguró "no juzgar" las políticas preconizadas por la líder del partido ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen, ya que "si (Le Pen) se dirige a un cierto número de gente, hay que comprender porqué. Quiere decir algo", manifestó.
No se pronunció, sin embargo, sobre los crecientes rumores de embarazo destapados por la prensa local, de los que dijo "tener la boca cerrada no por arrogancia ni por gusto al secretismo, sino para proteger algo y para proteger todo el trabajo que hace (Sarkozy)". "La vida personal (como primera dama) pasa a un segundo plano, incluso para alguien como yo, que, como todo el mundo, soy egoísta. (...) Me gustaría mucho hablar de eso, pero luego ocupa todo el espacio" mediático "e implica a otra gente, así que no voy a responder", dijo para zanjar el asunto.
Sobre lo que sí quiso hablar fue sobre la película rodada recientemente a las órdenes de Allen, en la que interpreta a la representante del Museo Rodin de París, y en la que pese a considerar que no tiene "mucho talento" para mantener su carrera como actriz, apuntó haber vivido "una experiencia fantástica".
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