Es todo un acontecimiento nacional la presencia del pintor mexicano Diego Rivera en Guatemala, en el próximo mes de octubre del 2010.
El hecho es singular por varios motivos, primero el mural "Gloriosa Victoria", fue encargado a Diego Rivera por parte de varios pintores y muralistas mexicanos, para apoyar la lucha del pueblo guatemalteco, que había sufrido un golpe de Estado, auspiciado por el gobierno de Estados Unidos en 1954, mediante su agencia de inteligencia La CIA.
En segundo término, la invasión disfrazada de un alzamiento popular, con mercenarios reclutados en diversos sitios y encabezados por el coronel Carlos Castillo Armas, sepultó el proceso democrático iniciado en 1944. Todo ello ocurrió bajo la presidencia de Dwight Eisenhower; y el diseño de la invasión por parte del Director de La CIA, John Foster Dulles.
El mural "Gloriosa Victoria" retrata la sangrienta invasión que condujo a la caída del gobierno reformista de jacobo Arbenz (1951-1954). Y la consecuente ola de miles de exiliados guatemaltecos que fueron a dar a diferentes países de América Latina.
El mural de Diego Rivera estuvo extraviado en una de las bodegas del Museo de Pushkin en Moscú, por 50 años. Cuando el presidente actual de Guatemala visitó Rusia recientemente, acordó traer el mural de Rivera y exhibirlo en la ciudad de Guatemala, en el antiguo Palacio Nacional, hoy dedicado a la Cultura.
Los expatriados de aquella invasión estadunidense, hoy nos regocijamos con el mural de Diego Rivera, que iremos a gozar plenamente.
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