jueves, 23 de diciembre de 2010

La navidad mata.

El día de Navidad, el 25 de diciembre, es el que registra más fallecimientos por fallo cardíaco de todo el año, seguido del 26 de diciembre y del 1 de enero.

Así lo ha indicado hoy la Fundación Española del Corazón (FEC), que ha alertado, en una nota de prensa, de la importancia de prestar especial cuidado al corazón en invierno y específicamente en diciembre, puesto que el número de eventos cardiovasculares se incrementa notablemente durante esta época.

El estudio The Holidays as a Risk Factor for Death (Las vacaciones como un factor de riesgo de muerte), realizado por la Universidad de Duke (Estados Unidos), certifica que las muertes por fallo cardíaco se disparan un 8% respecto a noviembre, que es, a su vez, el segundo mes de mayor riesgo.

Según la FEC, una de las principales causas del aumento de fallecimientos cardiacos durante este periodo es que existe un menor control de determinados factores de riesgo cardiovascular.

La emotividad y la nostalgia habituales de las fechas navideñas, junto con el estrés y las típicas desavenencias familiares, son factores externos que afectan a la salud, especialmente en Navidad.

"Estos elementos no son determinantes para desarrollar una enfermedad cardiovascular, sin embargo pueden ser más perjudiciales si ya se sufren problemas cardíacos o un riesgo alto de padecerlos", ha comentado Juan Manuel Escudier, miembro de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y cardiólogo del Hospital Universitario de Puerta de Hierro de Majadahonda.

Aunque se trate de una época festiva repleta de compromisos familiares donde la comida y la bebida son las protagonistas, la FEC recomienda controlar los excesos.

Estos no son buenos para nadie, pero menos aún para pacientes con enfermedades cardiovasculares, como los que padecen hipertensión arterial, insuficiencia cardiaca, cardiopatía isquémica, diabetes o angina de pecho.
La ingesta desproporcionada de sal, alcohol, azúcares y grasas puede producirles descompensaciones y conllevar problemas mayores.

Las personas sanas también deben controlar su dieta, apunta la FEC, porque en estas fechas se tienden a consumir muchas más calorías de las habituales, lo que genera un aumento de peso que normalmente suele incrementar la grasa visceral, es decir, la que se deposita en el abdomen.

Esta grasa tiende a aumentar mucho el riesgo de enfermedad de los vasos del corazón y del cerebro. Por ello, los expertos señalan que conviene mantener a raya el perímetro abdominal, de modo que no superen los 102 centímetros en el caso de los hombres o los 88 en el de las mujeres.

Por mucho que en estos días se salga de la rutina, es preciso mantener la constancia tanto con la toma de medicamentos como con cualquier otra actividad que se realice, como la práctica de ejercicio físico regular o las visitas al médico.

"Muchos españoles que notan algún desajuste de salud en estas fechas posponen la visita al médico, lo cual puede retrasar el tratamiento y aumentar sus consecuencias", ha afirmado Escudier.
Otra de las propuestas de la FEC para estas Navidades es aprovechar el nuevo año para hacerse buenos propósitos beneficiosos para la salud, especialmente, dejar de fumar.

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