Los usos múltiples de las redes sociales, en particular el Facebook, llevan una activismo necesario para acuerpar causas justas. Por ejemplo, ahora el Facebook, más bien los usuarios, se oponen a las nuevas disposiciones que ha emitido la Real Academia Española de la Lengua (RAE).
Uno de los cambios que se perfilan en la ortografía del español ya está encontrando oposición en Facebook. La página "Me niego a que la i griega pase a llamarse ye" tiene ya 67 mil fans. La actividad de su muro, donde las personas que han pulsado el botón de "me gusta" escriben, es bastante alta.
La Comisión Interacadémica que ha preparado la nueva edición de la Ortografía ha aprobado ya el texto básico, en el que propone denominar "ye" a la "i griega" y que en América deban dejar de decir "be alta", "be larga", "be baja" y "be corta" para la "be" y la "uve". También se suprime la tilde del adverbio "sólo" y de los pronombres demostrativos, y se elimina, además, de monosílabos con diptongo ortográfico ("guion" y truhan").
El texto definitivo se aprobará el próximo 28 de noviembre durante la reunión de las 22 academias de la lengua en Guadalajara (México), coincidiendo con la Feria del Libro.
El debate coincide con las manifestaciones de varios escritores. Efe ha pedido su opinión a una decena de autores. Entre ellos, Juan José Millás, Soledad Puértolas y Antonio Colinas, quienes declaran su resistencia a denominar "ye" a la i griega.
"En España nos choca mucho ese cambio y no sé si va a funcionar. La 'ye' no la veo", declara la autora, que siempre ha acentuado el adverbio "sólo" y que supone que lo seguirá haciendo, aunque tiene sus dudas. "Ese acento del adverbio 'sólo' es pertinente", afirma por su parte Millás, "y hay construcciones donde es necesario". Colinas no es partidario de decir "ye", porque la "i griega" es "algo entrañable", ni de eliminar la tilde de "sólo", porque "no es lo mismo el solo de soledad, poéticamente visto, que el de solamente".
También el tema de los acentos se debate. El miembro de la Real Academia Española Antonio Muñoz Molina se resiste a abandonar la tilde en "truhán" y "guión". Manuel de Lope seguirá poniendo el acento en el adverbio sólo, porque así se lo enseñaron "en el colegio", y seguirá diciendo "be" y "uve".
Lo de llamar "ye" a la i griega le parece "una falsa puesta al día". Martín Garzo sostiene que "no hay que dar demasiada importancia" a los cambios, porque la lengua es una especie de organismo vivo y son los hablantes los que crean la lengua y la renuevan". Pero añade: Eso sí, "a los que estamos acostumbrados a escribir 'sólo' con acento, nos va a parecer que esa palabra se queda demasiado desnuda si se lo quitamos".
En Twitter, los cambios no monopolizan la etiqueta de ortografía, aunque los usuarios de la red de mensajería instantánea están difundiendo tanto el anuncio de la Academia Argentina de que seguirá utilizando la terminología tradicional en su país sobre la b y la v, como el hecho de que varios escritores hayan declarado que no están de acuerdo con los cambios.
Aunque no todos discrepan. El escritor argentino afincado en Granada Andrés Neuman no considera "alarmantes" los cambios que introduce la nueva edición de la Ortografía. En su opinión, cumplen una "tendencia lógica", ya que "simplifican y unifican". Neuman recuerda cómo a sus abuelas les costó desterrar la tilde de términos como "fue" o "fe", aunque finalmente se acostumbraron. De ahí que vaticine que ocurrirá lo mismo con la supresión de la tilde en el caso de "guion" o de "solo" cuando sea adverbio.
Los hispanohablantes esperamos que todo este revuelo causado por la RAE y sus nuevas reglas gramaticales, sirva para estimular la lectura de textos en español en todo el mundo.
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