Todo el mundo necesita sus 15 minutos de gloria, sentenciaba hace muchos años Andy Warhol, y tenía mucha razón. Recuerden al asesino de John Lennon, David Chapman que buscó la fama por el camino del homicidio de un famoso.
Ahora le toca el turno al pastor protestante Terry Jones, líder religioso de una pequeña parroquia de Florida en los Estados Unidos, a quien se le ocurrió la brillante idea de quemar ejemplares del Corán, para conmemorar el 11 de septiembre y el derrumbe de las Torres Gemelas de Nueva York.
Mayor estupidez no se podría albergar en un individuo como el tal Jones, ya que la declaración de su intención de quemar el libro sagrado de los musulmanes, corrió como reguero de pólvora por todo el mundo.
Miles de musulmanes se lanzaron a las calles en diversos países en donde ellos son mayoría, para protestar por esa absurda medida de un oscuro religioso fanático, que estaba provocando con su declaración un clima de violencia y poniendo al mundo en la antesala de una guerra.
Cuando alguien como el pastor pentecostal, que no tiene suficientes neuronas en su cabeza, cualquier idiotez puede salir de su boca y alarmar a todos sin necesidad.
Hasta Barack Obama tuvo que pedirle al reverendo un poco de prudencia y que retirara su amenaza ímbecil.
Estamos en manos, y en peligro, de locos sueltos por todo el mundo que hablan demasiado.
Esto no hubiese trascendido, tan solo un loco mas.
ResponderEliminarEl problema fué la prensa, el querer vender noticia. Hacer de un desquiciado un personaje, que con tan solo 50 seguidores, se volvió famoso de la noche a la mañana. Capáz de ser poderoso, armar y desencadenar en un desastre.
Dónde esta el criterio de un periodista? Luego el del editor? El del presidente del periódico? Dónde el sentido común?
A veces creo que la locura alcanza muchos mas de lo que imaginamos. La inteligencia escasa. Prefiero y me quedo con Julia Roberts.