El presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, ha anunciado que quiere que la Procuraduría General de la República (fiscalía general) sea encabezada por Marisela Morales Ibáñez, que tras la previsible ratificación del Senado se convertiría en la primer mujer en ocupar el más alto puesto de la fiscalía federal mexicana tras la renuncia de Arturo Chávez este jueves. Morales Ibáñez es desde agosto de 2008 titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), una de las oficinas de la PGR que resultan clave en la guerra del Gobierno de Calderón en contra de los cárteles de la droga.
El 8 de marzo, Morales Ibáñez recibió en Washington el Premio Internacional a las Mujeres de Valentía 2011.
Desde hace semanas, en los pasillos de la política mexicana se sabía que con apenas un año y medio en el cargo, Arturo Chávez había manifestado al presidente Calderón su deseo de abandonar el puesto. En su momento, el nombramiento de Chávez Chávez fue cuestionado por organismos de defensa de derechos humanos que le reprochaban que como fiscal de Chihuahua (norte del país) había hecho muy poco por aclarar los homicidios de mujeres en Ciudad Juárez. Durante sus apenas 18 meses de gestión mantuvo un discreto perfil.
La candidata de Calderón cuenta con una maestría en Ciencias Penales. En el arranque de su carrera, 1988, fue tanto defensora de oficio en una cárcel de la ciudad de México y, más tarde, agente del ministerio público que consigna los casos ante el juez. También ha investigado el tráfico de menores.
El 8 de marzo pasado, Morales Ibáñez recibió en Washington, de manos de Michelle Obama y la jefa del Departamento de Estado Hillary Clinton, el Premio Internacional a las Mujeres de Valentía 2011.
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