El arte de la seducción en México recibe el nombre de ligar, he aquí algunos consejos prácticos para todos aquellos que desean ser como "mi amigo el puma", dueño del corazón de todas las mujeres. Todo lo que pretende, con solo sonreír, lo consigue.
Más que un pasatiempo, salir a ligar es una actividad que se tiene que tomar con la seriedad y empeño que se dedica a cualquier oficio. Es una de las conclusiones a las que llegó Strauss, quien convivió con grandes conquistadores que fundaron escuelas que se complementan entre sí.
El periodista se hizo pupilo y gran amigo de Mystery —a quien él mismo considera el más grande entre los conquistadores del mundo moderno—, y el cual diseñó un método de “sargeo” a prueba de balas. Antes de abrevar de las grandes escuelas de la seducción, el reportero era un TTSF (típico tío superfrustrado), alguien con muy poca autoestima que además carecía de las habilidades y conocimientos necesarios para atraer a las mujeres y que por lo mismo se mostraba sumamente torpe al momento de la seducción debido al exceso de timidez y nerviosismo.
En dos años, Neil sufrió una transformación radical que lo llevó a convertirse en un maestro de ligue y a ser incluso admirado en el difícil, pero confortante arte de llevar a una mujer a la cama. Como consecuencia de una inédita seguridad, la carrera de Neil tuvo un despegue importante al grado de que comenzaron a encargarle entrevistas para la legendaria Rolling Stone, tal y como lo cuenta en este manual revestido de novela.
Como toda profesión, la de conquistador debe pasar por un proceso de aprendizaje en donde la constancia y la paciencia son los brazos armados del milagro. Y según los manuales, no hay chico migraña que no se pueda clonar en Warren Beatty si pone en su transformación el empeño necesario.
Trataré de enumerar algunos de los trucos que detallan en The Game para quien desee convertirse, si no en un MDLS (maestro de la seducción), si al menos en alguien que no sufra al acercarse a las mujeres.
1. Sonríe todo el tiempo. Dar la impresión de que todo es felicidad en tu existencia es punto más que básico.
2. Intenta destacar sobre los demás. Algo así como asumirse como el macho alfa de toda reunión, pero con base en virtudes. Como éstas no se pueden inventar, el interesado debe preparar alguna especialidad y explotarla. Si uno carece de un oficio atractivo, queda aprender trucos de magia o test divertidos que puedan ayudar en ser el centro de atención (habrá quien se impresione con esto).
3. Para avanzar como ligador, uno debe ignorar los sentimientos relativos a la dinámica. Es decir que vergüenza, miedo y frustración ante el rechazo deben ser ignorados, incluso sepultados, pues de otro modo atentarán contra cualquier avance.
4. La faceta más complicada al momento del ligue es el acercamiento con el objetivo, así es que contar previamente con una o varias frases de acercamiento es clave en la empresa. Los MDLS gustaban mucho de utilizar “¿hola, no has visto a esas dos chicas peleando afuera?” o “una amiga me pidió ponerle nombre a su mascota, se ve que tu eres experta en esos asuntos”. Y aunque parezca increíble, en algunos casos les funcionaba. Sin embargo, la frase puede cambiar de acuerdo a las circunstancias.
6. Siempre que hay un rechazo hay que revisar bien las aproximaciones fallidas y estudiarlas para hallar el momento del error. Este aprendizaje incluye sumergirse en el estudio de teorías de la seducción y ser autocrítico.
6. Cuando ya se logró establecer una plática con el objetivo, hay que estar alerta por si éste envía un IDI (indicador de interés), como es que te pregunte tu nombre, si tienes pareja o alguna otra señal. En ese momento hay que intentar aislarla, hacerle un truquito, componerle un poema o algo que cree un lazo afectivo.
7. De algún modo, mostrarse amigable con los hombres en cualquier reunión social. Si los tienes a ellos, ganas a las mujeres.
8. En pleno ligue, no hay que hacer preguntas, sólo afirmaciones. De ese modo las orillamos a que sean ellas quienes hagan las preguntas. Presentarse no es la mejor estrategia, además de que es muy obvio y en momentos de arranque, intrascendente.
9. En caso de que la química comience a manifestarse, y el interés de la chica parezca real, hay que verse agresivo para llegar a segunda base. Por ejemplo, preguntarle directamente si le gustaría “darte un beso”. A) Si ella duda en su respuesta, hay que empujarla diciéndole “averigüémoslo”. B) Si dice que no, la respuesta de cajón es “me alegra y te lo pedí porque pensé que tu sí querías, pero no te iba a dejar besarme”.
Esa frase absurda y de ardido lo que busca es emparejar el duelo y dejarlo en donde estaba hasta antes del atrevimiento. En este caso es buen momento de enviar un “nega”, que es como una agresión sutilmente patanesca, como ironizar sobre su grave tono de voz. Eso les baja la guardia, pero puede comenzar a excitarlas, así como un pequeño tirón de su pelo.
10. Si uno ya captó la atención de la chica, hay que ignorarla por un momento. También debemos hacernos los interesantes, pues en caso contrario, o sea, si mandiloneas, el interés de tu objetivo, al sentirse agobiado, se desinflará. Lo mismo sucede cuando llegó el primer beso. No hay que atascarse mostrando desesperación, sino separarse un poco: el paso adelante y dos atrás que pregonó Lenin para su revolución. La avidez muchas veces es la culpable de los ligues frustrados.
Los procesos anteriores por supuesto que funcionan cuando uno ya se halla en la senda del ligador. Para llegar a ella, y si uno no es un figurín parecido a Robert Redford, los MDLS recomiendan mejorar el aspecto personal. Por ejemplo: en el caso de Strauss (que entre la comunidad se rebautizó como Style), su transformación pasó por una operación de ojos, bronceados permanentes, raparse, meterse al gimnasio, comprar ropa adecuada a su nuevo aspecto y abrirse a todos los métodos existentes.
Es un hecho que no es lo mismo ligar en Beverly Hills que en México, ya que los intereses, la cultura y actitud de las mujeres cambia según la latitud. Por ejemplo, los gigolós gringos no suelen invitar un trago inmediatamente a las chicas, algo que en cualquier otro lugar sí puede ser un detonante.
Así es que lo interesante del manual es que se pueden aplicar sólo algunas de las enseñanzas y utilizar los huecos visibles para llenarlos con nuestra propia imaginación y métodos ensayados.
Para quien desee investigar más sobre escuelas de seducción modernas y efectivas existen decenas de páginas y foros en internet. Mucha suerte.
No existe un manual de seducción confiable, no se hagan ilusiones los futuros Don Juan.
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