El 15 de septiembre de 1821, las naciones de Centro América dispusieron declarar su independencia de España, eso fue hace 189 años.
En la víspera del día 15 de septiembre, cuando se realizan desfiles militares por todos lados, y en los cuales participan también las escuelas públicas y los colegios privados, con sus bandas de guerra muy marciales y bien entrenadas. La noche del día 14, se realizó un acto cívico en la Plaza de la Constitución, en la que se izó la enseña nacional en un asta-bandera gigantesca, se cantaron los Himnos de Guatemala y el de Centroamérica, y se ofrecieron discursos políticos de parte de funcionarios públicos, quienes hicieron gala de frases hechas y de conceptos gastados, y alusiones a un patriotismo inexistente, que el pueblo presente en dicha plaza ignoró por completo.
Independencia no solo significa libertad en abstracto, ya que una libertad sin prosperidad y seguridad pública no sirve de nada a los guatemaltecos. Este es un pueblo que sufre las inclemencias de la naturaleza, quien se ha ensañado violentamente con la tierra de los mayas, pero peor aun sufre los embates de una mala política de gobierno que no les favores a las mayorías de pobres. Gobiernos represores, y que castigan con su ineficiencia y corrupción escandalosa, a la sociedad en general, impidiendo su avance en el plano socioeconómico.
Las fiestas patrias, ya sean del Bicentenario en México o de la Independencia en Guatemala, están vacías de contenidos reales, no hay nada qué celebrar cuando se padece injusticia y hambre.
Bien dicho. No hay nada que celebrar en un país en donde prevalece un genuino desinterés de parte de gobernantes y gobernados. Donde la desesperanza se ha instalado dando lugar a la visión de un incierto futuro.
ResponderEliminarQué lugubre comentario el mío. Mejor lo dejo hasta aquí y me voy a leer otro de sus escritos para cambiar de cassette.