Siete de 10 diez universitarios españoles (e italianos) viven con mamá y papá, lo que les distingue de sus homólogos suecos (menos del 10% vive en el hogar familiar), y también de alemanes, británicos y franceses.
En España e Italia los menos (en torno a un tercio) simultanean sus estudios superiores con un trabajo remunerado, algo muy habitual en Alemania (64%) y algo menos en los otros países mencionados.
Son algunos de los datos de un estudio sobre los universitarios de estos seis países europeos realizado por la Fundación BBVA y presentado hoy en Madrid. ¿Y quién les paga los gastos? A españoles e italianos, sus progenitores; franceses y alemanes llegan a fin de mes gracias a la familia y a su trabajo; los británicos viven de fuentes de ingresos muy diversas: becas, los padres, etcétera. Y los suecos (que no pagan matrícula) se las apañan gracias sobre todo a créditos gubernamentales, ayudas financieras de la universidad y al curro.
De entre los universitarios de estos seis países los españoles son (tras los suecos) los más comprensivos con (en orden descendente) la vida en pareja sin casarse, el divorcio, ser madre (o padre) sin pareja estable, el matrimonio homosexual, que los gais y lesbianas adopten niños -posibilidades ambas legales en España desde el verano de 2005-, la eutanasia y el aborto.
La detallada radiografía elaborada por la Fundación del BBVA se basa en entrevistas personales a 3 mil universitarios en España, Italia, Francia, Alemania, Reino Unido y Suecia.
La mayoría de los encuestados eligió la carrera que estudia más por vocación que por las salidas laborales que le adjudican. Y en el caso de los españoles, destaca la gran influencia que tiene en esa elección la cercanía del centro.
La satisfacción con la titulación elegida es enorme (con una puntuación que ronda el 7 en una escala de 0 a 10). Sin embargo, las opiniones difieren cuando se les pregunta si la universidad les prepara bien para la vida profesional. La mayoría de los británicos opina que sí, como la mitad de los suecos y de los alemanes; entre españoles y franceses son el 40% y entre los italianos, el 37%.
Los de España valoran positivamente (con un 7,2) la movilidad que ofrece el proceso de Bolonia (el espacio europeo de educación superior) pero les disgusta el sistema de grado, máster y doctorado.
Los alumnos de universidades españolas son, con diferencia, los que ven más aceptable (un 7,7 en una escala donde el 0 es inaceptable) el pirateo de películas y música.
El resto va del 6,3 sueco al 4,8 alemán. Las opiniones sobre descargarse software o instalar copias ilegales son muy similares. En todos los países comprar CD o DVD copiados está peor visto que piratear. Los españoles también son (en este caso junto a los italianos) los que menos censuran el plagio de un trabajo encontrado en internet, copiar en un examen o presentar trabajos de otros en la universidad como propios.
Los entrevistados se colocan políticamente en el centro izquierda, creen mayoritariamente en Dios aunque no practican, consideran que la situación del mundo es mala como lo es la de sus países en el caso de italianos, españoles y franceses (el resto califica de buena la situación nacional) y todos coinciden en sentirse satisfechos con su situación personal.
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