miércoles, 1 de diciembre de 2010

Wikileaks, ahora contra bancos.

Wikileaks ha puesto al gobierno de Obama contra las cuerdas, al revelar miles de documentos comprometedores de los servicios de espionaje de la Casa Blanca, cuya filtración a los principales periódicos del mundo, ha provocado estupor y alarma en muchos países espiados por EEUU. Ahora le toca el turno a los bancos corruptos de EEUU.

Decía un pensador inglés, que hay dos formas de robar, una es con un arma en la mano, la otra es fundar un banco.

Los gobiernos no son los únicos que deberían estar preocupados por las actividades de Wikileaks. La organización que dirige Julian Assange tiene previsto hacer públicos decenas de miles de documentos sobre uno de los principales bancos de EEUU a principios de 2011. "Será como los emails de Enron", dijo.

En una entrevista con la revista económica Forbes, Assange avisa de que muy pronto va a prestar más atención a los negocios de la industria financiera y la corrupción y falta de ética en el mundo de las empresas privadas. Han elegido centrar sus esfuerzos en los últimos meses en la política exterior de EEUU y las guerras de Irak y Afganistán por la importancia del tema y para ganar notoriedad ante la opinión pública.

Relevancia pública
"La llegada de documentos ha crecido de forma exponencial desde que ha aumentado nuestra relevancia pública, y nuestra capacidad de distribuirlos sólo ha crecido de forma lineal", explica.

¿Qué se puede esperar de la próxima ronda de documentos? "Darán una perspectiva real y reveladora sobre cómo se comportan los bancos en su nivel directivo más alto, de una forma, supongo, que facilitará que haya investigaciones y reformas", cuenta a Forbes.

El fundador de Wikileaks no quiere despertar demasiadas expectativas, pero en otro momento de la entrevista dice que la difusión "podría hundir uno o dos bancos".

En otra entrevista en octubre de 2009, Assange dijo que Wikileaks contaba con cinco gigabytes de documentos sacados del disco duro del ordenador de un directivo del Bank of America, por lo cual Forbes especulaba que el objetivo de la filtración podría ser este banco, sin darlo por seguro.

Si la información es de hace un año, es posible que no tenga tanta repercusión, porque se supone que el banco ha pasado desde entonces por toda una serie de controles de las autoridades norteamericanas.

Sin embargo, la experiencia reciente de Irlanda demuestra que eso no siempre garantiza que las finanzas de un banco estén en regla.

Al igual que ha hecho en otras ocasiones, Assange no da detalles sobre futuros documentos. Sí da algunas pistas sobre la comparación con el hundimiento de Enron y lo que se supo cuando ya no se podía hacer nada para evitar la catástrofe. "¿Por qué eran tan valiosos los emails de Enron?

A través del proceso judicial, se conocieron miles de emails internos que reflejaban cómo se dirigía la compañía. Ahí estaban todas las pequeñasdecisiones que originaban las violaciones flagrantes [de la ley]". Assange confía en que los documentos que hagan públicos en unos meses tengan el mismo efecto.

La corrupción
De la misma forma que los documentos sobre Irak ofrecían una visión completa sobre la guerra, los nuevos papeles darán lo que Assange llama "el ecosistema de la corrupción". Eso incluye "el control que no se aplica (para impedir conductas no éticas), las prioridades de los directivos, cómo buscan su interés personal, y la forma en que hablan de ello".

Assange no parece muy preocupado por las consecuencias que pueda tener esta filtración en un momento en que la industria financiera tiene un fuerte interrogante sobre su solvencia.

Es un firme creyente en los valores de la transparencia y opina que Occidente ha impuesto un sistema en que no se penaliza la corrupción. Las empresas que no respetan la ley salen ganando al final, y eso es lo que quiere corregir Wikileaks: "Es más fácil para un directivo honrado dirigir una empresa honrada si las empresas deshonestas se ven más perjudicadas por las filtraciones".

En ese conflicto, Assange sostiene que Wikileaks puede crear un "impuesto de reputación" que afecte a las empresas que se saltan las reglas del juego. El australiano niega ser antiestablishment o anticapitalista. Dice ser un libertario que está a favor de la economía de mercado, pero que cree que esta puede evolucionar fácilmente hacia un monopolio "si no se le fuerza a ser libre".

"Wikileaks está pensado para hacer que el capitalismo sea más libre y más ético", dice en la entrevista.

La web de Wikileaks sufrió ayer su segundo ataque en los últimos días, aunque mucho más potente que el del pasado domingo. El ataque de denegación de servicio descargó sobre la web un tráfico de diez gigabits por segundo, según informó Wikileaks desde su Twitter.

Un ataque medio de estas características según un estudio de Arbor Networks citado por AP alcanza unos 349 megabits por segundo, 28 veces menos que el sufrido ayer por Wikileaks.

El Gobierno norteamericano continúa estudiando cómo presentar cargos contra Wikileaks. Los republicanos están utilizando la filtración de los documentos del Departamento de Estado para desacreditar a Obama.

El congresista Peter King ha dicho que, en el fondo, los demócratas admiran a Assange, porque creen que su mentor es Daniel Ellsberg, el responsable de la filtración de los Papeles del Pentágono.

Las amenazas de EEUU con sentarle en el banquillo no parecen inquietar a Assange. En otra entrevista con Time, el fundador de Wikileaks carga contra la secretaria de Estado Clinton, que "debería dimitir si se demuestra que fue la responsable de ordenar a los diplomáticos estadounidenses que espiaran en las Naciones Unidas, violando los acuerdos internacionales de los que EEUU es signatario".

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