jueves, 30 de septiembre de 2010

Un joven cineasta guatemalteco.

Me he convertido, sin querer, en el biógrafo de Julio Hernández Cordón, joven cineasta guatemalteco, que va camino al éxito.

A julio lo vi nacer y crecer lleno de inquietudes por querer contar historias, y en el cine encontró el modo de imaginar y relatar historias sencillas sobre la realidad de su país, Guatemala.

El no hace cine-denuncia, cine-reportaje o cine-político. El realiza historias acerca de la vida cotidiana de sus personajes, todos jóvenes, los viejos son actores incidentales en sus tramas. El foco de atención para Julio Hernández Cordón es esa juventud, que puede ser de cualquier parte del mundo, que vagan sin rumbo por la vida, esa juventud carente de ideales, que viven el día a día, sin consecuencias para su futuro, eso al menos es lo que ellos creen.

Cuando triunfó en Europa con su película "Gasolina", que narra la existencia vacía de tres adolescentes guatemaltecos, de clase media que roban gasolina para ponérsela a su auto y salir por las noches a recorrer las calles y avenidas de la ciudad, en un viaje sin sentido. La crítica local se le fue encima a Julio, porque dicen que denigra al país y a su juventud. Aparte, el lenguaje soez de los jóvenes guatemaltecos es una realidad, y eso se retrata muy bien en "Gasolina", por eso la indignación de la sociedad conservadora y puritana, ante tal cantidad de improperios en la boca de esos protagonistas de la película. !Qué escandalo es exhibir así a Guatemala¡

Hoy se estrena en Guatemala la película "Marimbas del infierno", recientemente mostrada en el Festival Internacional de cine que acaba de concluir en San Sebastián, España, donde recibió críticas favorables de los entendidos en materia de cine joven.

El gran problema para los cineastas de América Latina, es, aparte de la producción en si misma, la exhibición o distribución de las películas que nos son "comerciales". Depende mucho de la asistencia del público a las salas durante una semana, ese es el criterio económico de los exhibidores, además que se quedan con la mayor parte de los ingresos en taquilla.

El argumento cinematográfico de Julio, siempre ha sido no emplear actores profesionales y contar historias "reales", aparte no introducir música de fondo como un actor más que influye en los sentimientos del espectador, esos son los principios elementales que él maneja para contar sus historia.

Marimbas del Infierno, cuenta el problema del desempleo, la miseria urbana y los actos de extorsión que padece la población de bajos recursos económicos, además la otra línea temática se va por el conflicto de la marimba que ya no tiene aceptación entre los jóvenes, que prefieren la música norteamericana, el rock pesado o metalero.

Marimbas del infierno, plantea el absurdo de fusionar la marimba, el instrumento autóctono, melancólico por naturaleza, con el rock pesado, para ganar adeptos a la marimba entre la población. En la realidad eso significa un rotundo fracaso, la marimba sirve nada más para rememorar en la mente de los viejos otros tiempos. La marimba es pura nostalgia o un instrumento del patrioterismo más obsoleto que pueda existir en Guatemala.

Le deseamos mucho éxito a Julio Hernández Cordón en esta aventura de hacer cine en una región pobre, tan pobre que está lejos de Hollywood.

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