martes, 21 de septiembre de 2010

La Limonada, un trago amargo.

La Limonada" es una barriada pobre de la ciudad de Guatemala, habitada por gente que se gana la vida de maneras diversas, pero muchas de esas actividades son ilícitas. Muchos "mareros" viven ahí, son jóvenes integrantes de pandillas delictivas, que se dedican a la extorsión y al asalto a mano armada.

"La Limonada" se ubica en los barrancos de la zona 5, es una villa miseria o una favela, con miles de casuchas precarias construidas con todo tipo de materiales desechables. Obviamente es una zona de alto riesgo, no solo por el tipo de gente que mora ahí, si no que sobre todo por los posibles deslizamientos de tierra de las laderas por el exceso de lluvias.

En ese contexto de marginalidad urbana vive Yennifer, una jovencita de 19 años, que desea superarse mediante el estudio, por eso ya se inscribió en la Universidad de San Carlos de Guatemala, que es un centro de educación superior de carácter público y gratuito, en la carrera de psicología.

Yeniffer sueña con ser psicóloga y ayudar a los demás.

Hace unos días Yeniffer estaba acostada en su cama, era de madrugada cuando de pronto la despertó el ruido incesante de la lluvia sobre el techo de lámina de su casa, era un aguacero torrencial, el agua empezaba a correr debajo de su cama y a subir de nivel. Sus padres que dormían en la misma habitación gritaron alarmados: "!!Se está inundando la casa, salgamos pronto¡¡".

Alcanzaron a abandonar la vivienda cuando el nivel del agua superó los 30 centímetros de altura. Pero la angustia de Yeniffer eran sus zapatos nuevos, no los quería perder entre la torrentada de agua que ya salía de su casa, pero como la noche estaba oscura, no se veía absolutamente nada, la desesperación y la impotencia la invadió sin remedio. De la casa salían diversos objetos arrastrados por la corriente de agua, y seguramente ahí iban también los zapatos negros de tacón alto que Yeniffer recién había comprado con esfuerzo y sacrificio.

El drama que significaba perder esos zapatos nuevos, era porque ese día tenía que presentarse bien arregladita en el Oakland-Mall de la zona 10, un centro comercial para personas de altos ingresos. Ella había dispuesto que ropa usaría para su primer día de trabajo, y los zapatos negros eran fundamentales para una buena presentación, no tenía otros, solo unos tennis nuevos de origen chino, pero no servían para la ocasión.

Yeniffer , además, estaba preocupada por la huelga que tiene paralizada a la Universidad, lo que hacía más urgente la necesidad de trabajar en estos días de vacaciones forzadas en la "U". Sus padres le pidieron a Yeniffer que buscara trabajo para ayudarlos a ellos, ya que tenían muchas deudas que había que saldar pronto.

Yeniffer cuando asistía a la Universidad se pasaba el día completo ahí, en la mañana laboraba unas horas en la cafetería de la Facultad de Psicología, y en la tarde asistía a sus cursos, lo que le permitía aparte de estudiar, tener unos centavos para su transporte y comprarse de vez en cuando algo de ropa para ella y sus padres. Ganaba buenas propinas, porque tiene un buen modo para tratar y servir a los clientes, Yeniffer afirma orgullosa: "Quien no sabe servir, no sirve".

Pero la Universidad tiene más de un mes y medio de haber cerrado sus puertas, y los estudiantes siguen a la deriva, y en el caso Yeniffer el asunto es peor, porque además de estudiar ahí, depende de la Universidad para obtener sus ingresos.

Yeniffer se presentó el día señalado a Oaklan Mall, a la famosa tienda de ropa juvenil Zara. Su aceptación fue inmediata, ya que tiene buen modo para atender a la clientela, eso salió a relucir fácilmente en la entrevista que le hicieron los gerentes de la tienda.

En su primer día de trabajo en Zara, Yeniffer estuvo de pie ocho horas, sin descanso, atendiendo a la gran concurrencia de clientas que acudieron a la quincena de descuentos. Yeniffer no podía más con los pies hinchados, y aun así mantenía su sonrisa y sus buenos modales.

Los zapatos negros de tacón alto, nuevos, se los había llevado la corriente de agua que penetró aquella madrugada en su casa de "La Limonada". Pero Yeniffer no se daba por vencida, así que tan pronto amaneció se fue al fondo del barranco, para iniciar la búsqueda de sus zapatos nuevos. Imposible dar con ellos, se los llevó la corriente de aguas turbulentas hacia el fondo del barranco, muy lejos.

Yeniffer desesperada, fue a casa de sus vecinos donde vive su amiga Ivonne, quien es de la misma edad que ella, a pedirle prestados un par de zapatos, para presentarse a trabajar.

Ivonne le prestó unos zapatos negros de tacón alto, muy altos, y un número menor al suyo, así que se los calzó a la fuerza, sus dedos se tuvieron que acomodar a esa punta aguda, con algo de dolor.

Yeniffer cumplió cabalmente con su papel de vendedora estrella en la tienda española de Zara. Siempre sonrió aunque deseaba llorar por el intenso dolor de sus dedos apretados en esa punta estrecha.

La jornada concluyó exitósamente, Yeniffer llegó a su casa y pidió a su madre una palangana con agua caliente para meter los pies ahí y poder descansarlos, estaban demasiado hichados y adoloridos.

Yeniffer ya no quiere vivir en "La Limonada", es algo muy amargoso para ella. Por eso quiere que se abra de nuevo la Universidad y terminar pronto la carrera de psicóloga y ponerse a dar terapias como loca y así poder vivir mejor, pero en otro sitio.

Yeniffer, como muchos jóvenes todavía apuestan a la educación como una manera de salir de su pobreza. Pero los obstáculos son demasiados para salir avantes.

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