El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, hizo saber este lunes a los periodistas asistentes a la tradicional copa de Navidad en La Moncloa, que ya ha tomado una decisión sobre si repetirá como candidato en las próximas elecciones generales, en 2012. Pero les dejó con la miel en los labios, porque a partir de ahí, no quiso aclarar cuál era esa decisión. "No es el momento adecuado", se justificó.
Zapatero dijo que solo dos personas conocían sus intenciones: su mujer, Sonsoles Espinosa, y "una persona del partido", de la que tampoco quiso dar el nombre. El presidente y el vicepresidente, Alfredo Pérez Rubalcaba, eran los únicos miembros del Gobierno presentes en ese momento en la copa.
Rubalcaba aseguró a los periodistas que él no era esa persona a la que el presidente había comunicado su decisión. En los corrillos se especuló con la posibilidad de que el confidente fuese el ex presidente Felipe González o el ministro de Fomento, José Blanco. Zapatero no quiso aclarar tampoco cuándo había tomado la decisión, aunque sí insistió en que todavía "no era el momento" de comunicarla a la opinión pública.
La constante negativa de Zapatero a aclarar a preguntas de los periodistas si volverá a presentarse a las elecciones, ha abierto el capítulo de especulaciones, al que se han sumado varios dirigentes socialistas. El último, el presidente del Congreso, José Bono, quien, también rodeado de periodistas en la tradicional cena de Navidad, comentó que Rubalcaba tiene "más poder del que parece" y que podría ser "la liebre eléctrica que engaña a las otras liebres para que corran".
Previamente, Blanco, había comentado que Rubalcaba era "una liebre falsa". Zapatero no quiso aclararlo al día siguiente. Tampoco este lunes. Su candidatura en 2012 sigue siendo un secreto que solo conocen dos personas.
Balance económico
Durante el encuentro, Zapatero hizo balance del año 2010, que ha sido un "estrés continuo", en referencia a las pruebas de resistencia a las que se han sometido los bancos este año, y auguró que en 2011, sobre todo el primer trimestre, también será complicado. Según dijo, habrá que tomar decisiones exigentes, entre las que destacó el desarrollo de la reforma laboral y la reforma del sistema de pensiones.
En este contexto, reconoció que las elecciones autonómicas y locales de mayo serán complicadas y señaló que para saberlo no hacen falta encuestas. No obstante, sobre el sondeo que este lunes da una victoria clara del PP en Andalucía, indicó que las únicas encuestas válidas son las que se realizan cerca de las elecciones, en referencia también al último barómetro del CIS, publicado en octubre, que daba al PP una ventaja de 7,9 puntos respecto al PSOE.
Ya el pasado sábado, en una primera intervención en Ponferrada, vaticinó que el PSOE ganará las elecciones municipales de 2011 y las generales de 2012 y confió en que en el plazo que queda hasta entonces los españoles se den cuenta de que el Gobierno "está comprometido en la salida a la crisis y empiecen a percibir la recuperación económica, la creación de empleo, así como la utilidad de las reformas -cuya dureza reconoció, como en el caso de la reforma laboral- en la salida de la crisis.
Respecto a si teme que los sindicatos convoquen una huelga general en protesta por la reforma de las pensiones, el jefe del Ejecutivo reconoció que espera que éstos se muestren críticos, pero ha pedido que se analice con atención que lo que rechazan es que se retrase obligatoriamente la edad de jubilación.
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