lunes, 7 de marzo de 2011

Día de la mujer ¿y el resto del año?

Por: Charo Nogueira

Llega un día que cumple un siglo. O más. Es el dedicado a las mujeres, el ocho de marzo. Un día internacional para llamar la atención sobre lo que también ocurre los 364 restantes de cada año en el planeta. Un día que la realidad se empeña en hacer necesario.

Esta vez, recién nacida la superagencia de Naciones Unidas ONU Mujeres -bajo la batuta de la ex presidenta de Chile Michele Bachelet-, el lema es tan largo como necesario su cumplimiento. “La igualdad de acceso a la educación, la capacitación, la ciencia y la tecnología: Camino hacia el trabajo decente para la mujer”, reza la fórmula de Naciones Unidas. La primera parte –el acceso a la educación y la capacitación- es especialmente urgente en muchos países en desarrollo donde las niñas aún quedan fuera de la escuela.

La segunda –el acceso a la ciencia y la tecnología- también pone el dedo en la llaga en los países ricos: las científicas y tecnólogas son todavía minoría frente a sus colegas varones y mucho les cuesta lograr cargos de responsabilidad. De entrada, la presencia femenina en ese tipo de estudios es inferior a la masculina. ¿A qué se debe? ¿Todavía podemos echar la culpa a los roles tradicionales?, ¿“las chicas a letras, los chicos a ciencias”, aún?

En cuanto al final del lema, “el trabajo decente para la mujer”, a estas alturas es una reivindicación planetaria y que también demandan muchos hombres para sí mismos. Trabajo digno para todos, sí. Pero que no sea más difícil obtenerlo por haber nacido mujer, por tener el riesgo o el defecto de ser madre… Por ahí van los tiros.

Más de un siglo pidiendo cosas así con un día específico -pidiendo igualdad, en suma- y todavía hay que salir con la pancarta. Pero la propia –y controvertida- historia del día internacional de las mujeres permite también medir la distanancia recorrida.


La jornada nació en la izquierda. Según la cronología de ONU Mujeres, se celebró por primera vez en EE.UU en 1909, a instancias del Partido Socialista de Estados Unidos. Se llamó Día Nacional de la Mujer y se conmemoró el 28 de febrero. Al año siguiente, la Internacional Socialista, reunida en Copenhague, proclamó el Día de la Mujer sin establecer fecha fija.

Uno de los objetivos de esa conmemoración, por la que luchó Clara Zetkin, era pedir el sufragio femenino. En 1911 comenzó a celebrarse, el 19 de marzo, en algunos países de Europa, como Alemania o Suiza -de ahí que para muchos ahora este año cumpla un siglo-.

El 25 de marzo de 1911 llegó el drama con el que muchos asocian el nacimiento del día internacional de las mujeres. 146 trabajadoras murieron en el incendio de la fábrica Triangle, en Nueva York. No era una factoría cualquiera. En 1909 había sufrido una huelga, apoyada por las sufragistas y las sindicalitas, como detalla la feminista peruana Ana María Portugal. Las obreras no consiguieron discutir con la empresa reivindicaciones como acabar con la prohibición de tener las puertas cerradas durante la jornada o instalar medidas de emergencia. Murieron sin poder huir del fuego.

A partir de 1913, el día internacional de las mujeres adquirió tintes pacifistas y de protesta contra la Primera Guerra Mundial. En 1917, las mujeres rusas se declararon en huelga (el 23 de de febrero por el calendario juliano y 8 de marzo, para el gregoriano) para pedir "paz y pan". Cuatro días después abdicó el zar y el gobierno provisional concedió el voto a las mujeres.

Vinieron más guerras -en la segunda mundial muchas mujeres ocuparon los trabajos de los hombres que estaban en el frente-, más reconocimientos del derecho al voto. Y hasta un año. Naciones Unidas declaró 1975 Año Internacional de la Mujer y en ese momento estableció también su día internacional el 8 de marzo.

En aquel 1975 en que murió Franco, las españolas consiguieron el derecho a abrir una cuenta sin tener que pedir permiso al marido. Un avance que permitió que el entonces Banco de Bilbao se anunciara como "el banco de la mujer". Con la Transición, las españolas empezaron a comemorar el 8 de marzo, alentado por organizaciones de mujeres, sindicatos y partidos de izquierda.

A partir de 2004, con la agenda feminista sobre la mesa, el propio presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, llegó a presidir la celebración en La Moncloa. Ahora, hasta google se apunta. Lo único que hace falta es que el 8 de marzo deje de ser una conmemoración reinvidicativa para convertirse en una celebración de la igualdad... también los 364 días restantes.

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