Antes y despúes de Wikileaks.

Es información, es buena, tiene interés y está bien trabajada. Es periodismo. Analógico o digital, pero periodismo. El debate entre seis periodistas en Esade, en Barcelona, sobre la trascendencia de las filtraciones de 250 mil documentos por parte de Wikileaks ha puesto de relieve que, aunque la tormenta marcará un antes y un después, se trata de periodismo del de siempre.

Por mucho que los formatos cambien. "En el fondo nada de lo que ha sucedido es tan nuevo, hemos obtenido una información a través de una fuente, la hemos valorado y la hemos colocado en un soporte", ha analizado el director adjunto del diario El País, Vicente Jiménez, uno de los cinco medios internacionales que están publicando los papeles del Departamento de Estado.

"Lo que ocurre esta vez es que convive un líder mesiánico [Julian Assange] con los viejos del lugar, los que formamos parte del mundo analógico y en esta ocasión nos hemos visto bailando con la gente más moderna", ha añadido.

Los participantes en el debate han celebrado un fenómeno que la redactora jefe de Internacional de El Periódico, Marta López, ha calificado como "es una buena noticia para el periodismo". La moderadora del debate, Esther Vera, delegada de Cuatro en Cataluña, ha destacado que el fenómeno Wikileaks "ha puesto en valor el periodismo tradicional en un momento de cambio, de crisis tanto del periodismo como de la política".

El debate ha ofrecido reflexiones como que Wikileaks "acaba con la impunidad de los Gobiernos en el control de la información", en palabras del director del diario Ara, Carles Capdevila, o el límite entre lo que es o no publicable. Un capítulo en el que todos los participantes, como el periodista de La Vanguardia, Lluís Foix, han insistido en que sí debe haberlos. Además, ha recordado el director de Vilaweb, Vicent Partal, "el problema, la fuga de información la han tenido ellos, que no nos trasladen el problema a nosotros".

La peculiar y opaca figura del propio Julian Assange también ha sido objeto de análisis. "No nos volvamos locos con quien paga a Assange, le pagan supuestamente donaciones, qué intereses tiene, sólo nos pidió que vigiláramos de no poner en peligro a nadie", ha aclarado Jiménez.