Un paquete explosivo ha estallado este mediodía en la Embajada de Chile en Roma y ha causado un herido leve. Horas antes otro había hecho explosión en la sede de la Embajada de Suiza, también en la capital italiana, donde un empleado ha resultado herido de gravedad en una mano.
Tras la explosión, se ha interceptado otro paquete sospechoso en legación de Ucrania aunque no contenía explosivo y se trataba de una tarjeta de felicitación navideña. La situación ha sido calificada como de "grave amenaza a las sedes diplomáticas" por el ministro de Exteriores, Franco Frattini.
Las autoridades han comenzado las investigaciones y aún no hay información sobre la autoría, aunque las primeras hipótesis apuntan a grupos anarquistas a los que ya se acusó de los paquetes bomba enviados a diversas embajadas en Atenas.
El ministro de Exteriores ha declarado también que "las embajadas presentes en Roma están comprobando que todo esté en orden, mientras están alertadas también las legaciones italianas en el extranjero". Dentro del estado de alarma en el que se encuentra Roma, la policía ha bloqueado el acceso a la Embajada de Suiza en la Via Barnaba Oriani de Roma, y también al Consulado suizo de Milán.
De momento, no parece que el suceso tenga vinculación alguna con el hallazgo, el martes, de un rudimentario artefacto sin detonador en un convoy vacío del metro romano. El propio alcalde de Roma, Gianni Alemanno, ha rechazado la relación de ambos incidentes al considerar que nada tiene que ver con el "contexto romano". "Se trata de tramas internacionales", ha añadido.
Sospechas sobre los autores
Agentes de los Carabinieri se encargan de la investigación del atentado, del que todavía no se ha apuntado ninguna autoría. Los investigadores sospechan en un principio - según relatan los diarios y las agencias - de grupos anarquistas del área del eco-terrorismo que piden la liberación de algunos anarquistas presos en las cárceles helvéticas.
Entre ellos, Marco Camenisch, militante antinuclear suizo, arrestado más veces en Italia durante los años noventa y extraditado a su país en 2002.
Esta hipótesis - no confirmada por las autoridades italianas ni suizas - parece la más concreta de momento, porque el pasado 5 de octubre se encontró un artefacto incendiario cerca de la valla que protege la misma Embajada en Roma.
No explotó, pero contenía el mensaje: "Costa, Silvia y Billy libres". Los nombres de pila y apodos pertenecen, según los investigadores, a tres ecologistas radicales, arrestados en abril cerca de Zurich, sospechosos de estar planificando un atentado contra una multinacional.
Además, cuando en noviembre muchos paquetes bomba fueron enviados desde Grecia hacia sedes diplomáticas extranjeras, un artefacto explotó frente la Embajada helvética de Atenas. También entonces, la responsabilidad fue achacada a grupos anarquistas y fueron detenidos dos hombres griegos, un estudiante y un desempleado, acusados de terrorismo.
El portero del edificio de la legación suiza, ubicado en la acomodada zona de Parioli al norte de la ciudad, ha intentado abrir el sobre en cuanto le fue entregado, momento en que se ha producido la explosión.
El empleado, un ciudadano suizo de 53 años, ha sido trasladado rápidamente a Urgencias del Policlínico Umberto I con profundas heridas en la mano izquierda y lesiones menos graves en la derecha, ha informado el comandante provincial de los Carabinieri, Maurizio Mezzavilla, que se ha trasladado hasta la embajada.
En estos momentos se está practicando una cirugía al herido, que podría sufrir una amputación parcial de la mano izquierda aunque no se teme por su vida. Otra persona ha requerido atención médica porque se encuentra en estado de shock.
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