Ayer dejó de existir el escritor mexicano Germán Dehesa, quien fue un ícono para un sector de la sociedad nacional. A la burguesía le encantaba el estilo desenfadado de Germán, su ironía acerca de la política mexicana y sus actores principales. Lo contrataban muy seguido a impartir conferencias y charlas a los industriales, banqueros y a Grupos de la Sociedad Civil vinculados con la seguridad pública y a Organizaciones No gubernamentales.
Fue un gran conversador, culto ameno, chistoso, incisivo, punzante.
Tuvo un programa de televisión hace muchos años, La Almohada, en el cual se hizo acompañar por la escritora mexicana Ángeles Mastretta, fue un éxito en cuanto a que planteaban asuntos interesantes para los intelectuales pero un sonado fracaso comercial, y tuvo que salir del aire muy pronto.
Germán dirigió muchos años un Taller Literario, donde se formaron varios jóvenes escritores, principalmente mujeres, que eran las que más lo seguían con particular devoción.
Su paso por la radio fue prolongado y creativo, trabajó para el Nucleo Radio Mil, cuando todavía esa estación era una alternativa para la audiencia inteligente de la ciudad de México.
Germán se atrevió a incursionar en el mundo del cabaret político, al estilo del cabaret alemán de la pre y posguerra en Europa. Fundó, junto con la que era su esposa en esa época,la cantante Adriana Landeros, un foro para la música y el teatro, en el sur de la ciudad.
Germán hizo una película "Cilantro y Perejil", personificando magníficamente a un psicoanalista.
Era un defensor de las causas populares y en alguna época de su vida. Se acercó a Andrés Manuel López Obrador y al Partido de la Revolución Democrática (PRD-Izquierda), pero se retiró desilusionado por las acciones políticas de AMLO, quien tomó por sorpresa el Paseo de la Reforma, e instaló ahí un campamento por varios meses, generando profunda irritación en muchos simpatizantes.
Germán fue fundador del periódico Reforma, un diario moderno, con páginas a color y muchas fotografías, y con algunas buenas plumas de todas las tendencias políticas. En ese importante diario, Germán tuvo una columna titulada La Gaceta del Ángel, en memoria de un hermano suyo fallecido de nombre Ángel, que era discapacitado. Su columna diaria recogía sus sinsabores de los políticos corruptos y de los acuciantes asuntos económicos del país. Enla parte inferior de su columna, insertó todos los días, una frase que tituló: "Que tal durmió" para indicar el cinismo de muchos que duermen a pierna suelta y tienen la conciencia más negra que el petróleo. Su político favorito, por corrupto e impune en sus fechorías varias, fue el político del Estado de México, ex-gobernador, Arturo Montiel Macías, a quien no dejó ni a sol ni a sombra por muchos años.
Germán Dehesa sin ser un hombre de derecha, simpatizaba mucho con esa corriente conservadora que ahora dirige los destinos de México. Coqueteó con el poder y le encantaba ser su crítico consentido.
Hay que reconcocerle a Germán Dehesa, su amor incondicional al equipo de la UNAM, "Los Pumas", como muchos de nosotros egresados de esa esplendida universidad, una de las mejores del mundo, somos fieles seguidores de ese equipo.
Un hombre de su tiempo, universitario bien preparado, versátil, francotirador, mordaz, irónico y certero crítico de los círculos del poder.
Germán, descansa en paz, hiciste mucho por México.
Gracias...
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